Nantay: la alicantina que etiqueta sus productos con códigos QR que desvelan los secretos de su elaboración

ALICANTE, (EFE). Códigos QR en los etiquetados de productos artesanales minoritarios para desvelar los secretos de las técnicas más tradicionales y más innovadoras utilizadas por pequeños agricultores locales es lo que propone una empresa emergente de Alicante para promover esos productos a nivel internacional.

La 'start-up' Nantay se ha fijado en elaboraciones casi "en peligro de extinción" por ser únicas del terreno en el que se elaboran.

Los códigos aparecerán en las etiquetas de los vinos, aderezos, aperitivos, mermeladas, aceites y sales que comercializan a través de su web, orientada tanto a particulares como a empresas.

"La idea es que el propio agricultor transmita la esencia y el valor que tiene lo que hace a través de un vídeo explicativo al que puede acceder el consumidor con su móvil antes, incluso, de probar el producto", señala la cofundadora de Nantay, Alexandra Marín, quien ha explicado que "es una manera de ponerle cara a ese bien que es tan singular".

"¿Y quién mejor para explicar esa singularidad que el propio agricultor", ha continuado.

El viticultor y enólogo alicantino Hilarión Pedauyé hace arrancar la fermentación de su vino en una gran tinaja de arcilla enterrada en pleno parque natural de las Lagunas de La Mata (Torrevieja) siguiendo una técnica milenaria y lo hace con un "giro moderno".

Ha comentado que "este vídeo ayudará a que el consumidor entienda las particularidades" de su vino pues "a veces cuesta que las entienda alguien del pueblo de al lado y nosotros queremos llegar a un público internacional".

Pedauyé ha lamentado la ausencia de relevo generacional en los cultivos de la zona y ha destacado que si no se impulsa este tipo de producción artesanal con variedades autóctonas en peligro de extinción "en unos años aquí no quedará nada de esto".

El ambientólogo y cofundador de Nantay, Eutinio Martínez, ha resaltado que, para ellos, se trata de "un proyecto de innovación social" que nació de la voluntad de promover productos "en riesgo de desaparición" y de "darle ese valor al productor que muchas veces está oculto".

Alexandra Marín ha adelantado que buscarán colaboraciones por todo el territorio nacional siempre tratando de "proporcionar un canal de comercialización a pequeños artesanos dedicados a producir algo propio de su terreno, que hable de su cultura y su patrimonio".