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con los artistas Cyrille Larpenteur y Xelo Bosch 

Patriarcado desde la Prehistoria: el MACA propone desempoderar y desmitificar al 'macho alfa'

23/10/2019 - 

ALICANTE. La historia siempre ha sido escrita por los hombres, por el sexo masculino. Y, en el arte, el talento de la mujer ha estado hasta hace poco silenciado, quedando obligadas a usar sus iniciales o seudónimos, cuando no se les negaba directamente la autoría. Algo que ha creado un vacío muy difícil de rellenar en la actualidad. Sin embargo, el proyecto RESET del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana está tratando de paliarlo, en la medida de lo posible, buscando una revisión de la perspectiva con la que han sido explicadas hasta el momento las distintas colecciones que atesoran los museos. Una relectura de género.

Con ese objetivo se ha instalado en el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante el Aula de Desempoderamiento del Macho Alfa. Un espacio en el que trasladarse a los inicios del empoderamiento masculino para informarse, reflexionar y aprender a través de las aportaciones feministas en el campo de la ciencia, la historia, la literatura y el arte. Lugar en el que se crea un mapa que inicia su relato en la Prehistoria. 

Remontándonos a una de las primeras creaciones artísticas que se conocen, las pinturas rupestres, vemos que lo que se representa en su mayoría son episodios de caza en los que el hombre —fuerte y poderoso— ejercía de líder y alimentaba a las familias. Algo que para los artistas Cyrille Larpenteur y Xelo Bosch, autores de este proyecto, ejemplifica el inicio del patriarcado. "Varios estudios aseguran que la mujer era quien se encargaba de la caza menor y la recolección, la principal fuente de alimento, y no la caza mayor, que se reducía a episodios esporádicos", explican. Sin embargo, la imagen del hombre ha sido la que ha quedado plasmada en el ideario colectivo cuando se habla de la Prehistoria. El inicio del patriarcado.

"Siempre que las mujeres han accedido al poder, los hombres han reaccionado", afirman. Es por eso que ahora proponen bajar el nivel de conflictividad y crear un relato de igualdad en el que no se hable de empoderamiento femenino, con lo agresivo que pueda sonar, sino de desempoderamiento masculino. "El poder se acumula en vasos comunicantes, así que solo es necesario que el hombre renuncie a cierta autoridad para que la mujer se sitúe al mismo nivel", asegura Larpenteur. Y no lo plantea como una cuestión de lucha feniminista, sino como una dejación de poderes por parte del hombre con la que se de lugar a una situación de equilibrio, de igualdad. Que no sea el poder el objetivo en la vida.

"El poder ejerce mucha presión y tampoco es justo que esa presión recaiga únicamente en los hombres", afirma Bosch. "Es necesario quitar esa presión para que el hombre pueda construirse en paz y tranquilidad", añade. De hecho, durante los doce talleres que se impartirán en este espacio hasta el 25 de noviembre —en los que participarán alumnos de educación secundaria hasta bachillerato—, Cyrille Larpenteur contará también su experiencia personal. "No me sentía bien en ese proceso competitivo con la mujer en el que yo debía ser el fuerte, como se espera de los hombres", afirma Larpenteur. "Necesitaba renunciar a ciertos poderes para poder construirme y vivir mejor", añade. Y es que, en su opinión, "el desempoderamiento no es una pérdida, sino una dejación de costumbres o estereotipos —que solo conducen a comportamientos de discriminación— para poder ganar otras cosas como calidad de vida".

Se trata de romper por tanto esos estereotipos que tanto tiempo han sido reforzados. Eliminar tabús y dar visibilidad. No es luchar con la naturaleza, sino con cosas que sí pueden cambiar. "En Francia, el primer libro de biología en el que se plasmaba una completa representación del clítoris se publicó en 2017", devela Larpenteur respecto al tabú que ha significado la sexualidad de la mujer. "Es importante que los niños rompan mitos desde pequeños; la violencia de género es una de las consecuencias de todo esto", afirmó el concejal de Cultura, Antonio Manresa, durante la presentación del proyecto este martes. "Hoy es necesario incidir en esa revisión de la historia para que la sociedad camine en una dirección más igualitaria", añadía José Luis Pérez Ponts, director del Consorci de Museus.

Este espacio didáctico es mixto, pero está dirigido básicamente a los chicos. "También es importante que se haga en este museo porque permite crear una referencia cultural y además se ofrece como una herramienta transformadora que se abre a la sociedad", explicaba Xelo Bosch. Y, aunque pueda sorprender, la primera sesión que se ha desarrollado en el aula —con alumnos del IES Jorge Juan— ha arrojado un resultado muy positivo para los organizadores. "Están más concienciados de lo que parece y han hecho preguntas realmente interesantes", afirmaba Bosch. 

"A veces en los institutos nos quedamos muy encerrados en los libros, pero ahora los alumnos han podido conocer esta realidad gracias a los autores de esta iniciativa", aseguraba Maite Sanz, tutora de la clase que ha acudido este martes a la primera sesión. "Les han ayudado a buscar su propia identidad, porque en los institutos a veces tenemos problemas para ayudarles en ese proceso en el que se construyen su identidad; hay alumnos que la tienen muy clara, pero a otros les cuesta mucho", añadió, agradeciendo además a Rosa Castells, conservadora del MACA, la oportunidad que les ha brindado a los centros educativos. 

El proyecto sale además del aula para conocer el propio museo. De hecho, se inicia dejando patente que de las 167 obras que componen la colección Sempere, solo nueve son piezas realizadas por mujeres. Posteriormente se hace un recorrido por cuatro obras: dos de la colección Siglo XX y otras dos de la colección Fundación CAM. 

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