VALÈNCIA. En octubre del año pasado se afirmó, por parte de los nombres vinculados a la Fundación del Diseño de la Comunitat Valenciana y a la València Capital Mundial del Diseño, que València tendría su propio Museo del Diseño. Esta iniciativa cobró fuerza con las creación del Arxiu Valencià del Disseny (AVD). En palabras de la Escola d'Art i Superior de Disseny de València (EASD), el Arxiu Valencià del Disseny es un “proyecto que nace en 2017 con voluntad de reunir, conservar y poner en valor la experiencia profesional del diseño. L’Arxiu Valencià del Disseny surge tanto por la generosidad de Vicent Martínez como por iniciativa de l’Escola d’Art i Superior de Disseny de València (EASD València) y de la Universitat de València, a partir de la donación del legado profesional del diseñador Vicent Martínez y de la diseñadora Lola Castelló, así como de la documentación sobre los proyectos desarrollados en la empresa Punt Mobles desde su fundación hasta 2012”.
“L’Arxiu Valencià del Disseny tiene como objetivos principales la custodia, conservación y catalogación de la documentación generada por los diseñadores, los estudios de diseño y los departamentos de diseño de las principales empresas valencianas, para que ésta pueda ser puesta a disposición de los investigadores sobre el diseño y la cultura contemporánea, permitiéndoles, a partir de documentación original, analizar los procesos de creación, producción, difusión y uso relacionados con el mismo”.
La vicepresidenta de la Fundación, Amparo Bertomeu, explicó que “la fundación quiere propiciar un Centro del Diseño con un espacio para exposiciones, para el Arxiu Valencià del Disseny, para la investigación y proyección de artes digitales y nuevas tecnologías, espacios colaborativos y de formación”. La antigua base de Iberdrola, en La Marina, es el espacio elegido para la sede del futuro Centro del Diseño.
La creación de nuevos museos y espacios expositivos siempre es motivo de alegría para la vida cultural de una ciudad o provincia, pero este brillo futuro no debe oscurecer las instituciones e instalaciones que ya existen en una urbe y que con el paso de los años han afianzado su propuesta y su papel. Aunque por el momento no contamos con un museo de diseño ad hoc, en València hay una serie de museos en los que indirectamente el diseño forma parte de su contenido. El Museo y Colegio del Arte Mayor de la Seda, el espacio Alfaro Hoffman, L’Etno y más centros atesoran en sus paredes algunas muestras del buen diseño.
El Colegio del Arte Mayor de la Seda nació en el siglo XV, ante la necesidad de unificar los criterios para la producción de la seda en València y así evitar los conflictos que se creaban por las diferencias de calidad entre un productor y otro. Este espacio, dedicado a la historia valenciana de la artesanía y a la vertiente industrial del diseño, es el archivo gremial más antiguo y extenso a nivel europeo. Está ubicado en uno de los edificios más llamativos de la arquitectura local. Desde que reabrió sus puertas en 2016, ha alojado exposiciones relacionadas con el empleo de la seda en vestimentas y objetos cotidianos, además de desgranar la profesionalización del gremio de los velluters.
En el Monasterio de Santa María se encuentra el primer museo de España dedicado a las artes gráficas. Este espacio radicado en El Puig es el segundo museo más importante de Europa en su categoría, después del de la ciudad alemana de Maguncia. En él encontramos réplicas de algunos de los ingenios históricos que permitieron la mecanización de la producción de libros, afiches y demás elementos en papel. El Museo propone un recorrido histórico a través del mundo de la imprenta, desde sus orígenes hasta nuestros días. En él se ubican máquinas tan representativas como la réplica de una prensa de madera, muy similar a la que utilizaron Gutenberg, Jacob Vizlant o Lambert Palmart en el siglo XV.
En el año 2000 se inauguró la sede de la Colección Alfaro Hofmann en la localidad valenciana de Godella. El arquitecto valenciano Emilio Giménez firmó el diseño de un edificio singular de 1.200 m2 donde se exponen de forma permanente unos 400 electrodomésticos que repasan los periodos de su divulgación, implantación y consolidación a lo largo del siglo XX. Esta entidad privada se dedica a la muestra y divulgación de sus fondos sobre la cultura del objeto cotidiano. Cuenta con más de 5.000 piezas de origen diverso, aparte de todo material gráfico que acompaña a cada ítem. La misión del centro es ejercer de archivo vivo del diseño de producto, una de las ramas más asociadas a la vida práctica.
Desde la dirección del MuVIM cuentan que este “se definió, desde su nacimiento, como un museo de ideas. Pero esto no quiere decir que se trate de un museo consagrado exclusivamente a la preservación y promoción de un patrimonio estrictamente inmaterial”. A lo largo de su singladura, el Museu Valenciá de la Il·lustració i la Modernitat ha acogido numerosas exposiciones en las que la cartelería, la aplicación del diseño gráfico, el cómic y los objetos cotidianos han tenido gran peso. De hecho, hasta inicios de septiembre en este centro se puede visitar la exposición temporal De la Bauhaus a la Salomé, un viaje a través de la tipografía como medio de experimentación artística.
El Museo Fallero es un exponente de las Fallas, nuestra fiesta reconocida por la Unesco como patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad. En el edificio ubicado en el distrito de Quatre Carreres se puede conocer la historia y evolución de la misma, así como las transformaciones vividas en sus apartados más visuales: el llibret, los monumentos o la cartelería. En este centro se conservan las fotografías que atestiguan el arte de la fiesta, los carteles ganadores de los concursos anuales y los ninots indultados de las fallas grandes e infantiles.
El Museo de Historia de València está ubicado en el antiguo depósito de aguas de la ciudad de València. Ildefons Cerdà y Leodegario Marchessaux construyeron esta edificación que hoy alberga distintos elementos que repasan la historia de la ciudad, desde sus orígenes hasta la actualidad. En las piezas que se exhiben hay lugar para mosaicos, cartelería, objetos de uso habitual y elementos ornamentales. Los fondos se dividen en los períodos Valentia (138 a.c. - 711), Balansiya (711 - 1238), València en la Edad Media (1238 - 1519), De las Germanías a la Nueva Planta (1519 - 1707), Municipio Borbónico (1707 - 1833), La ciudad del vapor (1833-1917), La modernidad truncada (1917-1975) y La València Viscuda (1975 - 2003).
El Museu Valencià d’Etnologia o L’Etno se creó en 1982 para recoger, estudiar y difundir todo aquello relacionado con la cultura popular y tradicional valenciana. Su colección permanente amplía el conocimiento etnográfico sobre la condición valenciana, el territorio y las costumbres. En las itinerantes, los carteles de fiestas populares, los elementos gráficos de los movimientos sociales y los recuerdos de los distintos períodos políticos que han agitado la existencia de la población valenciana se exponen para arrojar luz sobre las imágenes de nuestro pasado.