Queridos alicantinos y todos aquellos que estáis en nuestra ciudad durante estos días, aprovecho estas líneas para desearos una Feliz Navidad y un próspero año 2024. En especial, quiero expresar mi agradecimiento a todos aquellos que en los días de mayores celebraciones familiares estáis dedicando ese tiempo en trabajos que son necesarios para toda la comunidad. Y hablo de quienes os dedicáis a la Sanidad, la Seguridad, el Transporte o la Limpieza. Quiero trasladar también mi solidaridad con quienes lo están pasando mal en estos días, tanto por cuestiones de salud como económicas y humanas.
La Navidad debe ser siempre tiempo de paz y esperanza, donde renovemos la promesa de construir una sociedad mejor a partir del nuevo año que comenzamos. Y eso no debe quedar solo en palabrería. Por eso valoramos aún más acciones y actitudes que nos reconcilian con ese espíritu de la Navidad como lo ha conseguido la chef estrella Michelin, Susi Díaz, acudiendo al Hospital General Doctor Balmis para cocinar en estos días para los pacientes ingresados. Ese es el auténtico sentido de la Navidad: una comida especial preparada por gente con una generosidad especial para personas que están viviendo un momento difícil de sus vidas. Un reconciliarnos con la Humanidad. De igual forma lo entienden profesionales como Pablo Montoro y otros muchos de diferentes sectores, que han dado rienda a su generosidad a través de Alicante Gastronómica Solidaria para servir en estas fechas más de 6.500 menús para quienes más lo necesitan. La sociedad civil sirviendo de ejemplo a todos de lo que debe ser y de como deben hacerse las cosas: con generosidad y con amor, mucho amor.
Son ejemplos de la Navidad alicantina y debemos luchar para que estos valores se mantengan todo el año. Hablamos de bondad, hablamos de esperanza y hablamos alegría. Bondad, esperanza y alegría como las que irradiaba nuestro Carlos Arniches, que en este año que termina se ha cumplido el 80 aniversario de su fallecimiento. Arniches, uno de nuestros más ilustres alicantinos, un hombre entrañable y bueno, pacífico y liberal que amaba a los humildes. El autor de La Señorita de Trevélez, Es mi hombre y El amigo Melquiades, un orgullo para nuestra tierra, destilaba ilusión y esperanza en el futuro, y humor. Que no falte.
Pero además del humor (que no falte, repito), es necesario que en 2024 trabajemos unidos en obtener los mayores y mejores frutos para nuestro Alicante, nuestra terreta. Todo ello pasa por salir del ruido y no dejar de practicar la escucha diaria a las inquietudes y necesidades de nuestra ciudad, que por ser tan diversa en sensibilidades y necesidades ofrece siempre perspectivas diferentes de las cosas. Necesidades que debemos atender todas las administraciones, cada una en lo suyo. Y la local, la primera. Por supuesto. Trabajaremos por unas mejores infraestructuras educativas, sanitarias, deportivas, sociales y culturales. Y por más empleo y más empresas. Y por más alternativas para mayores y jóvenes. Trabajaremos para todos, para que la ciudad siga avanzando y modernizándose. En ese empeño estamos y cada año iremos recogiendo los frutos del esfuerzo, como este año.
En nombre de todo el gobierno municipal y en el mío propio os deseo una Navidad llena de ilusión, alegría y esperanza. Y lo mejor, todo lo mejor para el año 2024.
Luis Barcala, alcalde de Alicante