ALICANTE. ¿Qué significa el agua para las personas? ¿Cuál es su verdadero valor? ¿Y su aportación a la salud a lo largo de la historia? ¿Cuál es el papel del agua ante las invasiones víricas? ¿Cómo protegemos el mantenimiento, reutilización y gestión del agua?
Con motivo del Día Mundial del Agua (efeméride que tiene lugar el 22 de marzo) Aguas de Alicante impulsa un encuentro el miércoles 24, cuya emisión tendrá lugar desde el Museo de Aguas en el caso antiguo de Alicante y que podrá seguirse a través del canal Youtube de la empresa desde las 17:30 horas. En él se pondrán sobre la mesa todas las cuestiones mencionadas, bajo el título: “El agua ante las invasiones víricas”, una mirada de diferentes expertos cuyo ámbito de trabajo está directamente relacionado con el agua:
El doctor Pedro Luis Ripoll ha efectuado un estudio acerca de la repercusión de los virus en las lesiones de los futbolistas de elite (Primera División). Fue también quien inspiró el estudio de lesionabilidad de los jugadores de Primera y Segunda División tras el confinamiento a consecuencia de la pandemia, una tarea pionera y sin precedentes, que acertó de pleno en sus augurios basados en criterios científicos.
Jorge Payá Sellés subraya que el agua “en el caso de las enfermedades víricas ha estado presente en la preparación de algunos de los remedios que la sabiduría popular y la ciencia del momento recomendaba utilizar para hacer frente a enfermedades como la viruela o la fiebre amarilla (presentes durante el siglo XIX en Alicante)”. “El agua -añade Jorge Payá- se usaba tanto para esterilizar el instrumental sanitario, como para preparar soluciones desinfectantes como el agua de Javela (clorato de potasa), agua clorurada y el agua fuerte (acido nitrito); o terapéuticas, como el agua carbón aplicada como un remedio eficaz frente a la epidemia de fiebre amarilla de 1804, en el en el lazareto de Alicante”.
Por su parte, Labaqua, empresa que ofrece soluciones de consultoría medioambiental y laboratorio de análisis a la industria y a la administración, anunciaba muy recientemente que suma la detección de las nuevas variantes sudafricana y brasileña a las variantes de Wuham y británica en aguas residuales.
Según explica su Consejera Delegada, “aunando el conocimiento de Suez en redes de saneamiento, diagnóstico microbiológico ambiental, el comportamiento de virus en aguas residuales y basándonos en criterios epidemiológicos y socioeconómicos, hemos desarrollado nuestra plataforma digital Covid-19 City Sentinel, una solución pensada para proveer al gestor público de una herramienta de visualización gráfica de datos, a través de un mapa dinámico del municipio con una sectorización por zonas de influencia que facilita trazar el origen del SARS-CoV-2”.
Robles añade que City Sentinel “además, sirve como observatorio único de información agregada, combinando los resultados analíticos con los indicadores de evolución sanitaria del municipio con el objetivo de aportar inteligencia a la toma de decisiones. El objetivo fundamental de estos estudios -concluye- es poder estimar la cantidad de personas infectadas y virus circulante en la población; evaluar la eficiencia de los tratamientos de aguas residuales para eliminar virus patógenos y bacterias; y cuantificar la descarga posterior de virus y bacterias dañinos en aguas marinas y el riesgo potencia que representan en la salud humana”.
A la salud contribuye también esa segunda vida del agua obtenida a través de la depuración. Una tarea que dirige otra mujer alicantina comprometida con el agua: María Flor García, gerente de Depuración de Aguas de Alicante. Bióloga de formación, desde 1994 desarrolla su carrera profesional dentro del mundo de la gestión del agua y los residuos. A partir del año 2013 asumió el puesto de Gerente de Operaciones de Depuración de Suez en Levante para finalmente desempeñar dicha responsabilidad en Aguas de Alicante.
En Alicante, las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR) de Rincón de León y Monte Orgegia, sirvieron a más de 545.000 habitantes, sólo en 2018. “La depuración en la ciudad de Alicante y su área metropolitana da servicio a más de medio millón de usuarios, entre población fija y flotante, lo que supone una enorme responsabilidad tanto desde el punto de vista sanitario como desde el punto de vista ambiental”, explica María Flor García. “No solo hablamos del tratamiento del agua propiamente dicho -agrega- también de todas las operaciones de captación, transporte y pre-acondicionamiento para poder activar los procesos de depuración y evitar que ni una gota de agua residual o restos contaminantes pueda acabar fuera del circuito de gestión y provocar impactos al medio ambiente”. “Asimismo -añade María Flor- la naturaleza de las operaciones de depuración supone la extracción de miles de toneladas de residuos de diversa índole, como son sólidos varios (toallitas, compresas, restos de plástico, fibras, colillas, arenas, gravas…), restos orgánicos, aceites, grasas y otros compuestos y finalmente, toda la materia orgánica disuelta que se transforma en lodos durante el proceso de depuración”.
“Evidentemente -concluye- contar con un sistema de depuración que elimine toda esta contaminación, que la gestione adecuadamente e incluso, en algunos casos, le dé un reaprovechamiento posterior supone una gran ventaja para la sociedad que permite poder disfrutar de nuestro entorno en las mejores condiciones y una garantía sanitaria sin la que hoy en día, nos sería difícil mantener nuestro modo de vida”.