ALICANTE. Desde la gurú del orden doméstico Marie Kondo hasta los platós de María Teresa Campos, los interiores de la vivienda han estado presentes en la esfera pública de la televisión. ¿Pero sucede lo mismo con el espacio público de nuestras ciudades?
Bajo esta premisa, durante cuatro sesiones el Taller de Memoria de Carolines Baixes ha reflexionado con el vecindario de la plaza Castelló -conocida popularmente como Palmeretes- sobre las regulaciones y prejuicios que afectan a la relación entre el espacio público y los interiores domésticos.
“Parece una nimiedad, pero incluso en la normativa urbanística se cuestiona la representación pública de determinadas actividades asociadas a los cuidados en el espacio público, como tender la ropa en los balcones”, explica el arquitecto Carlos Pastor García. Con la colaboración de Juan Manuel López Carreño y una decena de vecinas de la plaza, alrededor de una mesa redonda los sábados por la mañana han elaborado relatos de la memoria del barrio a partir de los objetos domésticos de los participantes.
“El objetivo es pensar sobre la complejidad del sistema de objetos con el que habitamos, empezamos construyendo nuestra propia habitación en la primera sesión y vamos a acabar reconstruyendo uno de los muebles perdidos por una de las participantes, en el que montar el sistema de objetos que hemos construido entre todas durante estos días”, señala Juan Manuel López Carreño.
Incluso los propios elementos de la plaza han servido para realizar una lectura crítica de la memoria doméstica, como la fuente ornamental de la plaza y la antigua tarea de lavar la ropa a partir del agua de las fuentes públicas de la ciudad. Elementos que están a punto de desaparecer con la contestada reurbanización de Palmeretes, enmarcada dentro del plan EDUSI del que los colectivos vecinales piden más participación e implicación.
“Lo hacemos con una instalación que puede parecer extraña en el lugar, pero también hemos provocado esa extrañeza volviendo a sacar las sillas a la plaza y organizando estas conversaciones”, señalan los arquitectos. “El objetivo es repensar las posibilidades de convivencia y de surgimiento de lazos comunitarios que emergen al repensar la esfera pública desde la representación de lo doméstico”.
“Como reflejaba Fraser a principios de los noventa, la construcción de esta esfera pública principalmente vinculada al modelo social burgués, conlleva también la exclusión de determinados sujetos políticos de las plazas, unos parlamentos que basculan entre lo cotidiano y lo institucional. Reivindicamos la necesidad de mantener esta esfera pública, pero llenándola de todas aquellas cosas que, de un modo u otro, han estado tradicionalmente excluidas de la misma”.