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'test drive'

Opel Mokka X Excellence 1.6 CDTI 4×4: compacto y aventurero

29/09/2018 - 

MADRID. El fabricante alemán Opel, consciente de la imparable demanda de los conductores españoles de vehículos todocamino, cuenta con una gama amplia y versátil con la que dar respuesta a todos ellos.

Las propuestas que ofrece para los que buscan un vehículo polivalente, con una imagen contundente y un puesto de conducción más elevado que en un turismo son tres: Crossland X, Mokka X y Grandland X.

El Mokka, el tercero de los vehículos Opel más vendidos en España en 2017, con 17.025 unidades entregadas, ha sido el elegido por Efe para la prueba semanal .

Este modelo, cuya producción se inició a finales de agosto de 2016 en la planta zaragozana de Figueruelas, puede montar propulsores de gasolina, diesel o GLP (gas licuado del petróleo), con unas cifras de consumo de entre 3,9 y 7,6 l/100 km y unas emisiones de CO2 de entre 103 y 159 gr/km.

La versión analizada por Efe es con el acabado Excellence, motorización diésel de 1.6 litros de 136 CV y tracción total.

Con esta combinación, el consumo medio que le homologado la marca es de 4,5 l/100 km, que en la prueba realizada por Efe, en la que se han combinado recorridos urbanos e interurbanos, ha subido a 5,1 litros.

En ciudad y en carretera, el Mokka X se desenvuelve con soltura gracias a los 136 CV que eroga su motor diésel y que mueven con prestancia los algo más de 1.500 kilos que ha dado en la báscula este todocamino.

Lo mismo sucede en tramos revirados y en pendiente, en los que las leyes de la física nos recuerdan que los centros de gravedad altos, como el del Mokka, no son los más apropiados para una conducción dinámica como la que haríamos con un turismo de similar longitud.

Pero para evitar que la física nos juegue malas pasadas en forma de derrapajes o pérdidas de adherencia en los cambios de apoyo en curva es para lo que este modelo monta la tracción 4×4.

Cuando la electrónica detecta una pérdida de tracción (ya sea en curva o en el campo) pasa automáticamente mayor agarre al eje trasero para evitar que el vehículo pierda la trayectoria que se le dibuja desde el volante.

La dirección que monta es bastante fiable y transmite con rapidez lo que ocurre debajo del carenado, mientras que la caja de cambios manual es bastante precisa, pese a que los cambios son muy largos, algo que caracteriza a las transmisiones de Opel.

Otro gran aliado que invita a recorrer kilómetros con el Mokka X sin un destino fijado con antelación es el sistema de iluminación adaptativa AFL con faros LED, que adapta automáticamente los patrones de iluminación de los faros delanteros a la situación de conducción para ofrecer el mejor rendimiento lumínico posible sin deslumbrar a otros conductores.

Este sistema, que sustituye al anterior BiXenon AFL+, cuenta con nueve ajustes diferentes como luz de ciudad, luz de carretera secundaria y modo de turismo.

También goza de un buen confort de marcha por un sellado del vehículo aceptable que evita que en el interior del habitáculo se aprecie el ruido del motor. Sin embargo, el que sí se nota, sin ser molesto, es el de rodadura.

Por lo que respecta a la suspensión, es firme, algo que se aprecia al superar los resaltos en la vía, aunque en tramos bien asfaltados este detalle pasa desapercibido para los ocupantes del Mokka X.

Exteriormente, el Mokka X destaca por tener una parrilla en forma de doble ala afilada, lo que le otorga una silueta más ancha y sólida.

Debido a los amplios faros que equipa, la parrilla queda encastrada en una posición alta, lo que da prestancia al conjunto.

En la vista lateral, los pasos de rueda y las taloneras en negro le dan el toque típico de los SUV.

El protector de bajos de plásticos, el alerón del techo y unos faros que se difuminan por los laterales de la carrocería son las partes más destacadas de la zaga.

Para los amantes de la bicicletas decirles que es de nota el portabicicletas Integrado FlexFix, que permite transportar de una forma segura, cómoda y sin necesidad de herramientas, hasta cuatro bicicletas.

Se extrae y se guarda sencillamente en el parachoques trasero como si fuese un cajón y se acciona mediante una palanca que se ubica en el maletero.

Interior del Mokka X

En el interior, el acceso al habitáculo se realiza de una manera sencilla gracias a su altura libre al suelo y a que la banqueta se sitúa al mismo nivel que la cadera de una persona de 1,75 metros.

Las posiciones delanteras cuentan con espacio suficiente para las piernas y con suficientes portaobjetos en las puertas, la consola central y la guantera.

Desde el puesto de conducción todo queda a mano, pese a que los travesaños que sustentan el pilar A pueden dificultar tener una visión clara de lo que acontece en la calzada, sobre todo, cuando se producen giros, aunque esto se puede deber a la altura a la que el conductor sitúe la banqueta.

El cuadro de mandos presenta un diseño sencillo e intuitivo y el volante multifunción cuenta con calefacción.

En materia de conectividad, el Mokka X integra los servicios de movilidad y asistencia personal Opel OnStar, que dispone de un asistente personal y de la llamada de emergencia de forma automática en caso de accidente, así como el sistema multimedia IntelliLink, que traslada el mundo de los teléfonos inteligentes al interior del coche a través de Apple CarPlay y Android Auto.

El vehículo está homologado para albergar en su interior a cinco ocupantes. Aunque el espacio atrás para las piernas es suficiente con un conductor de 1,75 metros, la plaza central es algo incómoda para realizar trayectos de larga distancia por la dureza del apoyabrazos.

El maletero cubica 356 litros, una cifra que se incrementa hasta los 1.372 litros si se abate la segunda fila de asientos.

Si atendemos a los sistemas de seguridad activa y pasiva, el Mokka X está a la altura de lo que se espera gracias al sistema Opel Eye, que ofrece una cámara con mayor resolución y un procesador de imágenes mejorado, lo que tiene un impacto positivo en todas las funciones que soporta, incluyendo el Asistente de Luz Larga del sistema adaptativo inteligente AFL LED.

Se echa en falta el detector de ángulo muerto que ya se hace indispensable para la circulación y que no se puede adquirir con paquetes opcionales extra.

A lo que sí se puede optar es al detector de señales de tráfico; el indicador de distancia de seguridad, que utiliza la cámara frontal para detectar el movimiento por delante del vehículo; a la alerta de colisión frontal y a la de cambio involuntario de carril, que se activa automáticamente en velocidades superiores a los 60 km/h.

En definitiva, este modelo es una buena opción a la hora de decantarse por un modelo SUV, un segmento que no para de crecer en ventas y en nuevos modelos que lanzan los fabricantes.

Se sitúa en un rango medio de precio (24.812 euros) frente a su competencia. Las soluciones que ofrece en el interior, como los múltiples espacios en el habitáculo, los puertos USB para los ocupantes delanteros y traseros y los servicios de movilidad y asistencia personal Opel OnStar hacen de este modelo un SUV compacto y aventurero que hay que tener muy en cuenta.

Asimismo, si se elige la versión de GLP, es una manera fácil de obtener el distintivo ambiental ECO de la Dirección General de Tráfico (DGT), que permite en las grandes ciudades la circulación del vehículo en escenarios de alta contaminación.

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