Con los programas de vacunación y las vacunas disponibles, la tosferina no se podrá eliminar, pero sí reducir su frecuencia y gravedad y, sobre todo, evitar los casos de tosferina grave en los primeros meses de vida, según los pediatras.
"La difusión de noticias sobre casos de tosferina grave y fallecimientos de lactantes por esta enfermedad nos invita a seguir trabajando para mejorar las coberturas vacunales durante la gestación y para garantizar que todas las mujeres embazadas reciben una información adecuada sobre su importancia", han aseverado.
Así las cosas, los pediatras llaman a las familias a revisar y completar los calendarios de vacunación de los niños y adolescentes. También hacen un llamamiento, con carácter especial y urgente, a las mujeres embarazadas para cumplimentar las vacunaciones recomendadas que, en el caso de la tosferina, debe recibirse entre las 27 y 36 semanas de gestación (preferiblemente en las semanas 27 o 28).
La AEPap hace también un llamamiento a los profesionales implicados en la salud infantil y de las mujeres gestantes a informar sobre los beneficios de la vacunación, facilitando el acceso a las mismas en los centros de Atención Primaria.
Asimismo, es necesario insistir a las administraciones sanitarias a facilitar a estos profesionales la información necesaria para que puedan ofrecer la vacunación a los niños y embarazadas no vacunados. Adicionalmente, la tosferina debe incluirse en los calendarios de vacunación del adolescente (a los 12 a 14 años).
Aumento extraordinario de tosferina en España
Tal y como han recordado, desde el segundo semestre de 2023 y, sobre todo, en los tres primeros meses de 2024, se ha registrado un aumento extraordinario del número de casos de tosferina en España. También otros países europeos están sufriendo una situación similar.
La tosferina es endémica a nivel mundial y se presenta normalmente con brotes epidémicos cada tres o cinco años. La aparición de brotes ocasionales de tosferina en países con elevados niveles de cobertura vacunal, como es el caso español, es un hecho conocido desde hace muchos años.
Esto ocurre por diversas razones, entre ellas, que las vacunas de la tosferina actuales proporcionan una protección limitada en el tiempo. En España, la vacunación contra la tosferina incluye cuatro dosis (a los dos y cuatro meses y refuerzos a los 11 meses y seis años de edad) y confiere protección en los primeros años de vida frente a la tosferina grave.
Sin embargo, el efecto protector de las vacunas va disminuyendo con el tiempo. La tosferina puede ser una enfermedad grave y causar el fallecimiento en los primeros meses de vida. La vacunación de las embarazadas proporciona una elevada protección a los recién nacidos hasta que reciben su primera dosis de vacuna a los dos meses, contribuyendo a evitar la elevada morbimortalidad de la tosferina en ese periodo de la vida.