ALICANTE. Enrique Ortiz declinó días atrás una oferta por el Hércules de 33,1 millones de euros.
Alicante Plaza puede adelantar que la misma era de un 'private equity' foráneo, que llegó a la mesa del empresario por medio de un intermediario y que aquel la rechazó por el mismo motivo que ya ha desestimado otras en el pasado o declinó hace un año el planteamiento de fusión con el Intercity que le hicieron algunos de los accionistas de referencia de este: la falta de garantías de pago.
El citado fondo se ofrecía a pagarle por las acciones de Zassh Tecnológica y las de la Fundación (que están embargadas por la citada mercantil), es decir, por más del 90% de los títulos del Hércules, la cifra de 33.120.932 euros, que no es otra que la cantidad a la que asciende el capital social de la entidad del Rico Pérez. Obviamente, la mencionada suma no se le abonaba en dinero contante y sonante en su totalidad y tampoco de inmediato: por un lado, el fondo asumía el pago de los algo más de 16 millones de euros de deuda que tiene reconocida el Hércules en el último concurso de acreedores (con acreedores privilegiados, ordinarios y subordinados), de acuerdo con los plazos e importes que se contemplan en el reconvenio de 2017; por otro lado, la suma restante, algo más de 17 millones, el fondo se comprometía a abonársela en efectivo, pero por partes y solo de acuerdo a la consecución de diferentes hitos deportivos (ascensos, fundamentalmente).
Como la oferta no iba acompañada de garantías de pago de ningún tipo (un aval bancario a primer requerimiento, para más señas), Ortiz la rechazó, algo que él mismo confirmaba a Alicante Plaza este miércoles.
La vía de un inversor que colabore
En la misma conversación telefónica en la que reconocía lo anterior, el empresario reiteraba que no cierra la puerta a vender el Hércules, pero "no a través de ofertas que no aseguran que el club queda en las mejores manos, que quien las firma cuenta con capacidad económica para asumir el pago de las deudas", por ejemplo.
Ortiz considera mucho "más factible" que pueda "sumar fuerzas con un inversor", al estilo de lo que ocurría temporadas atrás con Juan Carlos Ramírez (quien sigue en la ecuación, solo que ahora solo como accionista a través de Zassh, es decir, ya no aporta los 1.200.000 euros por curso de media que venía inyectando a las arcas del club blanquiazul): la pesada carga económica que representa el Hércules para Ortiz se ha visto amortiguada en el ejercicio 2021/22 (en el que se ha reactivado el reconvenio de acreedores) gracias al pago en agosto pasado por Abde de los 2.000.000 euros a los que ascendía su cláusula de rescisión, pero de cara a la 2022/23 el constructor ya no cuenta con esa inyección extra ¿Aparecerá ese caballero blanco?
