EFE/Kai FörsterlingVALÈNCIA (EFE). Naves arrasadas y lodo por las calles es el paisaje que sigue vislumbrándose en el polígono de Riba-roja de Túria, en la provincia de Valencia, donde la noche de este pasado martes quedaron atrapados centenares de trabajadores por culpa de las lluvias que dejaron aislada esta zona industrial.
El polígono de la localidad valenciana cuenta con más de 1.400 empresas y 20.000 trabajadores, muchos de los cuales tuvieron que quedarse en la noche de este martes en sus respectivos trabajos, pues numerosos empleados fueron sorprendidos por la fuerza de la riada cuando intentaron volver a sus casas.
Después de haber vuelto a sus casas y descansar tras la tragedia un par de días, muchos de esos empleados han vuelto a sus respectivos trabajos simplemente para ayudar a quitar el fango que todavía afecta a muchas de esas compañías.
Con tractores, excavadoras o palés con los que empujar el lodo fuera de las naves industriales, los trabajadores se esfuerzan en estos momentos en readaptar sus puestos de trabajo y limpiar los numerosos desperfectos que todavía son visibles por todas partes.
No obstante, el mayor daño material del municipio está en su núcleo urbano y lo ha sufrido el puente sobre el río Turia, que conecta la localidad con urbanizaciones de la zona norte y que se encuentra cortado por daños estructurales.
El alcalde, Robert Raga, ya recalcó este jueves que trabajan en el término municipal 150 miembros de la UME, 17 agentes de la Policía Local, 10 de la Guardia Civil y 8 unidades de Bomberos, además de 50 operarios del servicio municipal de limpieza y jardinería.
Debido a esta situación, la atención sanitaria ha sido derivada al centro de salud de L'Eliana, y se trabaja en alternativas para facilitar el acceso a servicios esenciales y la continuidad del alumnado y trabajadores de las urbanizaciones.
