El MSC Orchestra, con capacidad para 3.223 pasajeros.ALICANTE. La naviera italo-suiza MSC Cruceros, la tercera por tamaño en el escenario internacional, redobla su confianza en el Puerto de Alicante (del que ya solía ser una visitante asidua) con su elección como punto de embarque de un primer recorrido turístico por el Mediterráneo a partir de julio de 2022. Como ya ha avanzado Alicante Plaza, la compañía recalará en la terminal alicantina con su buque Orchestra para tomar pasajeros en doce viajes distintos de once días y diez noches de duración que se prolongarán, en una primera campaña, hasta el 22 de octubre. Esa elección permite que Alicante recupere la condición de puerto base de la que dispuso hasta 2017 de la mano de Pullmantur.
Pero no solo eso. Ese primer ensayo servirá de test definitivo para que la experiencia de MSC pueda prolongarse durante la temporada de invierno gracias a los recorridos ofrecidos mediante un segundo buque. Se trata del Ópera -otro de los barcos de la compañía que también ha recalado ya en Alicante- con el que ofrecerá un itinerario distinto por el Mediterráneo Bajo, todavía por perfilar, aunque previsiblemente con tránsito en aguas de Portugal y Marruecos.
Ese segundo recorrido turístico comenzaría a cubrirse a partir del mes de noviembre y terminarían en marzo de 2023. Es decir, que Alicante acabaría convirtiéndose en puerto de embarque para los viajes turísticos de la compañía prácticamente durante todo el año, toda vez que en julio volverían a iniciarse los recorridos a cargo del Orchestra.
Por partes. MSC ha programado las primeras salidas de ese primer buque (el Orchestra) a partir del 4 de julio, en plena temporada alta para el turismo vacacional convencional: un primer elemento que distingue la propuesta respecto a los recorridos turísticos ofertados por Pullmantur, con salidas concentradas en el otoño. Con ese cambio, el Orchestra quedará abierto al público joven y a familias con niños, al coincidir con periodo no lectivo.
En principio, según confirmaron fuentes consultadas, se prevé que en Alicante pueda llegar a embarcar y desembarcar cerca de 500 cruceristas (en torno a una sexta parte de su pasaje, de 3.223 personas) procedentes de la provincia y de otros puntos del país, que opten por desplazarse hasta la ciudad y disfrutar de una estancia de hotel en los días previos a la partida (o posteriores a su llegada). Según fuentes consultadas, MSC prevé también que Alicante pueda ser punto de embarque para turistas procedentes de Portugal o de origen británico, por su conectividad aérea con Reino Unido a través del aeropuerto Miguel Hernández.
Desde Alicante, el Orchestra zarpará rumbo a Mahón, Olbia, Génova, Marsella, Málaga, Cádiz y Lisboa para volver a recalar en Alicante con un nuevo embarque y desembarco once días después. Esa cadencia se mantendrá hasta el 22 de octubre para retomarse en el mes de noviembre, en una fecha todavía por confirmar, con un segundo crucero con un itinerario diferente que MSC todavía no ha anunciado de forma oficial. En este caso, el viaje será a bordo del Ópera, con capacidad para cerca de 1.800 pasajeros.
LA APUESTA DE LA NAVIERA PERMITIRÍA QUE LA CIUDAD ACTUASE COMO PUNTO DE EMBARQUE DE SUS RECORRIDOS TURÍSTICOS PRÁCTICAMENTE DURANTE TODO EL AÑO: DESDE JULIO A OCTUBRE Y DESDE NOVIEMBRE A MARZo
Así, MSC recoge el testigo de Pullmantur -en concurso de acreedores, después de que la pandemia agravase sus problemas económicos - en una estrategia con la que tratar de cubrir las rutas de su mercado habitual. De hecho, como también avanzó este diario, se preveía que Pullmantur retomase su puerto base en Alicante a partir de este ejercicio, en un acuerdo que se había negociado en 2019.
Sea como fuere, lo cierto es que el Puerto ya había establecido conversaciones con MSC incluso antes de esa fecha con el fin de que ampliase su presencia en aguas alicantinas, en forma de escalas, para situar la salida de algunos de sus cruceros. Esas conversaciones se habrían venido intensificando en el margen del último año y medio, gracias al trabajo en común desarrollado por la División Comercial del Puerto, bajo la coordinación de Mónica Bautista; de la asociación Alicante por el Turismo de Cruceros (APTC) que preside Francesco Balbi (procedente, de hecho, de la propia MSC) y de la empresa gestora de la terminal, Costablanca Portuaria, en una labor en la que se sigue contando con la colaboración del Patronato Municipal de Turismo y del Patronato Costa Blanca.
Según fuentes consultadas, en esos contactos habría jugado un papel esencial el cambio de tendencia de las navieras tras la irrupción de la pandemia del coronavirus, en la medida en que se habría constatado la conveniencia de no concentrar los embarques en un único puerto. A ello, se unió la búsqueda por parte de MSC de destinos alternativos a incluir en sus rutas: la política habitual a la que recurren todas las navieras en el margen de dos o tres años para ofertar viajes distintos a sus clientes.
Así que solo bastó que esa combinación de factores confluyese con un tercer elemento definitivo: la organización de un famtrip en Alicante con responsables de MSC, durante el pasado mes de noviembre, para terminar de convencer a la compañía, según las mismas fuentes. En esa visita, la naviera pudo comprobar los protocolos de seguridad sanitaria desplegados en la terminal, así como la oferta turística, cultural y gastronómica de la ciudad, con algunos elementos de referencia como la propia fachada marítima o el Castillo de Santa Bárbara.
