Ortiz: "Nos vamos a cenar"

ALICANTE. Poco después de las diez de la noche abandonaba Enrique Ortiz las oficinas del estadio José Rico Pérez. El constructor, afable como siempre, respondía con un "nos vamos a cenar" cuando se le preguntaba por el futuro de Lluís Planagumà que, no mucho más tarde pero directamente desde el vestuario, sin pasar por los despachos, dejaba las instalaciones del Hércules con la idea de que la mañana de este lunes ha de dirigir la primera sesión de trabajo de cara al choque ante el Orihuela del domingo (algo que confirmaba el propio club).

Nada más finalizar el partido ante el Sabadell, Ortiz, Juan Carlos Ramírez, Javier Portillo y el consejo de administración con Carlos Parodi a la cabeza constituían un gabinete de crisis del que no salía la decisión de destituir a Planagumà, no obstante la delicada situación clasificatoria del equipo, en posiciones de descenso a Tercera División con solo un punto de 12 disputados. Ramírez era el primero en abandonar el cónclave; lo hacía sin querer hacer declaraciones, al igual que harían posteriormente el resto. Casi en el mismo momento en que el empresario vasco se subía al coche comparecía en la sala de prensa un Planagumà que decía sentirse "dolido" por la situación y entender el "ambiente crispado", al tiempo que aseguraba verse "capacitado para darle la vuelta a la situación y consciente de lo que hay que hacer para lograrlo" y que los jugadores siguen creyendo en él: "El que crean o no crean es subjetivo (...) yo me quedo en que cuando el equipo está en una situación desfavorable lo intenta, pasó en Bunyol y hoy también, eso demuestra que quieren", decía el técnico blanquiazul.

El que la renovación de Planagumà fuera decidida por Ortiz y Ramírez en contra del criterio del director deportivo que abogaba (y lo sigue haciendo) por la contratación de su excompañero Pedro Munitis, parece encontrarse detrás de esta "vida extra" como titular del banquillo del Hércules que aparentemente se le concede al barcelonés. Ahora bien, habrá que estar muy pendientes de los movimientos de las próximas horas porque el propio Planagumà decía no saber nada del club en sala de prensa y la situación se mantenía a última hora de la noche del domingo.