No sabemos votar

Hemos votado mal. Ese parece que sea el mensaje que nos ha lanzado el presidente en funciones cuando se anunció que habría nuevas elecciones. "En abril los ciudadanos hablaron claro, en mayo hablaron más claro", expresó, y le faltó decir a la próxima cita, no quiero ningún resorte de duda. Quiere más votos, quiere más escaños, quiere gobernar en solitario. Todo este tiempo ha sido un marear la perdiz, un teatro, un sí pero no.

Ahora tenemos dos bloques perfectos, el de la derecha con tres partidos y el de la izquierda con otros tres. Pueden elegir entre PP, Ciudadanos y Vox o sus análogos del otro lado; PSOE, Errejón y Unidas Podemos. Lo que yo creo es que volveremos al bipartidismo porque se ha demostrado que la fragmentación política es más representativa, es más democrática pero menos gobernable.

En las anteriores elecciones, los jefes (líderes es otra cosa) de los partidos tenían un mandato para que se pusieran de acuerdo con los números que había. Esa era su tarea, no la nuestra, gestionar una mayoría absoluta no tiene ningún mérito, lo difícil es aunar a favor de un proyecto común y a favor de un interés general cediendo y negociando. Pero ha faltado la voluntad de querer entenderse y se ha demostrado que cada uno va a la suya.

¿Y ahora qué? pues volveremos a votar (¡¡yo encantada!!) pero lleven cuidado algunos con los números y las encuestas porque a lo mejor se produce un efecto bumerang y le salta a las narices un rebote ciudadano porque puede que muchos electores enfadados elijan otra opción diferente a la del 28 Abril y a lo peor a alguno no le sale las cuentas. Tenemos una novedad, la presencia de Errejón, que puede quitar votos al PSOE y también a Ciudadanos. Llama la atención la rapidez de Compromís para adherirse al proyecto del rival de Pablo Iglesias, cuando todavía no se sabía las provincias por las que se presentará, se ha agarrado al proyecto Más Madrid volando, sin meditar si dicha alianza le puede dar algún disgusto al gobierno del Botànic 2. Yo no lo tengo muy claro, las infidelidades se pagan y si no que recuerde lo mal que le sentó a la coalición naranja la convocatoria anticipada (potestad del presidente Puig) de celebrar las elecciones en abril en nuestra Comunidad. Otro dato a tener en cuenta es que ahora no se va a dar tanta movilización, eso de "que viene VOX" que sacó a tanta gente a la calle, no se va a producir en esta convocatoria. Vox ya está en las instituciones y ya no generan alarma.

En las últimas elecciones celebradas en Alemania, un equipo negociador estuvo trabajando 12 días con sus noches hasta que los partidos implicados alcanzaron un acuerdo de gobierno que se plasmó en un documento de 177 páginas. Los diputados descansaban por el suelo a ratos, para dormir algo, hasta que lo consiguieron. Aquí, como si fuéramos muy ricos vamos a gastar más de 140 millones de euros en repetir unas elecciones que cambiará algunos resultados pero que no va a cambiar el panorama y en esta convocatoria los partidos sólo tienen una semana para explicar que van a hacer después de las elecciones.

Según un estudio de la Fundación BBVA el 82% de los encuestados cree que a los políticos le preocupa más los problemas suyos que los de los ciudadanos y es que esa fama se la han ganado a pulso.

Victoria Rodríguez Blanco