de la vía pa'rriba  / OPINIÓN

Periodista y afectada

29/09/2022 - 

La enrevesada situación del Mercado Central de Elche no hace sino enredarse cada día más, fruto de un inicio mal planteado y mal planificado, posiblemente por las prisas en sacarlo adelante y un desarrollo en el que la voluntad política ha tenido que ir a empujones de la sociedad civil.

Así sigue el asunto, convertido en arma arrojadiza de los partidos políticos mientras que sus acciones siguen afectando a placeros, vecinos y vecinas y en general a la ciudad. El equipo de gobierno impulsa ahora un cambio del plan general de ordenación urbana que constituye un auténtico malabarismo urbanístico que permita, entre otras cuestiones  consolidar el actual mercado provisional en la zona verde de la ladera del río Vinalopó, en la avenida Comunitat Valenciana.

Mientras, prepara una rehabilitación del edificio del mercado antiguo para situar una zona de ocio y gastronomía allí y a la vez poner en valor los restos arqueológicos que encontraron, aunque hicieron todo lo posible, algunos, por hacerse los despistados y hacer como que allí no había nada.

Para intentar aclarar esta maraña han planteado un pino puente voltereta lateral doble tirabuzón urbanístico.  Fui gimnasta y sé que aunque parece difícil, si se quiere se puede hacer. Otra cosa es si luego acabas con un esguince, pero eso ya lo aclararán los que vengan después ¿verdad? Y así sigue esta historia que va añadiendo capítulos.

Vamos con el siguiente; el Partido Popular y como propuesta de campaña, ha planteado una nueva solución al problema que ellos, en parte, causaron. Una propuesta amable que Pablo Ruz ha desgranado con videos y maquetas, mucha emoción y poca literatura urbanística y legal. Tan malo es lo uno como lo otro.

Para ir añadiendo actores al folletín, colectivos profesionales se han ido sumando a las propuestas o planteamientos, entre ellos el ICIE, Instituto Ciudad Idea Elche (profesionales de distintas disciplinas), que ve de locos la consolidación del Mercado Provisional en la ladera, o del Ruskin Coffee  que lo ve de delito.

Este último colectivo, formado por profesionales de la arquitectura, ha presentado alegaciones a las modificaciones planteadas del PGOU de Elche y no puedo más que estar de acuerdo con sus planteamientos en la exposición previa. El urbanismo debe ordenar, dicen, y ello en relación a criterios funcionales, formales, históricos, culturales y de sostenibilidad.

Este asunto está de todo menos ordenado y las soluciones que han propuesto no tienen pinta de aclarar nada. Una por enrevesada pirueta que es una huida hacia delante  y la otra por preciosista pero irreal. Vuelvo al mantra ese de los políticos deben ofrecer soluciones a los problemas, no crearlos.

En cualquier, caso nos acercamos temiblemente a mayo de 2023 y aunque para algunos está lejos, la fecha condiciona muchos de los movimientos políticos que ahora se advierten.

Esto del mercado o los mercados está en el puesto penúltimo menos cero del listado de preocupaciones de la gente de Elche. Ni siquiera en el top ten de los vecinos y vecinas de la zona entre los que me encuentro. Los placeros ya no se creen a nadie y bastante tienen con sacar adelante sus negocios, solo les faltaba “otro traslado provisional”. Los vecinos y vecinas queremos que se cumpla la ley y la normativa urbanística, que no puede cambiarse a la conveniencia del momento político.  

Y así las cosas llegaremos a los comicios con este asunto llenando titulares, debates y charlas y lo peor, atrancado. A mí ya me aburre y soy periodista y afectada. Imagínense al resto…

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