MURCIA. El consejero de Educación y Deportes de Andalucía, Javier Imbroda (Melilla, 1961), ha muerto en Málaga a los 61 años de edad, según ha informado el diario Sur. Antes de su incursión en política, Imbroda era conocido sobre todo por su larga trayectoria en el mundo del baloncesto, donde llegó a ser técnico de equipos como el Real Madrid (2002-2003) e incluso seleccionador nacional (2001-2002). Padecía un cáncer de próstata, diagnosticado en 2017. Una enfermedad que él mismo calificaba de "inteligente y traidora" y por la que le hacía estar "en una montaña rusa emocional".
Imbroda, que también fue empresario, dio el salto a la política en 2018 al anunciar que se presentaría con Ciudadanos en Andalucía. Obtuvo el escaño en las elecciones autonómicas y ejerció como consejero de Educación y Deportes a partir del pacto de Gobierno entre el PP de Juanma Moreno Bonilla y la formación naranja de Juan Marín. Concurrió como independiente por su buena relación con el entonces líder nacional, Albert Rivera, y cinco meses después acabó afiliándose al partido.
Como entrenador, desempeñó durante 17 años en la Liga ACB y dirigió 605 partidos (es el sexto de la historia con más encuentros). Comenzó su carrera en Málaga, entrenando al Maristas Málaga, después llamado Unicaja de Málaga. Ese fue el equipo de su vida, al que además en 1995 llevó a una final de la ACB (que perdió contra el Barcelona). Posteriormente fichó por el Caja San Fernando de Sevilla, donde también fue subcampeón en 1999, derrotado igualmente por el Barça. Eran los mejores momentos de su trayectoria deportiva, pues en aquel año también disputó la final de la Copa del Rey ante el Tau Cerámica.
En 2001 recibió la llamada para entrenar a la selección española de baloncesto, en pleno germen de la que sería la mejor generación de la historia (Pau Gasol entonces tenía 21 años). Imbroda logró un bronce en el Europeo de Turquía y fue quinto en el Mundial de EEUU, donde venció a la anfitriona. Tras su periplo con España, en 2002 pasó al Real Madrid, donde no tuvo suerte (el club blanco no se clasificó por primera vez para el play off), y después recaló en el Grupo Capitol y el Vive Menorca. En 2009 dejó el baloncesto. En toda su etapa, fue nombrado dos veces mejor técnico de la liga española (94-95 y 98-99).
En política, Imbroda se ganó fama de ser un consejero dialogante y lejos del perfil típico, capaz de firmar pactos con la comunidad educativa. Se opuso al 'pin parental'. Recientemente reconocía en el Parlamento andaluz que su enfermedad se le había reproducido y diputados de la oposición le dedicaron intervenciones cariñosas y respetuosas. En una entrevista publicada en enero en el diario Sur, Imbroda afirmaba: "No quiero regalarle tiempo al cáncer. Me planteo la vida por semanas, no por años". Descanse en paz.