CRÓNICA 

El nuevo FIB mira hacia el futuro tras recibir el espaldarazo del público

18/07/2022 - 

CASTELLÓ (EFE).- La nueva era del Festival Internacional de Benicàssim de la mano de The Music Republic se presenta diferente al FIB que los más puristas defienden y que los "indies" más veteranos anhelan pero deja sobre la mesa el espaldarazo abrumador del público que constata que la marca, abocada a desaparecer tras años a la deriva, tiene futuro.

La última jornada, tradicionalmente la de menor público, ha seguido la estela de los tres primeros días y ha registrado una gran entrada. La argentina afincada en Barcelona, Nathy Peluso ha incendiado el escenario principal a golpe de cadera, carisma y sensualidad y ha dejado una imagen insólita: todos cantando bachata con el tema 'Ateo', que la artista grabó junto a C.Tangana.

Antes los valencianos La Habitación Roja ha actuado en uno de los escenarios secundarios en el que han explicado que hace 24 años debutaron en el FIB y han mostrado su deseo de que "lo disfrutemos". La jornada ha dado también para escuchar la grandísima voz del mancuniano Tom Walker con un sonido impecable y desgarrador en el escenario principal. Y para otras formaciones británicas, como Circa Waves o Sea Girl poniendo a bailar a los británicos que esperaban, como el resto de los asistentes que escuchaban a La M.O.D.A., el concierto de Kasabian.

Con el vals que sonó para cerrar el festival -como siempre ha sucedido en el FIB-, tras el concierto de Viva Suecia, se cerró una edición que ha disipado dudas y ha marcado el inicio de una nueva era para el festival decano del panorama nacional.

Nació cuando los hermanos Morán abrieron el camino de los grandes festivales en España en 1995. En los siguientes 15 años se convirtieron en un gigante prestigioso, en el mejor evento de estas características, en los más modernos, innovadores y arriesgados. Un lugar en el que ver a grandísimos artistas pero también para descubrir otros no menos emocionantes.

Pero la deriva llegó al festival cuando el empresario británico Vince Power se hizo con el control total en 2009. Para entonces ya habían surgido muchas otras citas en el panorama musical español como el Primavera Sound de Barcelona o el BBK Live de Bilbao y los años siguientes proliferaron festivales de todo tipo hasta inflar una burbuja en la que ya resultaba difícil que la tarta diera para más raciones.
Power presenció la pérdida de público paulatina y dejó a la cita al borde de la desaparición ahogada en deudas hasta que en 2014 el empresario británico Melvin Benn tomó las riendas de la cita pero con la premisa de salvarla del desastre económico, por lo que los carteles no pudieron responder a las expectativas del público que continuaba decreciendo. El empresario, que confesó su amor a la cita benicense la cual llevaba años intentando comprar, finalmente sucumbió y la vendió a The Music Republic al cierre de la edición de 2019.

The Music Republic, empresa promotora del Arenal Sound, el Festival de Les Arts, el Interestelar Sevilla, el Viña Rock y el Granada Sound, tomó entonces el control de la cita y prometió "mantener la esencia".

Con la pandemia quedó en suspenso el examen y veredicto del público sobre el nuevo FIB. A pocas semanas de su celebración los más veteranos amantes del FIB miraban con escepticismo el rumbo que había tomado la cita.
Abonos a precios mucho más reducidos, un cartel sin riesgo y con nombres para satisfacer al público de masas -con bandas como Izal, La M.O.D.A. o Love of Lesbian- y con un público en su mayoría español, el FIB arrancó el jueves con un macroatasco en la N-340.

Una señal de lo que se ha visto después: un recinto totalmente abarrotado desde las primeras horas de la tarde, con un ambiente festivo, desinhibido, hedonista y con muchos reencuentros. Y el escenario principal recuperado y arropado por decenas de miles de espectadores.
No es el mismo FIB, pero probablemente en el escenario actual plagado de festivales y teniendo presente que los festivales son también un negocio que si no es rentable no se puede llevar a cabo, este sea el único Festival Internacional de Benicàssim posible.

La organización ha explicado a EFE sentirse muy satisfecha con la marcha de esta edición, dispuesta a corregir los posibles errores y a seguir creciendo. Cuentan con nombres ya cerrados para 2023 que no pueden revelar aún pero que dan muestra de sus ganas de seguir trabajando en la marca. Y ha anunciado ya que la próxima edición se celebrará del 13 al 16 de julio de 2023 y las entradas se pondrán a la venta el próximo 22 de septiembre. 

Noticias relacionadas