VALÈNCIA. Miguel Tellado (Ferrol, 1974) cogió las riendas de la vicesecretaría de Organización del PP hace casi un año. Lo hizo en una etapa de plena convulsión interna del partido tras la salida de Pablo Casado. Persona de la máxima confianza del líder nacional, Alberto Núñez Feijóo, es uno de los cargos de Génova a los que más puede verse en la Comunitat Valenciana de unos meses a esta parte. Especialmente junto a la presidenta popular en la ciudad de València, María José Catalá. Durante esta semana, además de hacer visita fallera, se ha desplazado a Alicante y Castellón.
-Su principal misión desde que llegó a Génova ha sido la de recomponer el partido a nivel interno y territorial. ¿Qué balance hace de toda esta labor?
-Llegamos a la dirección del partido en abril del 2022 y es verdad que veníamos de una situación compleja. Pero la realidad es que hoy somos alternativa de Gobierno tanto a nivel nacional como a nivel autonómico y local en buena parte de España. Si analizamos la situación electoral actual, allí donde gobernamos estamos en condiciones de mejorar sustancialmente los resultados hasta el punto de estar acariciando mayorías absolutas, como en Madrid y Murcia; y donde no gobernamos tenemos opciones reales de ganar el Ejecutivo en todas ellas. Eso no sucedía hace un año. Hay una pulsión de cambio que recorre todo el país. Creo que hemos hecho bien las cosas internamente. El objetivo es que aquellos que votaron al PP sigan haciéndolo; conseguir que los que los últimos años han dejado de hacerlo vuelvan; y optar por un electorado que nunca ha votado al PP y que ahora encuentra motivos por primera vez. Este último electorado es gente que dio su apoyo a Pedro Sánchez, a Ximo Puig o a Joan Ribó y hay cosas que no les han gustado.
-¿Qué cree que necesitaba el partido a nivel territorial?
-Es evidente que en 2019 obtuvimos unos resultados francamente malos y nos teníamos que constituir en alternativa real de Gobierno de nuevo. Hay muchos españoles que se están fijando nuevamente en el PP y esto va de conseguir la confianza de la gente para lograr grandes mayorías electorales. Desde 2015, la política española sufre un proceso de fragmentación que los partidos de la izquierda asociaron a la idea de que cuanta más fragmentación política mejor representación, pero la realidad es que hay más desgobierno. La gente lo que espera es construir grandes mayorías que le den a la política estabilidad y gobiernos serios y solventes. Hoy estamos gobernados por un PSOE que está amarrado a partidos que no creen en España. Es un Gobierno chantajeado por extremismos e independentismos. Esta situación es un error para la política nacional.
-La unidad del partido resulta fundamental para presentarse a las elecciones. ¿Está el PP más unido que hace un año?
-Creo que estamos más unidos que nunca. Los ciudadanos están cansados de escuchar a los políticos hablar de los problemas de sus partidos. Y desde hace un año tenemos a un PP que es el único partido que habla de los problemas de la gente. Estamos especialmente centrados en ofrecer soluciones y hemos recuperado el pulso político del país. Para ganar las generales es fundamental el resultado de las autonómicas y municipales y eso lo tenemos claro. La clave es conseguir ser útiles y eso nunca se puede perder de vista.
En España hay un Gobierno en llamas, que pese a la situación que vive nuestro país está más preocupado por la "salud de la coalición", como lo expresó Yolanda Díaz, que de la calidad de vida de las personas. Estamos en un momento en el que el precio de la vivienda se ha disparado, la cesta de la compra se ha incrementado por encima del 20% y preocupan mucho los precios de la electricidad y los carburantes. Pero al Gobierno de España le preocupa todo lo demás menos eso. Viven en una realidad paralela y no es plenamente consciente de las dificultades de las familias. El triunfalismo en el que están instalados no se corresponde con la realidad de la mayoría de las personas.
Para la lucha contra la situación actual tienen los fondos europeos y cada vez que analizamos su gestión lo que descubrimos es que somos el país que peor y con menos transparencia está gestionando esos recursos. Somos el último país de Europa que no ha recuperado los niveles de PIB prepandémicos y somos líderes en desempleo en Europa. Todo en un Gobierno que ha batido récord en deuda pública.
-Insiste mucho en no estar pendientes de los problemas internos del partido para ser útiles. ¿Cree que el PP ha cometido ese error, especialmente hace un año, y no debería volver a repetirlo?
-Los partidos debemos dejar de mirarnos a nuestro propio ombligo y mirar hacia afuera, hacia la sociedad a que queremos servir y representar. De lo que se trata es de ser los mejores representantes y es ahí donde se consigue la confianza. Lo interno, interno debe ser. Cuanto más hablamos de eso más nos alejamos de la realidad. Hoy es lo que le sucede al PSOE. Está muy preocupado por la estabilidad del Gobierno y muy poco por lo que ocurre en la calle. Se niegan a algo tan elemental como bajar el IVA de la carne, el pescado y las conservas. Lo hemos propuesto y nos han dicho que no. Esta crisis es distinta a la anterior, pero está afectando a muchas familias y el Gobierno la trata de tapar a través de la manipulación de distintos indicadores. Uno de ellos es el de los datos del paro. La figura de los fijos discontinuos está distorsionando las estadísticas y hay más parados de los que el Gobierno está dispuesto a reconocer. Hay cientos de miles fijos discontinuos a los que no cuentan como parados.
-Por el cargo que ocupa, ¿cómo se gestiona tratar de apagar cualquier incendio antes de que se extienda?
-Creo que el partido ha aprendido de sus propios errores y que está muy centrado en la tarea. Toda la estructura es consciente de que este es un año electoral y que el partido es útil en la medida en la que consigue el respaldo de la ciudadanía para ganar elecciones y que es desde los gobiernos desde donde se pueden cambiar las cosas. El PP es un partido de Gobierno, no de oposición. De hecho, probablemente lo peor que hacemos es oposición. No somos un partido que se dedica a representar única y exclusivamente a la gente que piensa como nosotros.
"Creo que el PP ha aprendido de sus propios errores y que toda la estructura es consciente de que el partido es útil en la medida en la que consigue ganar elecciones"
-Queda claro que la Comunitat Valenciana es un territorio fundamental para el PP. ¿Es la puerta de la Moncloa para ustedes?
-La Comunidad Valenciana tiene una importancia tremenda. Primero, por ser un territorio muy importante dentro de España y porque es un símbolo para el PP. Aquí hemos gobernado, hay un recuerdo especialmente importante si miramos hacia la ciudad de Rita Barberá como alcaldesa. Pero más allá del símbolo que es la Comunitat para nosotros, creemos que necesita un cambio de Gobierno por higiene democrática y eso sólo puede venir de la mano del PP. Si miramos aquí, vemos el escándalo de Mónica Oltra, amparado por Ximo Puig; la investigación por las ayudas a dedo de Puig a las empresas de su hermano; el caso Azud; o las posibles ramificaciones del caso Mediador.
-El partido está volcado con la Comunitat Valenciana con presencia de líderes nacionales, que parece lógico que se incrementará los próximos meses. ¿Están aprovechando la mala situación de la marca PSOE, a la que el PSPV no parece que quiera muy cerca?
-Efectivamente, hay barones socialistas que parece ser que le han pedido a Pedro Sánchez que cuanto menos bajen al territorio mejor. Pero lo único que puedo decir es que Ximo Puig pertenece al mismo partido que Pedro Sánchez y que por mucho que reniegue de él, es un clon de Sánchez en la Comunitat Valenciana. Él también se apoya en determinados partidos que no creen en España.
-¿Cuáles son los principales compromisos que adquieren respecto a las necesidades de la Comunitat Valenciana? Feijóo se ha comprometido a cambiar el sistema de financiación, pero no es sencillo de resolver sin un acuerdo, al menos, entre el PP y el PSOE. ¿Qué piensan hacer para lograrlo?
-Pienso que la política nacional, a lo largo de estos años, de la mano del PSOE, ha estado muy condicionada por el peso de los socios parlamentarios que han tenido tanto Pedro Sánchez como José Luis Rodríguez Zapatero en lo referente a la financiación. Lo cierto es que el modelo actual tiene mucho que ver con los equilibrios parlamentarios que tuvo que hacer Zapatero y que finalmente beneficiaron a autonomías como Cataluña. Es fundamental recuperar pactos de Estado sobre los asuntos que nos afectan a todos, como la financiación y el agua. Aquí lo que no vale es enfrentar a unas comunidades con otras y hacer españoles de primera y de segunda. Hace falta un nuevo Gobierno que no apoye todas sus políticas en la aritmética parlamentaria para mantenerse en el poder.
-Sin embargo, esa aritmética parlamentaria es necesaria para sacar adelante un nuevo sistema de financiación. Le insisto, ¿qué hará el PP?
-Lo que no es de recibo es que partidos que no creen en España sean los que finalmente decidan lo que hace un Gobierno, que es lo que está ocurriendo con ERC y Bildu. Nosotros lo que queremos es que haya cuestiones de Estado que se pacten entre los grandes partidos con luz y taquígrafos en el Congreso.
-Parecía que la precampaña podía estar marcada por la ley del 'sólo sí es sí' y otras polémicas del Gobierno central, pero de repente aparece el caso Mediador. ¿Qué posición va a mantener el PP con este asunto? ¿Optará por la prudencia a la que suele aludir Feijóo o se va a convertir todo en una bajada al barro ante la cercanía de las elecciones?
-Tenemos un Gobierno que tapa un lío con otro. Realmente, quien le hace oposición al Gobierno es el propio Gobierno. Día a día vemos los enfrentamientos y las torpezas legislativas como la de la ley del 'sólo sí es sí'. Sobre el caso Mediador, nosotros lo que le pedimos al PSOE es que aclare con la misma transparencia que le exige a otros todo lo que está sucediendo. Estamos hablando de un presunto caso de corrupción en el que están implicados miembros del grupo parlamentario que preside Pedro Sánchez. No estamos hablando de corrupción de hace una década, sino de hace dos semanas, que afecta a miembros del grupo parlamentario que presiden Pedro Sánchez. Mordidas, comisiones, tráfico de influencias, prevaricación, cohecho... y en el medio prostitución y drogas. Esto nos recuerda mucho a lo que sucedió en Andalucía. Y ocurre en un momento en el que el PSOE trabaja en el indulto de Griñán y abarata el delito de malversación. A nosotros no nos gusta que la campaña se vea plagada de este tipo de cuestiones, nos gustaría hablar de lo que afecta a las familias españolas.
Por ejemplo, escuchamos declaraciones como la de Nadia Calviño diciendo que la marcha de Ferrovial es una falta de patriotismo de la empresa, cuando el Gobierno lo que debería analizar es qué ha hecho o qué no ha hecho para que empresas como Ferrovial se vayan de nuestro país. Hace unos años veíamos cómo las empresas se iban de Cataluña por la situación de inestabilidad política del procés. Ojo, no vayamos a estar viviendo el inicio de una inestabilidad que afecta a toda España y las empresas decidan irse. Nadia Calviño lo que tendría que revisar es si su Gobierno se apoya en partidos antipatrióticos.
"El cambio del sistema de financiación es una cuestión de Estado que se tiene que pactar entre los grandes partidos con luz y taquígrafos en el Congreso"
-Aquí en la Comunitat hay actualmente un cruce de acusaciones entre PP y PSPV por los contratos con la trama del caso Mediador en varios ayuntamientos de ambos partidos y en la Generalitat. ¿Qué le parece?
-Debemos esperar a que avancen las investigaciones judiciales para ver cómo afecta realmente este caso. Lo que todo parece indicar es que diputados socialistas –por ahora uno, pero podrían ser hasta 15– han mediado en favor de una empresa ante determinadas administraciones públicas gobernadas por el PSOE. Tenemos que conocer esa mediación a qué ha llevado en cada caso. Luego hay otra actuación bajo sospecha, que es que la Fundación Iberoamericana que preside Nadia Calviño y en cuyo patronato hay cuatro ministros ha podido adjudicar 2,3 millones a empresas de la trama. Hemos pedido una comisión de investigación para que tanto el Gobierno como el PSOE determinen las responsabilidades. En el PP debemos ser serios, responsables y prudentes. Pero también exigentes para conocer qué ha ocurrido. Y si ha salpicado a la Comunitat Valenciana hay que explicarlo.
-La actual dirección nacional del PP se ha mostrado partidaria de una mayor descentralización en la estructura del partido. ¿De qué manera ha trabajado usted en ese aspecto?
-Nosotros somos un partido descentralizado como descentralizada es España. Nadie mejor para determinar las posiciones y la forma de hacer política en la Comunitat Valenciana que el PP valenciano. Nosotros venimos de Galicia y tenemos la misma visión que se puede tener desde aquí. España es muy plural, muy diversa, cada territorio tiene sus peculiaridades. Es verdad que somos un partido nacional, pero en cada autonomía tiene su propia personalidad. El PP de Galicia se parece mucho al de la Comunitat Valenciana. Somos partidos que hemos sido hegemónicos, que acumulamos experiencia de gestión y a los que la ciudadanía percibe como arraigados en el territorio. Los valencianos nos votarán si perciben que somos los que mejor defienden sus intereses. Y eso no está reñido con pertenecer a un proyecto nacional.
-Cuando llegaron usted y Feijóo se daba una circunstancia, y es que muchos candidatos autonómicos y municipales ya estaban señalados por la anterior dirección. En el caso de la Comunitat Valenciana, como en otros territorios, los líderes del partido y candidatos, en este caso Carlos Mazón y María José Catalá, vivieron una readaptación a la nueva dirección del partido, que a su vez recondujo el discurso hacia la centralidad. ¿Cómo ha manejado esta situación con ellos? ¿Cómo es la relación que mantienen?
-Yo veo al PPCV muy preparado para ganar y creo que Mazón es el líder que más preparado está para asumir la presidencia de la Generalitat. Mazón es el representante de Feijóo en la Comunitat Valenciana y María José Catalá la representante de Feijóo en València. Son dos grandes políticos que acumulan experiencia de gestión, que representan el proyecto del PP nacional aquí y que están llamados a grandes cosas cada uno en su ámbito. Si nosotros hubiéramos tenido que elegir al candidato a la Generalitat, nuestra elección habría sido Carlos Mazón. Y recientemente hemos designado a María José Catalá para la alcaldía. Son los líderes de este momento y abrirán una nueva etapa de cambio en la Comunitat. Son dos liderazgos muy compatibles que trabajan muy bien juntos.
-El PP es un partido por naturaleza jerárquico y en etapas anteriores se ha vivido algún disenso entre dirección regional y nacional por lo que se consideraban imposiciones. ¿Trabajan para que ahora no exista una percepción en este sentido?
-El nuestro es un partido muy presidencialista y el presidente en la Comunitat Valenciana se llama Carlos Mazón. El que tiene que tomar las decisiones aquí es él y nosotros le apoyamos en todo. Ciertamente, tengo que decir que creemos que dirige a la perfección el partido y nos permitirá ser gobierno aquí. Somos una organización descentralizada.
"Si nosotros hubiéramos tenido que elegir al candidato a la Generalitat, nuestra elección habría sido Carlos Mazón"
-¿Eso se traducirá en una libertad absoluta por parte de Mazón y Catalá para confeccionar sus respectivas listas a la Generalitat y al Ayuntamiento?
-Absolutamente.
-¿E intervendrá Génova en la de las generales?
-Ahí funcionamos según nuestros estatutos. Y quien conforma las listas en unas elecciones generales es el Comité Electoral Nacional.
-¿Le gustaría a la dirección nacional recuperar a Isabel Bonig para algún puesto de responsabilidad en un futuro Gobierno o en listas?
-No estamos en eso en este momento. Este es el partido de Isabel Bonig. Creemos que hizo un trabajo muy importante en el tiempo en el que le tocó presidirlo aquí. A Isabel Bonig no hay que invitarla, sabe que tiene las puertas abiertas. Ella tiene un perfil magnífico y es una profesional de primer nivel.
-En la última Intermunicipal, Feijóo dijo que venía a meter presión a Catalá y Mazón y advirtió de que si él no ganaba las elecciones no merecía ser presidente del partido, lo que se interpretó como un aviso a los dos líderes valencianos. ¿Esa advertencia es para todos los candidatos territoriales?
-Somos un partido de gobierno y es la filosofía de trabajo que queremos trasladar a toda la estructura de partido. Estamos en un momento en el que la ciudadanía está esperando al PP para echar a gobiernos socialistas que han fracasado y por lo tanto nuestra responsabilidad es darle lo que espera. Ganar a la primera no es sencillo y es un reto de primer orden. También digo una cosa: no esperamos menos. Estamos convencidos de nuestras posibilidades de victoria tanto en la Generalitat como en el Ayuntamiento de València. No nos vamos a poner en situaciones hipotéticas distintas a esa. Presentamos a los mejores candidatos. María José es una gran candidata pero será una mejor alcaldesa.
-Usted viene de Galicia, y esta autonomía se ha visto como ejemplo de arrinconamiento a Vox y a Ciudadanos. ¿Piensa que es factible que ocurra lo mismo en territorios como la Comunitat Valenciana ante la práctica imposibilidad de gobernar sin Vox según las encuestas?
-Algo que hemos aprendido es que cuando el centro derecha se divide gana la izquierda. Ahora mismo, en toda España, se está produciendo una concentración del voto del centro derecha en el PP. Eso, además, tiene lugar en un momento en el que estamos viendo un trasvase de voto importante del PSOE hacia el PP. Ese es el proceso, el de construir una nueva mayoría.
-¿Seguirán con la estrategia de fichajes de Ciudadanos aquí?
-A nosotros lo que nos interesa de Ciudadanos es su votante, más que una política de fichajes. Son personas que habían votado al PP con anterioridad y por distintos motivos decidieron dejar de hacerlo. Es verdad que somos un partido con las puertas abiertas y cualquiera que quiera sumarse a nuestro proyecto puede hacerlo. Pero no hay estrategia de ir a por nadie, es más al contrario. Muchos miran al PP.
-¿Y si llaman a la puerta?
-En la Comunitat Valenciana quienes decidirán serán Mazón y Catalá.