ALICANTE. Una de las marcas icónicas del sector calzado en la provincia, la ilicitana Panama Jack, sigue en plena forma. Durante el ejercicio 2018 (la empresa cierra sus ejercicios fiscales en mayo) la empresa de Antonio Vicente disparó su facturación un 43% y logró un importante beneficio, de cerca de 10 millones de euros. Panama Jack aporta el 95% de la facturación consolidada del grupo Grupp Internacional, propiedad de la familia del conocido empresario y filántropo.
Así, según las cuentas anuales de Panama Jack depositadas en el Registro Mercantil, la firma de Vicente ingresó 78 millones de euros por la venta del icónico calzado en 2018, un 43% más que el año anterior (54,6 millones), cuando la actividad de la firma zapatera ya experimentó un ligero crecimiento respecto a 2016 (46,3 millones). De esta forma, la empresa casi ha doblado en apenas dos años su volumen de negocio, mientras que el beneficio (9,4 millones en 2018) se ha triplicado en el mismo periodo.
El informe de gestión adjunto a las cuentas celebra que el pasado ejercicio "se han consolidado más si caben los objetivos ya conseguidos en años anteriores", al tiempo que subraya que "se ha seguido apostando por la mejora de producción de calidad con el mayor respeto al medio ambiente y sobre todo con el desarrollo de actividades de I+D+i". No hay que olvidar que la comunión con la naturaleza es precisamente una de las señas de identidad de la firma ilicitana. Por otro lado, "ante los cambios constantes que vienen produciéndose en el sector, Panama Jack sigue fortaleciendo y consolidando su marca en los mercados tradicionales, y acometiendo la apertura y la distribución de sus productos en nuevas áreas geográficas", señala el documento.
En este sentido, cabe destacar que según el desglose de ventas por mercados que figura en la memoria, la exportación ya supone el 53% del negocio de Panama Jack (que en el país que le da nombre se conoce como Havana Joe), cuando el año anterior el peso específico de las ventas al extranjero era del 49%. El 45% de las ventas, de hecho, se realizan a países de la Unión Europea, prácticamente el mismo volumen que en España (47%).
La firma empleó a 42 personas durante el ejercicio 2018, con más mujeres (22) que hombres, según la memoria. Panama Jack destinó a gastos de personal 1,48 millones de euros (un 13% más que el año anterior). El administrador de la firma, la sociedad Grupp Internacional (que actúa como cabecera de un holding que también incluye una constructora y una agencia de marketing) percibió 90.000 euros por esta función.
El fundador de Panama Jack es uno de los empresarios del calzado que hace unos años decidió prescindir de las sicavs como vehículo de inversión. Como contó Alicante Plaza en su momento, Antonio Vicente liquidó sus dos sicavs a finales de 2016 (Faviren Ahorro e IVG Ahorro), que por entonces sumaban más de 40 millones de euros. El empresario también es conocido por protagonizar numerosas iniciativas filantrópicas (como la fundación 'Un Abrazo de Luz' para menores de familias desestructuradas) junto a su esposa, María José Martínez, a la que en 2017 incorporó a la gestión de su entramado empresarial como administradora solidaria.
Antonio Vicente posee el 75% de las acciones de la sociedad 'holding', mientras que su esposa es la titular del 25% restante. Grupp, a su vez, tiene el 100% de Panama Jack y es, como se ha dicho, su administrador único. En un entorno cada vez más marcado por la competitividad en el precio, la empresa ha seguido apostando por el diseño y la calidad de su calzado, unido siempre a la noción de aventura y naturaleza, y que se fabrica íntegramente en España. En los años de la deslocalización, Antonio Vicente intentó reducir costes (como toda su competencia) llevando parte de la producción a China, pero en 2011 abandonó la aventura asiática al no quedar satisfecho con el resultado del producto.