VALÈNCIA. OHLA, la otrora OHL (Obrascón, Huarte y Laín) que cambió su histórico nombre en julio pasado, hizo ayer un alto en el camino en su senda alcista, tal y como se observa en el gráfico de Investing. La constructora controlada por los mexicanos Amodio -de ahí la A añadida- cedió un 2,35% después de tres subidas consecutivas y, además, según datos de Infobolsa, cambiando de manos 3,30 millones de títulos frente a una media diaria anual de 1,67 millones. Lo hizo en una jornada bursátil de carácter bajista donde el Ibex 35 perdió la cota de los 8.400 puntos ante la extensión de la variante Ómicrom de la covid-19.
La constructora dirigida por José Antonio Fernández Gallar cerró en los 0,830 euros, pero aún así se revaloriza este año un 51,38% para recuperar todo el terreno perdido en el parqué durante el pasado ejercicio (-41,83%). Tamaña subida la convierte en la séptima mejor cotizada de entre las 130 compañías que dan vida al Mercado Continuo en lo que va de 2021. Por delante solo tiene a edreams Odigeo (+82,91%), Rovi (+76,36%), Banco Sabadell (+68,64%), Tubos Reunidos (+64,46%), Fluidra (+62,78%) y Reno de Medici (+57,65%).
Una mejora que la acerca cada vez más a la cota psicológica del euro, que perdió por última vez el 14 de febrero de 2020 y desde entonces lleva colgada la etiqueta de 'penny stock'. Cierto es que a día de hoy no tiene bajista alguno en su capital con el mínimo legal del 0,50%, a partir del cual hay que desvelar el nombre y apellidos del 'corto' en cuestión. Así lo ha constatado este diario de la base de datos pública de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El que sí está presente, pero no con una posición corta, es el germano Deutsche Bank que hace dos semanas superaba por primera vez el 5% en el capital de la cotizada madrileña. A su vez el banco estadounidense Goldman Sachs la incrementaba, superando a la familia Villar Mir. De este modo se convertía en el tercer mayor accionista, solo por detrás de los Amodio y el fondo británico Sand Grove.
Buena culpa de la revalorización de OHLA la tienen dos factores: por un lado, haber vuelto a la senda de los beneficios al ganar 57,3 millones hasta septiembre frente a las pérdidas de 114,2 millones de los nueve primeros meses de 2020; y, por otro lado, los contratos que viene ganando de un tiempo a esta parte. Sin ir más lejos se acaba de imponer en la puja por una concesión en Chile que prevé una inversión de 287 millones de euros durante los próximos 15 años para la construcción y mantenimiento de cuatro hospitales en la región del Biobío, compuestos por un total de 569 camas que beneficiarán a una población de 400.000 personas.
Un concurso donde se presentaron Acciona, Sacyr, Grupo San José y Constructora y Edificadora GIA, según la información difundida por el Ministerio de Obras Públicas de Chile. El mismo que prevé que la construcción de dichos hospitales comience a lo largo del segundo trimestre de 2023, cuya finalización está prevista para el cuarto trimestre de 2025.
Por su parte, la semana pasada informaba que se había adjudicado, a través de su filial OHLA Buliding, un contrato en Miami (EE UU) para construir la mayor instalación polideportiva cubierta de Norteamérica, con cerca de 80.000 metros cuadrados, por unos 132 millones de euros. Días antes había ganado otro contrato en Estados Unidos para renovar una calle y un puente de Nueva York, valorado en 128 millones, por citar dos contratos más.