el sur del sur  / OPINIÓN

Nuevos equilibrios en el PSPV

11/07/2021 - 

Comienza una nueva partida política. La remodelación del Gobierno anunciada y ejecutada por Pedro Sánchez abre una nueva etapa política, siempre que Cataluña y la recuperación económica lo permitan. Si falla alguna de estas dos aristas, iremos a elecciones anticipadas, más pronto que tarde. De lo contrario, el chicle se estirará todo lo que pueda. 

La remodelación del Gobierno -en la vertiente socialista- deja muchas claves, no sólo en la política nacional, sino también en la valenciana. La irrupción de Diana Morant como ministra de Ciencia e Innovación y la salida de José Luis Ábalos supone un giro de 180 grados. Está claro que las bases tendrán la última palabra, pero supone la irrupción de nuevos referentes en el PSPV y la desaparición -o el pase a un segundo plano- de otros, que pueden tener condicionantes en un futuro.

Empecemos por la que irrumpe. Diana Morant Ripoll era hasta este sábado alcaldesa de Gandia, octava ciudad en población de la Comunitat Valenciana, que asumió la vara de mando gracias a que un concejal de Cs la respaldó en 2015 para poner punto final a la traumática y polémica etapa del popular Arturo Torró, que rompió con el dominio socialista desde 1979. Aunque tiene 41 años, está considerada un joven valor del PSPV, surgida de la fábrica de los primos del partido, Alfred Boix y José Manuel Orengo, procedentes de la facción lermista como en su día lo fue la anterior alcaldesa, Pepa Frau. Lo que pasó en Gandía en 2015 es muy parecido a la historia municipal de Elche. Ambas ciudades están considerados feudos socialistas, en los que el PP sólo consiguió gobernar en 2011, tras la crisis económica, y durante cuatro años

Se trata, por tanto, de una persona de la máxima confianza de Ximo Puig que ha sido escogida por Pedro Sánchez para formar parte de su gobierno. Morant es ingeniera en Telecomunicaciones por la Universidad Politécnica y ha llevado a cabo en su ciudad, entre otras muchas cosas, uno de los principales proyectos de conversión de smart city, como han hecho otros ayuntamientos de la Comunitat como Alcoy o Vila-real, por citar dos ejemplos.  

Desaparece de la primera línea política José Luis Ábalos, un veterano socialista, curtido en mil batallas en el PSPV y en las múltiples facciones de los socialistas de la ciudad de València, que se sumó al proyecto de Pedro Sánchez para las primarias de 2017. Ábalos, además de convertirse en una de las personas de máxima confianza de Sánchez, ha logrado a su vez, durante este tipo, formar todo un equipo de colaboradores con importante peso en el PSPV y como principal alternativa a Ximo Puig. La gente de Ábalos controla la organización provincial del PSPV de València; situó al nuevo presidente de la Diputación de Castellón, José Martí, y tenía fundadas esperanzas en asumir la dirección provincial de Alicante de la mano de Alejandro Soler.

¿Qué pasara ahora? Ya se sabe, en la nueva política no se pueden hacer planes más allá de tres meses. Pero lo que sí que es verdad que la aparición de Morant en la política nacional supone una patada en los equilibrios del PSPV. Aunque el nombramiento es de Sánchez, no deja ser una persona de confianza de Puig en el Gobierno y quién sabe si algo más. Hasta ahora, los socialistas valencianos, los de Puig, y algunos de los que en su día apoyaron a Sánchez, intentaban hacer esfuerzos para que no hubiera alternativa al president con el fin de no desestabilizar las frágiles costuras internas del PSPV. De ahí que se haya intentado borrar -por tierra, mar y aire- el discurso del propio Puig del congreso de julio de 2017, en las que anunció que no se volvería a presentar a un tercer mandato. Pues quizás con este movimiento de Pedro Sánchez -remarco la autoría del movimiento más allá de la filiación de la agraciada- no haga falta que Puig vaya a un tercer mandato, ni siquiera al institucional por mucho que se produzca el adelanto electoral, con permiso de Cataluña y de la recuperación económica, si la hay. Y mientras tanto, veremos lo que sucede en los congresos y en el poder de la militancia, si es que esta vez hace falta. De lo no que hay duda -o al menos- no la tengo es que habrá nuevos equilibrios en el PSPV y quién sabe si en futuras contiendas electorales. La Comunitat pierde influencia en el Gobierno (tampoco nos lucía mucho últimamente, todo hay que decirlo), y puede que en Ferraz, también, Ahora bien, si había incertidumbre con el sucesor o sucesora, con Diana Morant ahí va un nombre.

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