ALICANTE (EP). La capital portuguesa, Lisboa, acogerá desde el 27 de junio hasta el 1 de julio la Conferencia de la ONU sobre los Océanos, aplazada desde 2020 a consecuencia de la pandemia provocada por la covid-19, y que está organizada de manera conjunta por los Gobiernos de Portugal y Kenia con el objetivo de avanzar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
En concreto, el encuentro se centrará en buscar avances al Objetivo de Desarrollo Sostenible número 14, que subraya la necesidad de conservar y utilizar de manera sostenible los océanos, mares y recursos marinos del planeta.
En el marco del encuentro se promoverá una serie de soluciones innovadoras con base científica muy necesarias con el objetivo de iniciar un nuevo capítulo en la acción mundial para los océanos.
Según informa la Organización de Naciones Unidas, entre las soluciones se incluye las posibilidades de abordar las amenazas para la salud de los océanos, la ecología, la economía y la gobernanza del océano: la acidificación; la basura marina y la contaminación; la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada; y la pérdida de hábitats y biodiversidad.
Los océanos cubren el 70% de la superficie de la Tierra y son el hogar de alrededor del 80% de toda la vida en el mundo, convirtiéndolo en la biosfera más grande del planeta. Generan el 50% del oxígeno que necesitamos, absorben el 25% de todas las emisiones de dióxido de carbono y capturan el 90% del calor adicional que generan dichas emisiones, lo que los convierten en el pulmón del planeta y en el mayor sumidero de carbono.
La Cumbre se iniciará el 27 de junio, lunes, a las 10.00 horas (11.00 horas en España) y terminará previsiblemente el viernes con la adopción del informe final de la Conferencia y una declaración concisa para la acción y adoptada por todos los países.
El borrador final con el que comenzará la negociación comienza reconociendo que se necesita aumenta la acción en el océano basada en la ciencia y en la innovación incorporando a la sociedad civil y a otros actores influyentes y reafirmar el compromiso fuerte con la conservación y el uso sostenible de los océanos.
"Se requiere mayor ambición a todos los niveles" subraya la declaración, con el fin de adoptar la dirección adecuada para el océano. Como líderes y representantes de los Gobiernos, los países expresan en el borrador que están determinados a mejorar de manera decisiva y urgente la salud, la productividad, el uso sostenible y la resiliencia de los océanos y sus ecosistemas.
Así, reconocen que el océano es "fundamental para la vida en el planeta y para el futuro" y manifiestan su "profunda alarma" por la emergencia global que sufre, con niveles del mar que suben, una erosión de la costa en aumento, el calentamiento del agua y el incremento de la acidificación. "La contaminación marina se está incrementando a niveles alarmantes, un tercio de los estocks pesqueros están sobrexplotados, la biodiversidad marina sigue decreciendo y aproximadamente la mitad de los corales se han perdido, al tiempo que las especies invasoras suponen una creciente y significativa amenaza para los ecosistemas marinos y sus recursos", añade el borrador.
Aunque reconocen ciertos progresos en el ODS 14, lamentan que la acción no está avanzando a la velocidad o la escala requerida para alcanzar los objetivos y expresan su profunda en este sentido, por lo que expresan su compromiso para adoptar una acción urgente y para fomentar la cooperación global, regional y subregional, a todos los niveles como sea posible tan pronto como sea posible y sin demora alguna.
Por otro lado, el borrador reafirma que el cambio climático es uno de los mayores retos y muestran su "profunda alarma" por los efectos adversos de este fenómeno sobre el océano y la vida marina.
Del mismo modo, el borrador muestra el compromiso de los firmantes con la implantación del Acuerdo del Clima de París firmado en 2015 y sus objetivos así como con la implantación del Pacto de Glasgow (adoptado en la COP26 de noviembre de 2021 en Reino Unido) relativo a la necesidad de mitigación, adaptación, movilización de recursos financieros y transferencia de tecnología a los países en desarrollo y pequeños estados islas.
El borrador propuesto manifiesta también los "efectos devastadores" de la pandemia del COVID-19 especialmente en los países en desarrollo dado su grado de dependencia económica del océano y por la amenaza para la salud de los océanos derivada de la pandemia dada la incorrecta gestión de los residuos, incluidos los restos de plástico y el equipamiento de protección como guantes o mascarillas que han exacerbado el problema de la basura plástica en el mar y los microplásticos en el océano.
Los estados se comprometen en el borrador final para la Cumbre a iniciar acciones, programas y desarrollar soluciones basadas en la ciencia, en la innovación, a través de la cooperación internacional y acuerdos basados en la ciencia, la tecnología y la innovación, en línea con los principios de precaución. Al mismo tiempo, se comprometen a adoptar propuestas, soluciones y compromisos de manera voluntaria. Todo ello, concluyen para recuperar la armonía con la naturaleza a través de lograr un océano sano, productivo, sostenible y resistente, algo que es crítico para el planeta y el futuro.