entrevista

NDBT, el productor valenciano que acumula discos de platino desde la sombra

24/07/2023 - 

VALÈNCIA. Le llaman Nach, pero en los créditos de las canciones es NDBT, un productor valenciano que, desde la sombra, ha formado parte de grandes éxitos de artistas como Rels B, Dellafuente, o los youtubers Agustín 51 o RickyEdit. Empezó en la música con 15 años y se ha ido haciendo hueco conociendo a la gente sin pretensiones de estar en primera línea. Eso no le ha impedido hacerse con dos discos de platino y varios de oro. 

- Empezaste con 15 años, pero ¿cómo se dió el salto de pinchar en discotecas a trabajar con los artistas como Dellafuente o Rels B? 
- He pasado por todos los extremos que puede tener la música. Empecé viendo videos de David Guetta en YouTube, interesándome por lo que hacía. La primera vez que pinché fue en un pub de mi pueblo. Y a partir de ahí, hice contactos en el mundo de la noche de València, y empecé a pinchar en discotecas lights. Luego tuve la oportunidad de estar en un programa de radio, en Loca FM y fuimos uno de los programas pioneros en traer a artistas emergentes de la Comunidad Valencia. Fui haciendo más contactos y en Mallorca coincidí con Rels B, e inicié una amistad sin querer llevarla a la música. Ahí empezó todo.

- El gran salto fue FlakkDaniel’s. ¿Cuál era el reto de ese disco?
- Más que un reto, fue un tipo de experiencia muy bonita. Nos reunimos varios productores y músicos buenísimos con ganas de hacer algo posible. Fue un antes y un después tanto a nivel musical como a nivel de luego de organización para trabajar y seguir los pasos que quería Dani. 

- Y después llagarían Omar Montes, Natos & Waor, Recycled J… ¿no da un poco de vértigo enfrentarse a un encargo de una de estas personas, de uno de estos artistas?  
- Puede dar más vértigo la presión por tener que hacer un temazo al nivel de la categoría del artista que el enfrentarte a la propia persona en sí. No es lo mismo que te contrate una distribuidora a que tú ya seas el propio productor del artista que ha fichado… Yo empecé en un grupo de productores en el que se nos mandaba cada mes cuatro tipos de música con unas características y tú tenías que enviar estas canciones o esas maquetas para ver si al artista le encajaba. Si te daban el ok, tú ya seguías en ese proyecto. Cuando gustas es cuando ya trabajas mano a mano con los productores de ese artista, con sus músicos, sus ingenieros, etc.

Una productora nunca va a permitir sacar un mal tema. Ellos tienen un estudio de mercado muy profundizado y no se la juegan. 

- Últimamente has trabajado mucho con youtubers como Agustín 51 o RickyEdit. ¿Te has encargado de hacerlos artistas o ellos ya tenían un background? 
- Conocí a Agustín len plena pandemia en un estudio de Málaga. Él ya llevaba varios años escribiendo, lo que pasa es que siempre está ese miedo de sacar a la luz algo sobre lo que la gente opina tanto. A partir de estar en Andorra con Agust, él me presentó a RickyEdit, le estuve enseñando mis producciones y quiso que hiciera canciones suyas. A lo tonto, on todas las canciones que hemos sacado con ellos tendremos casi 15 o 20 millones de reproducciones. El último éxito fue el disco de oro de hace dos semanas de Agustín 51.

- ¿Tienes una marca de la casa, algo que te identifique como productor en las propias canciones? 
- No toco la guitarra, pero la tecnología ha avanzado mucho. Siempre me ha gustado añadir mi toque de las guitarras; también saxofones (tengo bastantes amigos que lo tocan). Es un toque que no se ve mucho, mucho más americano pero, por ejemplo, Quevedo también está incluyéndolo. Creo que estamos evolucionando hacia una mejor música, aunque estamos yendo despacito, la verdad.

- Háblame un poco más de eso. 
- Cuando hice mi curso de ingeniería, mi trabajo final fue masterizar de cero Bohemian Rhapsody de Queen. La canción tiene 155 pistas, si no recuerdo mal. Ahora las canciones (como mucho) tienen 20 pistas. De un tiempo a esta parte, tú te buscabas un beatmaker, te hacía la pista y tú ya cantabas sobre ella y se sacaba.

Ahora estamos evolucionando. El ejemplo es C. Tangana: en sus últimos shows también incluye música en directo. Muchos artistas no se pueden permitir el lujo de sacar un álbum y contratar a un guitarrista, a un saxofonista, a un ingeniero de sonido, etc. Estamos yendo hacia una música no tan producida por ordenadores y con un poquito más de talento de personas. Aunque aún falta bastante camino. 

- Todo este trabajo que has hecho, ¿ha sido fácil hacerlo desde València? 
- Yo no he parado nunca. He recorrido toda España pinchando, he invertido mucho dinero en mi proyección porque la música no es algo fácil… Puedes hacer música desde cualquier ordenador pero hay días más difíciles que otros. Yo, cuando pude, construí mi propio estudio aquí en València para poder tanto recibir a artistas en casa como viajar a otras ciudades.

Es más difícil la presión con la que tienes que trabajar y las madrugadas que te pasas escuchando un mismo tema. Esos son los momentos más difíciles. Yo nunca he querido que se supiera de lo que trabajo ni he querido ser una estrella ni he querido ser nada. Estoy en un espacio de confort pero es cierto que en València falta mucho apoyo.

Para una discoteca de València, resulta más fácil hacer un sold out si traes a un DJ internacional que si que si traes al mejor DJ emergente español. El festival Medusa, de Cullera, sí están dando esa oportunidad a gente de la Comunidad Valenciana.

Otro gran talento de aquí se llama Medina Kid, que es un chico muy bueno… Tenemos productores muy buenos en València; el paso que falta dar es el apoyo a esas jóvenes promesas. Somos como la cara oculta de una canción.

- Hay productores que dan el paso y sacan discos como proyectos personales con colaboraciones de artistas que hacen la parte vocal. ¿Tú te sentirías cómodo en un proyecto así?
- Sí, de hecho presenté hace poco a una discográfica un LP de canciones mías y la verdad es que teníamos bastante feeling con bastantes artistas. Pero en España tú no haces una canción y mañana la envías a Sony. Artistas tops normalmente tienen un contrato de exclusividad, así que no puedo llamar a Omar Montes, decir “mira tengo esta canción para ti” y ya está. Un featuring es un puzzle muy complicado que encajar.

- ¿Qué reto te marcas tú en el horizonte? 
- Estoy planeando para 2024-2025 ayudar a la gente de mi entorno a que no pierdan la fe de que la música es algo con la que puedes vivir. Me gusta ver a chavales, a gente que no tiene miedo a dar el paso. Yo tengo ya una carrera bastante larga y sé cuáles son los pasos para llegar a cierta gente, a saber cómo funciona Spotify, a saber cómo ayudarles. Mi futuro es seguir trabajando con los artistas que trabajo, obviamente, pero también que la gente no tenga miedo a dejar algo de lado por la música. 

No es un camino fácil, todo hay que decirlo, porque es un camino que o tienes enchufe, o tienes dinero, o tienes suerte. Lo mío todo fue suerte y sacrificio, pero no hay que abandonar este barco y tampoco ponerle las cosas difíciles a la gente.

- ¿Cuánto crees que depende de la suerte, cuánto de de los contactos y cuánto del dinero? 
- Si tienes dinero vas a triunfar, pero estamos hablando de cantidades de dinero impactantes. Si lo tienes y no tienes miedo, adelante, porque si te juntas con un buen equipo, va a salir bien. Sobre la suerte y la constancia, yo soy una persona que nunca ha tenido miedo a preguntar, a hablar, a levantar la mano si no entendía algo… Yo he aprendido mucho de eso. Obviamente he tenido que pagar mis micrófonos, mis altavoces, mi estudio, pero nunca he pagado por sacar algo con alguien. Pienso que, mientras haya talento y constancia en lo que tú haces y te gusta, tienes el camino más fácil. Pero obviamente, si tienes dinero facilita aún más.

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