ALICANTE. Un coche quemado, una señal de auxilio y una piedra “del fin del mundo” son las piezas con las que el artista Pablo Bellot ha conquistado el castillo de Santa Bárbara. Estas forman parte de la exposición Actos de comunicación que estará en el Aljibe de la fortaleza hasta el 2 de septiembre.
Esta exposición, procedente de la convocatoria pública Escletxes del Consorci de Museus, es la primera que se exhibe en el Aljibe, un espacio reservado hasta la fecha para otro tipo de eventos. El artista alicantino presenta para la muestra varias instalaciones que giran en torno a la incapacidad de comunicar del individuo contemporáneo.
Según José Luis Pérez Pont, director del Consorci, “el arte como catalizador de sentimientos también puede expresar rabia, inconformismo o lucha. Pablo Bellot nos presenta una muestra en la que además de alertar sobre el problema de la desinformación, ante el exceso de mensajes al que estamos sometidos a diario, su exposición es un intento por hacerse oír, una lucha por la libertad de expresión”.
La concejala de Cultura, Dolores Padilla ha resaltado la singularidad de la muestra que se inaugura "siendo la primera vez que uno de los espacios más significativos y únicos del Castillo se abren para realizar una exposición". Esto ha sido gracias a la firme apuesta de la concejalía, ha subrayado, con el objetivo de ampliar la oferta de espacios expositivos en la ciudad. Actos de comunicación consigue una integración perfecta en el propio espacio del Aljibe, han añadido.
Pablo Bellot ha reconocido que gracias a Escletxes ha hecho por fin la exposición que quería. Tras quince años de trayectoria profesional en los que ha obtenido distintos premios y expuesto en diferentes ciudades españolas, abandona el lienzo y lo sustituye por un coche quemado y el pincel por una piedra “del fin del mundo”. Para el artista, la comunicación en el mundo contemporáneo se ha roto y el mensaje ha sido sustituido por “actos de comunicación” para hacerse oír.
Exponer en el Aljibe ha constituido un reto para el artista, ya que suponía inaugurar el espacio como sala de exposiciones. “El Castillo y especialmente el Aljibe le da a mi exposición mucho dramatismo. Cualquier alicantino conoce la historia de este espacio que le aporta a mi trabajo muchas connotaciones al hablar de la libertad de expresión” ha expresado Pablo Bellot.
Son cuatro los años que lleva trabajando en esta investigación de la que han surgido ya veintidós “actos de comunicación”. De ellos, el Castillo de Santa Bárbara exhibe seis y, entre estas piezas, el artista reconoce que “por fin he reunido los recursos necesarios para exhibir Señales de humo como instalación”.
En su teoría creativa, el individuo contemporáneo, que vive inmerso en la era de la comunicación y la información, paradójicamente es incapaz de comunicar. Según ese razonamiento, está sometido a un estado de imposibilidad de ser, de queja, de reivindicación, de desahogo, de deseo. El mensaje se diluye entre la velocidad actual y la saturación que impide vivir el presente, existiendo en un eterno pasado desde el que no se vislumbra futuro.
Bellot considera que el individuo está abocado a utilizar el acto como mensaje, solo queda el grito y el puñetazo en la mesa como medio de expresión. El acto se considera desde un punto de vista punk y subversivo que declare sus intenciones, sentimientos y miedos en una sociedad inestable e imposible de presentir. Entonces solo hay un último acto de comunicación desesperado cuando el diálogo ya no es efectivo y solo se pretende advertir para poder continuar, por un pensamiento libre y una comunicación real. Codificar y descodificar el medio con el que mandar un mensaje es una constante, comunicaciones desesperadas, alteradas, agresivas e incompletas que muestran y satirizan el fracaso del propio proceso de comunicación.