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Oliu dice que está "muy cómodo" con la sede del Sabadell en Alicante y no se siente exiliado

2/02/2018 - 

MADRID (EFE).  (EFE).- El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, ha asegurado hoy que está "muy cómodo" teniendo su actual sede social en Alicante, tanto como teniendo su centro corporativo principal en la provincia de Barcelona y sus raíces históricas en la ciudad de Sabadell, y ha añadido que no se siente "exiliado" por el traslado de la sede social.

 En la rueda de prensa con motivo de la presentación de los resultados del banco en 2017, que se ha celebrado en Madrid, Oliu ha también ha aprovechado para subrayar que tras el "nerviosismo" generado en el mes de octubre por la inestabilidad política, que provocó salidas de depósitos, ya en noviembre y diciembre se recuperó por completo la "normalidad".

Preguntado por si el Sabadell se sentía cómodo con su decisión, a principios de octubre, de trasladar su sede social a Alicante por la situación política en Cataluña, Oliu no ha querido entrar en polémica y ha subrayado que Banco Sabadell es un banco "internacional y español" que compagina su "sede histórica con su sede social actual". "Estamos cómodos teniendo en Barcelona el centro corporativo principal y estando también en Madrid", ha añadido también Oliu, que ha dado por "agotado" el asunto del traslado de la sede social.

 Haciendo balance de la decisión del banco de mudar el domicilio social a Madrid, Oliu ha afirmado que "el hecho del cambio de domicilio era una especie de as en la manga que teníamos por si ocurría lo que ocurrió".

 "Los resultados (de 2017) han sido correctos a pesar de las dificultades que nos hemos encontrado por el camino, y eso es lo que vale", ha dicho Oliu en alusión al clima político. A la pregunta de si se sentía exiliado por haber tenido que trasladar la sede social del banco a la Comunitat Valenciana, ha respondido: "Yo no me siento exiliado. Me sentiría así si estuviera fuera de España. El banco es una realidad que está en diferentes partes".

En cuanto a la fuga de depósitos provocada la crisis política en Cataluña, ha dicho que tras un momento inicial de "nerviosismo" en octubre, el último trimestre del año se cerró con un balance positivo en torno a 1.200 millones.

 En cualquier caso, Oliu ha remarcado que no hubo "boicot", sino más bien una reacción de nerviosismo de la clientela, y respecto a las llamadas cuentas espejo, es decir, a las abiertas por clientes catalanes en otras comunidades, ha asegurado que no tenía datos y ha remarcado que todos esos ingresos quedan en definitiva "dentro del banco". 

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