El ADDA empieza este mes su nueva temporada a la caza de todos los públicos. Más de 120 conciertos para los próximos 7 meses y su director promete muchas emociones
ALICANTE.- El Auditorio quiere crecer a golpe de creatividad y llenar el edificio de nuevos estilos. Su director artístico Josep Vicent puso recientemente sobre la mesa una agenda de más de un centenar de actuaciones con espectáculos como el de la Fura dels Baus. En el ADDA, están imprimiendo carteles extras de «entradas agotadas» o este es el objetivo de un buque musical que tiene como «mascarón de proa» su sexta temporada orquestal internacional.
Por primera vez, desde que en 2011, el Auditorio de la Diputación de Alicante abriera sus puertas va a contar con una programación variada y ampliamente definida en un calendario con pocos huecos. El alteano y director de orquesta Josep Vicent Ripoll Pérez es la cabeza visible no de un nuevo escenario, sino de muchos escenarios en un edificio abonado a las dudas sobre identidad y uso. «He hecho un trabajo de curator, que se dice en arte, de todo lo que hay alrededor de esta temporada. Siguen incluidos los ciclos de las bandas, la creación propia y, desde el punto de vista de la calidad y grandiosidad, la temporada orquestal», entre otras muchos proyectos.
«Que a nadie le sorprenda la capacidad escénica del ADDA, que a nadie le sorprenda que se haga ópera y que venga la Fura del Baus», asegura su director artístico, en el cargo desde abril de este año. «El Auditorio es muy amplio. Vamos a tener más de 120 conciertos, 12 ciclos diferenciados. Este es un edificio con una mística. Es un edificio con una función social que tiene que ver con la música más elaborada. No hay estilos vetados en el ADDA, quiero que poco a poco, vayamos incrementando la capacidad de discernir emoción y calidad».
Tres representaciones del Carmina Burana de la Fura del Baus el 25 y 26 de febrero, un concierto de Dani Martin, un espectáculo infantil (Brass, brass, brass), una experimento musical para familias (Biblioteca de sonidos y ruidos) o cuentos con instrumentos antiguos son los nuevos hilos con los que se tejen la red musical del ADDA. El objetivo está claro: todos los públicos y todas las iniciativas posibles para construir la identidad creativa de un espacio de acústica admirada y reconocida.
«Confío que en la temporada 17/18 pueda venir Michael Nymann a dar concierto. Creo que hay que darle continuidad a esa visita –agosto 2016». Josep Vicent habla del proyecto técnico del ADDA como un camino de largo recorrido, pero en constante actividad. Asegura que vamos a ver muchas cosas emocionantes en los próximos meses. No sólo música sinfónica, sino que más salas se ponen en uso. Él quiere exprimir las opciones que presenta el auditorio y hacer valer un proyecto de proximidad con el espectador. Para conseguirlo, asegura contar con un buen equipo y ser consciente de la dimensión. Reconoce ser perfeccionista y desde el minuto uno busca el 10 (es graduado cum laude por los conservatorios de Alicante y Amsterdam).
«Tu opinión no cambia si tienes más o menos dinero. Tu opinión respecto al hecho creativo es la misma. A veces tendrás que ser pequeño y otras grande, pero la filosofía es la misma». De esta manera, el director artístico expone su perspectiva entre las limitaciones presupuestarias y la programación, la primera delimitada el tamaño y la segunda se debe regir por la calidad. En medio, la creatividad y la didáctica. «En la contabilidad de un edificio artístico, hay más líneas que valorar. Hay que considerar qué efecto tiene en la sociedad que le rodea, cuanta gente viene, a cuantos niños les estas ayudando a que tengan un mayor capacidad creativa que aporte en un futuro más al PIB, es decir, la acción cultural y creativa es inversión. Tienes que verlo así, porque si no sólo programarías cosas que dieran pasta por un tubo», indica Josep Vicent.
«Tu opinión no cambia si tienes más o menos dinero. A veces tendrás que ser pequeño y otras grande, pero la filosofía es la misma»
Para el director artístico, «los auditorios no son como cajas de zapatos, donde se meten unas cosas y otras no. Son espacios de creación, donde hay que reforzarla personalidad de la sociedad en la que vives, la personalidad del entorno que tienes» y empujar a la sociedad para que aprenda y disfrute. Con esta filosofía de trabajo, está dispuesto a llegar a los empresarios y/o valedores de la cultura. Cita como ejemplo la Fiesta de la Música, el concierto en el que trabajó con Michael Nymann y The World Orquesta y a la que se sumaron distintas empresas y entidades con una fila cero. «Se les implica informándolos y hay que hacerlo día a día y es un camino a largo», aunque tiene claro que la identidad creativa y el éxito del ADDA pasa «por todos, incluidos medios de comunicación». En este sentido, el director pide absoluta rigurosidad y responsabilidad para ser capaces de exponer lo que está mal y por tanto, hay que mejorar y lo que está bien y hay que apoyar.
Porúltimo, parece que la «impronta, la personalidad creativa, desde el punto devista programático» cuenta con los profesionales o futuros profesionales. Haydos ciclos, ADDA Joven con los dos conservatorios de Alicante y otro, con elproyecto de la Orquesta Juvenil, y el de aspirantes de la Orquesta Juvenil.«Para nosotros los conservatorios son imprescindibles».
Primeragran parada: Ciclo Alicante Actual, jueves 13 de octubre con Daniel del Pino. Le seguirán otros ochograndes pianistas españoles que interpretarán las 32 Sonatas para piano de L. v. Beethoven, los 18 estudios parapiano de Ligeti y 9 estrenos decompositores españoles. Y saquen sus entradas.