Entrevista a la síndica de Compromís en Les Corts Valencianes

Papi Robles: "La montaña me aporta una sensación de libertad espectacular"

Foto: KIKE TABERNER
6/08/2022 - 

VALÈNCIA (EFE/Loli Benlloch). La síndica de Compromís en Les Corts Valencianes, Papi Robles (Murcia, 1982), cuenta en una entrevista con EFE la historia que hay detrás de su nombre, habla de su pasión por la montaña, confiesa que canta en la ducha y desvela qué serie le tiene enganchada.

-La primera pregunta es obligada: ¿de dónde viene Papi?

-En realidad me llamo Carmen Luisa, pero detrás hay una historia simbólica muy vinculada a la historia de mis padres, que se llevan 30 años de diferencia. Mi madre le dijo a mi abuela paterna que su nieta se llamaría Carmen, como ella. Mi abuela materna cuando se enteró me llevó a escondidas a bautizar y me puso Carmen Luisa, para incluir su nombre.

En paralelo, un tío mío estuvo en Rusia, donde "papirusa" quiere decir "mujer bonita". Mi tío dijo: "Papirusa, que es muy bonito y muy cariñoso".

Empezaron con Papirusa de recién nacida, y después se acortó a Papi. La casa de mis padres se llama "Las Papirusas".

-Nacida en Murcia, crecida en Orihuela y arraigada en València: cuando le preguntan de dónde es, ¿qué responde?

-Soy del mundo. Siempre me ha gustado disfrutar de los lugares donde he vivido. Allá donde he ido me he mimetizado con los sitios y he sido muy feliz.

Foto: KIKE TABERNER

Ahora ya llevo una friolera de 17 o 18 años viviendo en València y me siento muy valenciana. Pero todos los sitios me cautivan siempre.

-¿Haber sido scout desde los 8 a los 28 años forja el carácter?

-¡Que si lo forja! Yo creo que un 50 % de la Papi de hoy viene de ahí. Nos enseñaron a mirar la sociedad desde un punto de vista crítico, pero constructivo: nunca te quedes mirando y hablando de lo que pasa, sino arremángate, trabaja con el resto y haz por cambiar el mundo. El escultismo habla de dejar el mundo en mejores condiciones que lo encontraste, y es un motivo que me acompaña, igual que el trabajo en equipo.

-¿Haber sido monitora scout le ha venido bien para dirigir el grupo Compromís?

-Sííí. Dentro de esos equipos siempre se ha trabajado mucho los roles que se distribuyen, cómo dar juego a todas las personas, el sentimiento de pertenencia, la capacidad de que todas las personas tengan una posibilidad de desarrollarse ahí dentro. Esa trayectoria como monitora me ha ayudado en la vida en general una barbaridad también.

-Si le pido que elija entre salir a correr, salir en bici o salir a la montaña, ¿le pongo en un aprieto?

-No, salir a la montaña, sin duda. Salir a correr y en bici son como espacios deportivos más vinculados a la ciudad, pero la montaña tiene el componente de la naturaleza, de mucha libertad, de mucha paz. Y ahora tiene mucha vinculación también con la familia y los amigos.

Foto: KIKE TABERNER
-Cuando programan las vacaciones familiares, ¿dudan entre playa o montaña, o no hay dilema?

-Ja, ja, ja, no. Nuestras vacaciones son en la montaña. En algún momento determinado también vamos a la playa, porque hay que disfrutar de todo, pero somos de montaña, sin duda.

-¿Qué le aporta la montaña?

-Una sensación de libertad espectacular, muchísima paz interior, conexión con el mundo y una capacidad de superación que te permite un esfuerzo por mejorar que es muy chulo, muy natural. Y cuando la vives en grupo, te permite ver a las personas en su máximo estado, una de las cosas que más me enamora.

-¿Es de las que canta en la ducha?

-Je, je, je, intento cantar, pero menos mal que nadie me escucha, porque la capacidad sonora es terrible. Cantar trae mucha alegría, la música en casa siempre nos acompaña y me gusta cantar, me desquita un poco. Celtas Cortos, Sopa de Cabra y cantautores me han acompañado en el camino.

-¿La encontraremos en estadios deportivos?

-Sí, porque tengo un hijo superforofo de cualquier deporte y me encanta compartir con él estos espacios. Hemos encontrado el filón del baloncesto femenino, pero también vamos a ver al Levante y nos gusta ver carreras de orientación, esquí de travesía...

Foto: KIKE TABERNER
-¿Es fiel a alguna serie o le gusta ir probando?

-Nunca he sido muy televisiva, en mi casa no había tele, y no soy de engancharme a muchas series. Pero me gusta mucho "Cuéntame": empecé a verla hará veinte años, cuando vivía en casa de mis padres, y me genera mucha ternura. Y en plena crianza me enganché a "Madres trabajadoras", me pareció maravillosa.

-¿Es de pasarse horas en la cocina, o mejor catar lo que otros cocinan?

-A mí me sabe a gloria la comida que me hacen. Hago pan y me gusta, pero me pesa mucho la obligación de tener que cocinar día a día. Si es algún momento puntual, me pongo, pero no es una de mis principales aficiones. Soy más de recoger después, lo que nunca nadie quiere hacer.

-¿Donde esté una buena novela, que se quite un buen ensayo?

-Sí, la novela es como estar viendo un relato. Siempre me ha gustado la lectura como un espacio de desconexión. La última que me superenganchó es la trilogía del Baztán de Dolores Redondo. En verano cuando engancho algún libro ya no paro. Luego la vida me pasa por encima y leer me cuesta más en el día a día.

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-¿Practica la desconexión digital en vacaciones, o no puede evitar mirar el móvil de reojo?

-Buscamos mucho sitios sin cobertura, por salud familiar y mental. Y nos viene muy bien. Un día sin cobertura te da 365 días de vida.

-¿A quién de otro grupo parlamentario se llevaría a tomar algo por Benimaclet?

-En el espacio botánico, a Ana Besalduch (PSPV), porque hemos trabajado y nos hemos entendido mucho a nivel personal, y creo que sería capaz de entender la maravillosa idiosincrasia del barrio. Y en la oposición, me llevaría a tomar unas cañas a la plaza a Eva Ortiz (PP), por ser del mismo pueblo y tener bastante coincidencia con ella.

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