Calos Mazón declara que “sin turismo no hay provincia”. Y en plena crisis de los pactos de populares con los de Isabel Arrimadas en la nostra terra, provocada por la alianza socialista/ciudadana de Torrent y las ulteriores declaraciones de Toni Cantó, sale, así como uno va la fuente, del fondo de la red hasta mi teclado y cruza la pantalla, tranquilamente, silbando, Gerard Fullana amb la seua aixà. Mientras riega a manta, recibe un chaparrón del presidente provincial popular “in pectore” CMazón. Que lanza a la tropa contra el lider de Compromís. Adrián Ballester se reserva. Los C’s Javier Gutiérrez y la guapísima -Shakira graduada en Platón por la Universidad de Pensilvania- y superseductora y ocupada Mari Carmen Sánchez brindan sin mirarse a los ojos por la Batalla d’Almansa. Pero no dicen ni mu. Cantemos ala señor d los señores.
Enrique Ortiz acusa formalmente en la Fiscalía a Díaz Alperi y a Sonia Castedo vestido de atracador del oeste. Hay fotos. 1 año de cárcel a Rafael Blasco. Eduardo Zaplana -los médicos chinos también se ponen negros por la cloroquina -pide que su caso se instruya en la Audiencia Nacional. Ai Mare! Això ho pague jo!!! Al Pacino cumple 80 años.
Perros, niños, alcohol. Sexo, drogas, violencia. Luis Barcala llega justo a punto. Vestido. Dos de la madrugada. Un servidor, por ecuación directamente euclidiana, baja la cabeza. El alcalde de Alicante no saluda, suspira, se atusa el pelo y mira, y no, no ve la isla de Tabarca. Se rasca el cuello. Piensa en las múltiples maneras de poder haberse terminado de comerse les clòtxines amb tomaca. Un servidor le reza a Sant Vicent Ferrer, Sant Jordi y la Santa Faç y no exactamente por su orden. En ese segundo llega el president, Ximo Puig. En la explanada d’À Punt huyen los conejos. El helicóptero les espanta. La lámina de agua nos empapa hasta la cremallera de los calzoncillos a todos los presentes. Por fin conozco en persona personalmente al líder de los socialistas alicantinos Paco Sanguino. Suena lo último The Rolling Stones, después de 8 años a toda leche, no, más, a muchísima virolla “Living in a ghost town”. El desescalamiento asimétrico. Pactemos.
Se está poniendo de moda meterse así, sin compasión, contra Ana Barceló, Pedro Simón y Pablo Iglesias -y su chaqueta Inditex 2 tallas más grandes bueno, cada uno sabe a dónde le llega el limp dick, la puntica de su ego- indistintamente. Y a parir a la Directora de la Guardia Civil María Gámez, desparecida en plena la guerra Covid-19. Consecuencia. Nos despiden a los portavoces del parte diario. Como dirían Manuel Fraga Iribarne y Mao Ze Dong: “Un gran Salto Adelante”. Aquí tocará leer el primer versículo del Libro Rojo, copiado, naturalmente, de las Santas Escrituras. Ens ha faltat el cantat valencià In the ghetto El Príncipe Gitano.
Se reabren los mercadillos. Todas las noches, antes de dormir, de rodillas, rezo por todos nuestros dirigentes. Cuatro esquinitas tiene mi cama y por ahí seguido… Y no te digo por los padres de la patria. Y también por Sanguino, que es más alto de lo que uno pensaba, pero me sigue encantando. A Ana Berenguer, no se, la veo, todavía más pija que a su padre, pero a lo bestia. Lo escribo así, sin acritud, pero los socialdemócratas ricachones, con sus comilonas, compadreo y promiscuidad con la derecha pura y dura de “La ciudad de Dios” de San Agustín de Hipona los veo así como si jugaran al tenis -monjas bailando resistiré- con lo más hondo de mi optimismo ontológico. Lo confieso. Soy un niño que mañana saldrá por fin del confinamiento. Han vuelto los conejos. Volvamos a les clòtxines.
Ha causado delirio en el sector señoras bien -ya me han multado a las peluqueras, siempre paga poca ropa- por acudir “Rupert, te necesito” a su llamada. Bueno, lo que escribía, que ha desatado un verdadero tsunami de furor uterino la foto a pecho descubierto -y el grifo abierto, chorreando sin contemplaciones- de Pablo Casado en el baño. La libido se desborda del todo -squirt de río Nilo- con la foto del líder de la oposición formal -no confundir con Santiago Abascal, ni menos con Aznar- junto a Almeida en Mercamadrid. Vuelve el hombre. Que no los guapos, incluido José Luis Ábalos. Que tiene el mismo donaire que el enterrador de mi pueblo, el de la Vall de Almonacid. Castelló. Alto Palancia.
La princesa Leonor y la infanta Sofía, ideales de la muerte, recitan en un sofá El Quijote. Y, por fin lanzan un mensaje a los afectados por el coronavirus. Amén. Se nos harán dos pivones de impresión. Uno escucha la radio pura que hace Gemma Nierga, invitada por Javier Del Pino en la SER, y se reconcilia con el séptimo cielo de la humanidad. Tres segundos después, uno conecta con Carmen Lomana y Cristina López Schlichting en la COPE, que hoy destilan más caspa radioactiva que el figura del peor toreo Calisay Carlos Herrera. Federico Jiménez Losantos es la Dama de Honor del Entierro del conde de Orgaz de el Greco. La que sigue divina de la muerte es Letizia Ortiz, con su elegantoso anillo Karen Hallum. Su Majestad el Rey Felipe VI escucha el estruendo interestelar del cielomoto. Y hoy también se sirve un Jack Daniel’s. Se ajusta la corbata borbónica flores de lis. Y mira fijamente a cada uno de ustedes, queridos lectores. Finalmente, brinda a mi salud. Chinchín. Dos metros de pedazo de tío.
Vicente Boluda reclama la vuelta a la actividad económica, bares incluidos, para evitar un impacto “dramático”. El Aquarium. Santa Sactorum. Mónica Oltra vuelve -te echábamos de menos, querida- con empatía, unas gafas y medias de impresión, replica al presidente de AVE “que no parece la mejor idea”. El president presenta un detallado “Plan de Reconstrucción” y la Vice -qué mujer- demanda que sea “para todo el mandato”. Donald Trump declara -la médica que está presente siente morirse- que contra el virus hay que inyectarse desinfectante y tomar el sol. En menos de 10 horas hay más de cien palurdos que han ingresado en urgencias. Vuelve a salir el presidente: ”no coman detergente” y Barbra Streisand adapta contra su canción ‘Dont Lie To Me’ contra el emperador. 75 años del suicidio de Adolf Hitler.
Nieva. Sin piedad. El cielo vuela hasta el fin del universo. Los pinos, vencidos por el viento y la vejez, crujen de miedo y terror, como si estuvieran confinados en un piso de la Viena de 1938. Desnudo, me tiro al pozo hondo. Inma de La Concepción vestida de astronauta, me tiende una toallla tiritante y amenaza: “no te escapes nunca más”. Tocan cinco campanadas en Aín. En silencio, subimos a las trincheras. Junto al fuego. nos espera mi primo Antonio Rozalén haciendo un Steak Tartare. Inma se abalanza. Le besa. Se nota que le respeta. Magia. Aparece en la pantalla mi nunca bien ponderado ni pagado Herr Direktor Miquel González y me espeta: ¡más política y menos cotilleo! Despedido. Arruga el folio y lo tira cabreado com un bou embolat a la papelera. Aquí aparece usted, querido lector. En silencio, lo rescata, reconstruye y comienza a leer… “Perros, niños, alcohol…………