Los lorquinos cumplen un año más con la tradición de subir al Convento de la Consolación a por 'rollicos' y reliquias de San Blas. Entre los primeros que acudían al monasterio de Mercedarias, enclavado en el casco antiguo de la ciudad, estaba el alcalde, Fulgencio Gil Jódar, quien ha animado a los lorquinos a cumplir con una tradición de más de un siglo de vida que recuperaban hace años las Antiguas Alumnas del Colegio Madre de Dios de las Mercedarias y Amigos de la Merced.
Este año se han elaborado casi media tonelada de dulces y 2.300 reliquias del santo, cuyos beneficios de la venta se destinarán a ayudar a familias desfavorecidas del centro escolar y de Lorca y a los damnificados por la dana de Valencia.
El alcalde, junto a las ediles de ONG´s, Belén Díaz Arcas, y de Economía y Hacienda, Belén Pérez, visitaba el grupo escultórico 'El milagro de San Blas', esculpido por Francisco Salzillo en 1755, que representa el milagro realizado por el santo al resucitar a un niño de pocos meses que se había atragantado con una espina de pescado.
Hay que recordar que tanto al dulce y como a las reliquias se les atribuyen propiedades milagrosas sobre determinadas afecciones, como pueden ser las de garganta, especialmente las infantiles. No en vano, San Blas es el patrón de los laringólogos.