Mercedes llama a la puerta del séptimo título en Imola

IMOLA. El dominio de Mercedes esta temporada no tiene límite y en Imola (Italia) no fue diferente, al menos en la calificación para el Gran Premio de Emilia Romaña que este domingo supondrá, salvo hecatombe de las flechas de plata, su séptimo mundial de constructores consecutivo, algo que ningún otro equipo ha podido lograr.

La escudería alemana, que está lejos todavía del palmarés de Ferrari (dieciséis campeonatos) cuenta con una renta de 209 puntos respecto a Red Bull y le basta que uno de sus pilotos acabe entre los cuatro primeros (12 puntos), así que solo un desastre en la carrera de Imola, a cien kilómetros del centro neurálgico de la marca del cavallino rampante, les impedirá celebrarlo este domingo.

El coronavirus y los cambios en el Mundial posibilitaron a la Fórmula 1 recuperar un circuito clásico, hecho a la vieja usanza, en donde la categoría reina no competía desde 2006. Para complicarlo un poco más, el programa de la competición se redujo. Fueron eliminadas las dos prácticas del viernes y solo hubo una sesión libre hora y media antes de la calificación.

Esa modificación respecto a lo habitual no alteró la normalidad esta temporada. El finlandés Valttei Bottas fue mejor que su compañero de equipo, el británico Lewis Hamilton, en las tres sesiones de la calificación y se llevó la pole por una décima.

Segundo en la clasificación de pilotos, Bottas cerró su participación con una gran vuelta, apurando su Mercedes en las primeras y las últimas curvas del circuito para acabar por delante de su compañero de equipo, que le aventaja en 77 puntos en la general y que no acabó contento con su último giro en la Q3.

Detrás de ellos, el Red Bull del neerlandés Max Verstappen, que tuvo contratiempos inesperados en la Q2, en la que también corrió peligro su compañero, el tailandés Alex Albon. Por esos problemas en el camino, la escudería con sede en la localidad inglesa de Milton Keynes celebró el pase de sus dos pilotos a la Q3 como una victoria.

El pulso de los Mercedes con Verstappen al acecho se ha hecho tan habitual como ver al Alpha Tauri del francés Pierre Gasly en las primeras posiciones. Recordó en su casco al brasileño Ayrton Senna, que perdió la vida en 1994 en Imola, y volvió a destacar en la calificación con su cuarto puesto en la semana en la que ha renovado su contrato para 2021.

El australiano Daniel Riccardo, noveno en Portugal el pasado fin de semana, logró situar su Renault en la quinta plaza con el español Fernando Alonso, que ganó en Imola en 2005, atento desde boxes a ese monoplaza que va a conducir la próxima temporada.

Presionado para ganarse la plaza en 2021 en Red Bull, Albon, firmó un sexto puesto en la parrilla, por delante del Ferrari del monegasco Charles Leclerc, que no estuvo tan fino como en el anterior gran premio, en Portugal, aunque bastante más que su compañero de equipo, Sebastian Vettel, eliminado una vez más en la Q2 (desde la cuarta prueba no se mete entre los diez primeros.

Tampoco tuvo su mejor día el español Carlos Sainz (McLaren). Fue el peor tiempo del Top10, a cuatro décimas de Gasly, justo por detrás de su compañero de equipo, el británico Lando Norris, y del otro Alpha Tauri, el del ruso Daniil Kvyat. Después de haber brillado en Portimao, donde lideró la prueba cuatro vueltas y acabó sexto, tiene un gran reto en la carrera de Imola.

Saldrá con neumáticos blandos y en la siguiente fila de la parrilla tendrá al mexicano Sergio 'Checo' Pérez (Racing Point), que quedó eliminado en la segunda ronda (Q2). Ni el tapatío ni su compañero de equipo, el canadiense Lance Stroll, lograron acceder a la Q3.

En esa segunda ronda, llegaron los apuros de Red Bull. Max Verstappen notó un problema de potencia al salir de boxes, tuvo que regresar y volvió a pista justo para sacar el billete a la tercera fase de la calificación, mientras que Albon comprometió también su participación en la Q3 por una salida de pista que obligó a su equipo a trabajar a destajo para arreglar los desperfectos.

Al finlandés Kimmi Raikkonen, el único que había competido en Fórmula 1 en Imola, no le sirvió esa experiencia para pasar la Q1, en la que también cayó su compañero de equipo, el italiano Antonio Giovinazzi.

Los pilotos asumen que en la carrera de este domingo, a 63 vueltas, será complicado adelantar. Dispondrán de una zona de DRS antes de la primera curva tras la recta de meta que se ha alargado desde la anterior visita de la F1, en 2006, al haberse suprimido una chicane.

Imola es estrecho y los límites de pista serán, como en Portugal, un quebradero de cabeza. En la sesión libres les costó muchas vueltas eliminadas y, aunque luego se ampliaron en la tanda de calificación, también costaron tiempos. Los pilotos que los superen tres veces en carrera, serán sancionados.