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Tendencias sobre la energía hacia la descarbonización en 2050

Personal experto debate sobre el futuro de la movilidad en el Parque Científico de la UMH

25/11/2022 - 

ELCHE. Cambio de paradigma. Este pensamiento ha sido sin duda el que más ha calado en el subconsciente de quienes se dieron cita hace unos días en el Parque Científico de la Universidad Miguel Hernández (PCUMH). A debate estaba el futuro de los vehículos en los años que vienen. Con el título "Energía para la movilidad y el transporte de la próxima década: del térmico al eléctrico", esta jornada, patrocinada por Iberdrola, lograba reunir en la misma sala a profesionales de diferentes ámbitos de conocimiento relacionados con el sector de la automoción y la movilidad. Desde su experiencia han destripado los retos y las oportunidades que se plantean para empresas, entidades y, en general, para la sociedad, a raíz del objetivo fijado por la Unión Europea para 2050: lograr la neutralidad climática. En juego está el impacto que las emisiones de los motores de combustibles fósiles generan en el medioambiente, pero también las consecuencias que la transición hacia la movilidad eléctrica puede suponer para las empresas, para el desarrollo de las ciudades y para el avance de la sociedad.

Sobre el impacto que esta apuesta por la descarbonización tiene en múltiples ámbitos hablaba el vicerrector de Infraestructuras de la UMH, Pedro  Vicente. Según afirma, la nueva directiva de eficiencia energética de la UE afecta también a la construcción de edificios, que están obligados a proveer, entre otros, de cargadores eléctricos para vehículos. Por este motivo, la Universidad ya dispone de puntos de recarga en sus cuatro campus de la provincia de Alicante.

Y es que esta transición a una economía neutra en carbono para 2050 es el  mayor reto del siglo XXI, según Encarna Ludeña, representante de  Relaciones Institucionales de Iberdrola. La empresa trabaja en la  descarbonización de la electricidad mediante la apuesta por energías renovables, como la eólica y la solar, y la movilidad eléctrica. Además, ha  reforzado su plan de movilidad sostenible destinando 150 millones de euros  para desplegar 150.000 nuevos puntos de carga de vehículos eléctricos en los  próximos años.

También el director del Departamento de Ingeniería Mecánica y Energía de la  UMH, Miguel Sánchez, reconocía sentirse fascinado ante los profundos cambios  que se avecinan en materia de movilidad: “Asistimos a una etapa apasionante, con  retos e incógnitas, tanto a nivel tecnológico como por las implicaciones sociales y  económicas”. Y, con esta pasión, daba paso a los expertos y expertas de la mesa  redonda que tanto tenían que compartir sobre este tema.

Apuesta por la sostenibilidad

Uno de estos expertos es Guillermo Wolff Elosegui, exconsultor de Repsol y presidente de la Comisión Técnica de Motores y Energías para la Movilidad Sostenible de Asepa. Con acierto, el ponente empieza explicando el origen de esta acelerada transición: la Ley Europea del Clima publicada en junio de 2021 por la Comisión Europea, una ley de obligado cumplimiento que busca lograr la neutralidad climática en 2050. Entre otras medidas, se contempla a priori la prohibición de producir nuevos vehículos turismo con motores de combustión interna en 2035, y marcar un plazo algo más largo para los vehículos industriales.

Por otro lado, Wolff se hacía eco de una reivindicación de la Asociación Española de Profesionales de la Automoción de la que forma parte: no es el motor el culpable de las emisiones, sino el combustible fósil que se utiliza. De hecho, como explica, para poder alcanzar los objetivos de la UE hacen falta baterías, y "desde nuestro sector de la automoción, el denostado y tachado de contaminante, hemos reducido la inversión en los motores de combustión interna para invertir más en el desarrollo de baterías". El principal reto en relación con las baterías, explica, es aumentar la autonomía, pero también hay que trabajar en otros frentes: mejorar la red de recarga, reducir el alto coste de adquisición de los vehículos eléctricos y avanzar en alternativas como los eco-combustibles, que ayuden a reducir las emisiones de CO2 sin necesidad de cambiar la tecnología de los vehículos durante la etapa de transición hacia la electrificación.

Con argumentos paralelos realizaba su intervención Timoteo de la Fuente García, miembro de la Asociación de Ingenieros Industriales del Estado. El ponente explicaba que la pandemia y la guerra en Ucrania nos han enseñado que no debemos depender del exterior. "Europa busca dejar de ser dependiente de la energía de otros: de ahí su apuesta por la sostenibilidad medioambiental, social y económica. Pero para tener tener neutralidad climática debe ser socialmente aceptado y económicamente aceptable". Por ello, subraya, debemos seguir apostando por la industria, crear empleo y favorecer que el combustible y el coste de los coches sean asequibles. 

Y desde ese punto de vista energético ofrecía su ponencia Ana Fernández Galán, Urban Mobility Product Manager en Iberdrola, donde desarrolla proyectos destinados a descarbonizar el transporte en las ciudades. Según la experta, en la Visión 2030 de la compañía se especifica que para ese año se pretende que las tecnologías de generación renovable sean rentables para lograr un sector eléctrico descarbonizado. Hasta entonces, la firma continúa apostando por invertir en diferentes sectores y puntos de carga a la vez que asegura el servicio de quienes pueden requerir ahora o en un tiempo esta energía: "Estamos completamente preparados para generar la potencia suficiente para poder electrificar la demanda en los próximos años".

Protagonismo del impulso eléctrico

Ese 2030 es clave también para compañías como Scania Ibérica, según su responsable de Transporte Sostenible, Manuel Arias Hidalgo. La firma fabrica principalmente vehículos para el sector industrial, un tipo de cliente que a la hora de elegir los vehículos ha de tener muy presente la rentabilidad, es decir, el coste por kilómetro. También le influyen otras exigencias legales, por ejemplo, si reparte en entornos urbanos de madrugada o si transporta pasajeros. "Queremos que en 2030 el 50% de los vehículos de clientes que pongamos en carretera sean eléctricos". Sin embargo, añade, seguiremos necesitando alternativas bio para continuar con la descarbonización del resto de vehículos en circulación. En este sentido, apunta, España tiene una gran oportunidad "podríamos ser uno de los mayores productores de biometano de Europa, combustible que permite aprovechar los vehículos actuales pero llevando a los mismos niveles de reducción de emisiones netas de CO2".

También es consciente de la importancia que tiene el coste por kilómetro para la rentabilidad de una empresa el responsable de Desarrollo de Negocio de Grupo Vectalia, Rubén Darío Urrestarazu Lizardi. Desde su visión de cliente y consumidor de energía con las flotas de vehículos de la firma, este operador multiservicio asegura tener puesto el foco en las nuevas tecnologías para la movilidad que ayuden al grupo con su plan de sostenibilidad medioambiental. Se incluyen objetivos de descarbonización y un plan de acción climática que pasa por transformar la flota de vehículos impulsados con combustibles tradicionales en flotas menos contaminantes, que combinen híbridos y otros con motorización basada en el hidrógeno. Además, el ponente critica la asincronía entre el mercado, que les pide un compromiso ambiental con menos emisiones, y la Administración, que sigue solicitando en sus pliegos de contratación servicios de transporte alejados de los objetivos de descarbonización.

Y ante tantas opciones e incertidumbres, apunta Ramón Calderón de la Fuente, manager de Electro-Movilidad y Relaciones Institucionales en Seat, el consumidor que tiene la intención de adquirir un turismo acaba por desistir al no saber qué tecnología elegir. Sin embargo, asegura el ponente, la tendencia es clara: "Los fabricantes nos enfocamos hacia el vehículo eléctrico, sea puro o híbrido enchufable". Según explica, para lograr los objetivos de descarbonización en una década uno de cada dos coches que se vendan deberá ser eléctrico; por tres motivos: asegura cero emisiones, ofrece mayor eficiencia energética y es una tecnología madura.

Además, el experto de Seat explica que España está a la cola de Europa en vehículos eléctricos, incluso por detrás de Portugal, que tiene una renta per cápita inferior. Como motivo apunta a que en el país luso las ayudas a los consumidores son más directas y eficaces, por lo que la adquisición del vehículo no resulta tan caro. Además, hay más puntos de carga por millón de habitantes. "La clave es que el proceso de aprobación de puntos de carga públicos es extraordinariamente más rápido que en España: así se consigue disparar la demanda de vehículos eléctricos".

Perspectivas a futuro

Si en esta jornada ha quedado algo patente es que el avance de la movilidad eléctrica es incuestionable y difícil de detener. Aún así, sigue siendo imprescindible ahondar en nuevas formas de movilidad sostenible. "Este es un camino imparable para garantizar nuestro bienestar", asegura Esther Díez Valero, concejala de Movilidad, Tráfico y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Elche. En su intervención final, con la que se cerró la jornada, la concejala afirmó que, si bien no son índices preocupantes para la salud, el 80% de las emisiones contaminantes en el municipio ilicitano provienen del tráfico privado. Por eso aboga por rediseñar las ciudades, invertir en transporte público limpio y la movilidad alternativa.

Las reflexiones compartidas en este evento del Parque Científico de la UMH son un fiel reflejo de lo que sucede ahí fuera, ahora que la fecha límite para conseguir la neutralidad climática en la Unión Europea está marcada. En resumen: a rebufo de esta reglamentación, el sector automovilístico acelera para multiplicar las cifras de ventas de automóviles que favorezcan la descarbonización. Mientras, las compañías que producen y distribuyen energía agilizan las instalaciones logísticas tanto como los trámites administrativos se lo permiten. A su vez, fabricantes y usuarios de flotas de transporte se reinventan para adaptarse a lo que la sostenibilidad manda. Y todo ello en un país que ofrece grandes oportunidades para la generación de energías renovables. La tendencia hacia la movilidad eléctrica parece estar clara, lo que acabe sucediendo dentro de dos décadas está por ver.

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