ELCHE. Elche vuelve a ser cristiana tras la derrota incruenta de las huestes de la media luna el martes pasado en el Palacio de Altamira, que cedieron el control de la ciudad al rey don Jaime I de Aragón. El multitudinario desfile celebrado ayer por la tarde dejó patente a miles de ilicitanos y visitantes que la bandera de la cruz vuelve a ondear en la localidad.
La Entrada Cristiana, compuesta por más de mil personas de seis comparsas (Estudiantes, Astures, Filá Boscos, Caballeros Halcones, Caballeros Templarios y Piratas), marchó por Reina Victoria y Corredora hasta Puente Ortices, estando comandada por el capitán Justo Alacid. Si bien la comitiva fue encabezada por el abanderado de la Asociación Festera de Moros y Cristianos, Esteban Canals.
Uno de los momentos clave del recorrido fue el paso del contingente cristiano por la Plaça de Baix, que arrancó los vítores y aplausos de los presentes, dada la vistosidad de las carrozas e indumentarias, amén de la solemnidad y la coordinación con las que las escuadras cristianas hicieron suyas las calles de Elche.
El alcalde, Carlos González; la edil del área, Mariola Galiana; el presidente de la Asociación Festera de Moros y Cristianos, Julián Fernández; la pregonera de 2022, Blanca Paloma; las reinas y damas de las fiestas, miembros del Equipo de Gobierno y de la Corporación Municipal fueron testigos del acontecimiento, enmarcado en unas celebraciones de Moros y Cristianos que han resurgido con gran fuerza tras más de dos años sin poder desfilar a causa de la pandemia.
Este jueves tendrá lugar en la parroquia de San Juan el bautizo de neófitos a las 19:00 horas para, inmediatamente después, dar inicio desde dicho templo situado en el Raval a la llamada procesión ofrenda.
No hay fiestas sin música, y en el caso de Elche hay una tradición más que centenaria de canciones tradicionales que se han mantenido y que no solo son meras canciones, sino pequeños capítulos de mitos y tradiciones de siglos de historia que crean identidad