Acaba de cumplir cuatro años de vida y se ha convertido en el coworking decano de la provincia de Alicante. Sus fundadores lo han convertido en la nueva fábrica de talento joven, y no tan joven, de la comarca del Vinalopó y juega con cierto descaro a ser una alternativa viable de emprendimiento para todos aquellos que no quieren o no pueden dedicarse a la fabricación de zapatos y complementos. Celebramos su cuarto cumpleaños con ellos
PETRER. Antes de que existiera la burbuja emprendedora, existió el jabón. En la provincia de Alicante, uno de los primeros que trajo el jabón fue el PBCoworking Petrer. Diego Tomás y Pilar Ruiz son los fundadores de este centro y hoy cuentan en su haber con el mérito de haber dado continuidad al proyecto. Ahora al equipo se ha sumado Esther Navarro y los tres han ido adaptando y readaptando el edificio que hay cerca de la autovía central para convertirlo en un mix de emprendimiento.
En sus tres plantas, conviven emprendedores juniors, seniors y freelances. Todos son bienvenidos, porque su valor diferencial es ser “plataforma de contactos, de comunicación de proyectos y desarrollo en el amplio sentido –personal y profesional”, según Diego Tomás. Él ejerce el papel de ‘conector’ de las distintas áreas y ejerce de portavoz de un equipo con una filosofía común: Entorno colaborativo.
Sus buenas intenciones chocaron de frente con la realidad. Como todo buen proyecto emprendedor, lo primero que tuvieron que hacer fue “reorientarse”. Tal y como explica Diego Tomás, quien también es delegado de Jovempa en el Vinalopó, “somos una empresa privada con vocación de servicios público”, pero su apuesta era aportar y vivir en un “ecosistema profesionalizado. Nuestro valor diferencial es lo que aportamos a quienes están aquí: contactos y oportunidades”.
El día que quedamos con el equipo de PBCoworking se celebra el “Sweet Monday”. El lunes es el día en el que todos los emprendedores del centro se reúnen para tomar algo e intercambiar ideas y cómo van sus proyectos. Un networking distendido que es también un plus emocional.
Desde que abrieran sus puertas el pasado 5 de febrero de 2013, 80 personas han tenido este coworking como sede. En la actualidad, son 35, según explica el coordinador. “Hay una evolución de una inicial apuesta por el emprendedor tecnológico que con el paso del tiempo se ha ido ampliando a un modelo mixto”, apunta Diego Tomás en referencia a que hace tiempo que este coworking también actúa como una especie de centro de negocios para la comarca. Sus clientes son empresas de todo tipo que necesitan hacer reuniones o jornadas formativas, preferentemente.
Éste último elemento es uno de los ejes centrales del espacio petrerense. De hecho cuenta con tres escuelas propias: Magia, videomarketing con estudio de grabación y una tercera de oratoria (Mindfulness), donde una de las fundadoras, Pilar, es la encargada de organizar material y actividades. “Al final, lo que queremos son metodologías ágiles con una estructura horizontal”, señala Diego Tomás. Este consultor considera que “los coworkings son proyectos de cercanía. Estoy convencido de que acabará habiendo un centro de este tipo o punto de encuentro en cada ciudad”.
La demanda formativa cubre un amplio espectro, pero, todo lo relacionado con la digitalización, tiene un peso importante. “Hemos impartido desde talleres de alfabetización digital hasta diseños de tiendas online”, comenta el cofundador. El refuerzo y la colaboración se han traducido en convenios de colaboración de las universidades públicas de Alicante y Migue Hernández, al tiempo que en la “Escuela de Verano” de Fundesem Business School.
Para sus promotores, a lo largo de este tiempo, sus hitos vienen por el hueco que tienen fijo como ponentes –Diego Tomás, en este caso- en el Coworking Spain Conference en las tres últimas ediciones y asistencia a la Coworking Europe de Milán 2015. En palabras de Tomás, “porque nos estableció como uno de los espacios referentes en el ámbito nacional”. El otro evento destacable fue, hace menos de tres años, con la presentación de las Google Glass en Petrer.
Para que el mundo emprendedor coja fuerza y peso, Diego Tomás estima que hay margen de mejora: “Hay muchas iniciativas independientes dirigidas a apoyar proyectos, pero estaría bien aglutinar esfuerzos de manera más organizada. No apoyar sólo el lanzamiento, sino la consolidación para que se conviertan en empresarios”. En este sentido y tras la evidente adaptación, este socio fundador revela que “en un principio, íbamos encaminados a apoyar emprendedores y localizar grupos inversores para los proyectos. Por eso estábamos en la plataforma que ahora se llama Big Ban Angels, pero es una batalla complicada, porque falta mucha cultura de inversión en este tipo de perfiles. De todas maneras eso está ahí y está en nuestros planes, retomarlo”.
Mientras llega ese momento, sorprende la ausencia de iniciativas relacionadas con el calzado. Petrer, quizás, sea una localidad menos conocida en el sector retail, aunque es uno de los puntos neurálgicos de la fabricación de zapatos y productos de marroquinería. “Emprendedores de calzado, por aquí, han pasado poco. Quizás nuestra opción es ver como conectar más con las fábricas. Pero quizás otra opción sea diversificar”, analiza Diego Tomás.
Este fenómeno enlaza con el proyecto Petrer Emprende. Esta iniciativa municipal intenta ser un nuevo motor que tire del carro. Aunque el proyecto nació con una clara vocación comarcal, el centro ha encontrado en la figura del nuevo concejal de la Agencia de Desarrollo Local un importante aliado: David Morcillo. Este emprendedor asegura que, “en realidad, es un proyecto como municipio y no como ayuntamiento”. Tras sus palabras hay toda una declaración de diferenciar decisiones políticas de decisiones estratégicas, sobre todo, porque como emprendedor las ha sufrido en sus propias carnes.
El mes pasado se celebraba la primera entrega de premios; pero, sin duda, la apuesta es más trasversal. Según explica el edil, “estamos preparando un documento de trabajo a través del consejo asesor donde están todos los agentes sociales. Este DAFO esperamos darlo a conocer en unos meses. En general, hay una misma línea y muchas coincidencias en cuanto a nuestras debilidades y fortalezas. Esto junto a la Guía Económica esperamos que sean dos documentos de base para trabajar a medio y largo plazo”.
El punto de partida es, pues, común. El contexto es fácilmente identificable. “La mayoría de poblaciones de la comarca se dedican a un solo sector, el cual necesita mucha mano de obra. Sin embargo, hemos observado que no hay relevo generacional. La gente joven no se quiere dedicar a ello, y en algunos casos, son los propios padres los que no quieren que los hijos se dediquen. Nos gustaría cambiar de modelo, contar un uno que se apoye en varios sectores, diversificado. Queremos que nuevas empresas se pongan en marcha”.
Y en ese tira y afloja, ha navegado PBCoworking. Diego Tomás estima que los empresarios “no nos utilizan. En otros entornos, estamos considerados como plataforma para realizar teletrabajo, o localizar talento, pero aquí no termina de producirse. Quizás no hemos sabido explicar las ventajas de trabajar en un entorno así”. Y eso lo dice tras pasar más de 100 empresas por las instalaciones localizadas cerca de la autovía central y fijar en este centro la sede comarcal de Jovempa hace dos años. El coworking decano de la provincia tendrá que seguir remando con vientos en contra.