ALICANTE. La empresa ilicitana de calzado Mustang, fundada por la familia Ros y uno de los grandes exponentes del sector en Elche junto a Tempe, Pikolinos, Panama Jack y Gioseppo entre otras, sigue por la senda del crecimiento al calor de la recuperación, aunque la contracción de las exportaciones en los últimos años se ha dejado sentir en su cuenta de resultados. La firma que ahora preside Pascual Ros, de la segunda generación familiar, volvió a superar los 80 millones de euros de facturación en el ejercicio cerrado a finales de 2017, y de nuevo se anotó un beneficio simbólico.
Según las cuentas anuales consolidadas de la sociedad holding del grupo, The MTG Global Experience, el grupo de los Ros facturó 80,01 millones de euros, cuando un año antes el volumen de negocio llegó a los 80,77 millones. Después de impuestos, el beneficio neto de la sociedad dominante del grupo ascendió a unos 215.000 euros, cuando un año antes las ganancias consolidadas superaron los 840.000 euros.
El informe de gestión firmado por Ros apunta a que el ejercicio 2017 fue un año bastante "normal" para las sociedades que forman parte del grupo, pero en el que los mercados exteriores experimentaron un ligero retroceso. Así, las ventas internacionales de Mustang supusieron 18,89 millones de euros en 2017, cuando el ejercicio anterior fueron de 19,69 millones. El retoceso no se refleja solo en valores absolutos: la exportación aportó el año pasado el 23,6% del negocio de la firma, cuando un año antes fue el 24,4%, según la memoria.
Al contrario que otras enseñas del sector, Mustang ha apostado por realizar incursiones en el textil, e incluso en otros sectores ajenos a la actividad industrial. También ha sido seña de la casa la apuesta por la comercialización multicanal, sin tiendas de marca propia. Sin embargo, ahora parece que Mustang quiere poner en valor sus iniciales (MNG), y ha decidido eliminar sus marcas secundarias para crear toda una línea de artículos identificados con la marca principal, tanto en calzado como en textil.