El presidente de Coepa, Francisco Gómez, dialoga con Salvador Navarro, en una visita a Alicante. Foto RAFA MOLINA VALÈNCIA (EFE). El presidente de la patronal valenciana CEV, Salvador Navarro, ha asegurado que el modelo que pretende Coepa para la nueva organización autonómica está "extinguido", y ha expresado sus dudas de que desde esta entidad se esté buscando no tanto defender la provincia sino "defenderse a sí mismos".
Navarro, en una entrevista a la Agencia Efe, ha afirmado que la CEV autonómica está para vertebrar el territorio, frente al modelo de confederación provincial, que lo que ha hecho, a su juicio, es "ayudar a desvertebrar" el territorio y que tiene "la puerta cerrada".
Ha opinado que el tiempo "juega a favor" del proyecto de la CEV autonómica, pese a que puede entender que haya desconfianza y suspicacias, pero pide que no se vea peligro en "mensajes cortos de miras" que dicen que Valencia no va a saber defender los intereses de todos en la Comunitat Valenciana.
Según ha relatado, la propuesta de integración de Coepa "se cogió con cariño" y planteaba pagar cien vocales (en total 130.400 euros anuales) y que la CEV se hiciera cargo de mantener a dos empleados (personal de apoyo al consejo empresarial) y el coste de la sede, así como los gastos derivados de su plan de viabilidad.
En este último punto, Navarro ha cuestionado que Coepa estuviera dispuesta a pagar 130.400 euros pero en cambio no tuviera disponibilidad para pagar a los extrabajadores, y ha señalado que a lo mejor no se trata de una cuestión de representatividad sino que "lo que quieren es el dinero de esa representatividad".
La Comunitat Valenciana es "una unidad de acción" y la debilidad es "no estar en sitios" como el Gobierno o los ministerios para defender los intereses propios, ha defendido. "No tiene sentido seguir hablando de territorios, porque son los sectores y las empresas los que hacen el territorio", por eso sería "un error" volver al modelo anterior del que, reconoce, él ha formado parte y que concluyó con la liquidación de la antigua patronal Cierval, contra la que varios extrabajadores han presentado una denuncia.
En ese proceso de construcción de la nueva organización que integrará sectores y empresas, en la provincia de Valencia ya quedan pocas asociaciones sin sumarse al proyecto, y en Alicante y Castellón se siguen incorporando.
Desde Alicante ya se han sumado los sectores del metal (FEMPA), el calzado (AVECAL), el turismo (Hosbec) y los centros de buceo (ACBCV) así como la naviera Baleària, Mas y Mas e Hidraqua; y en Castellón lo han hecho la cerámica (Ascer), el transporte de mercancías (ACTM) y las empresas Obinesa, Xiob, Grupo Gimeno y Dafsa.
Están previstas nuevas incorporaciones que se materializarán cuando sea aprobada su entrada en el comité y la junta directiva de la CEV del próximo 20 de julio.
La CEV ya cuenta con la representatividad como organización autonómica que supone el reconocimiento de la administración pública y de los sindicatos, y ha comenzado a andar con el nombramiento de los vocales en la Mesa del Observatorio Industrial y en la Mesa de Diálogo Social.
Navarro ha expuesto su compromiso de ir aumentando el peso de las mujeres en estos órganos, así como en las vicepresidencias de la nueva CEV, para que haya un mínimo de un tercio de mujeres.
Tras el próximo comité ejecutivo de la CEV, se enviarán a los asociados los nuevos estatutos para que hagan sus aportaciones, y en octubre o noviembre se celebrará la asamblea para aprobar las cuentas definitivas de 2016, el presupuesto de 2017 y la modificación de los estatutos.
Quedará pendiente la elección del presidente de la CEV autonómica, que será más adelante y a la que se presentará Navarro, que tiene intención de ampliar el número de miembros de la junta directiva de 60 a 100 y que la asociación más pequeña tenga representación.
Según Navarro, la CEV está definiendo un modelo en el que se esté "cómodo y confiado" y que genere confianza, y que seguirá teniendo su sede en su ubicación actual. Por el momento no se ha concretado el uso de la sede de la desaparecida Cierval, un edificio en pleno centro de València que pertenece a la CEOE.
