ALICANTE. A medida que avanza la pandemia del coronavirus, evoluciona la perspectiva de las empresas alicantinas sobre su impacto económico y su acción de futuro inmediato y a medio plazo. Si la oleada de marzo del Observatorio de la Expectativa Empresarial de Alicante (OEXA), elaborado por el Observatorio Económico de Alicante y la Unión Empresarial de la Provincia de Alicante (Uepal), mostraba un panorama desolador (recién decretado el estado de alarma), la de septiembre evidencia una mejora en la valoración de la situación económica, combinada con un empeoramiento muy notable de la gestión política de la crisis.
El OEXA, que cada trimestre publica en exclusiva Alicante Plaza, muestra que "cuanto mayor es la sensación de que nos acercamos al final, peor es la valoración sobre la gestión política de la crisis", tal como destacan sus autores, Juan Seguí y José Antonio Trigueros. "Parece que la proximidad de una vacuna y la expectativa de crecimiento anima discretamente la intención de invertir y contratar, sin embargo, la valoración a la gestión de la crisis y su derivada económica es (aún) más negativa que en la consulta anterior".
Así, el 56% de los empresarios encuestados (asociados de Uepal de toda la provincia, aunque con un mayor peso de la capital) valora con la puntuación más negativa (muy mala) la situación política actual con respecto a la crisis de la covid-19, al considerar que dificulta el desarrollo y actividad de su empresa. "Si la opinión sobre la gestión de la crisis albergaba alguna esperanza, con la evolución de la situación económica estos meses y las decisiones que se están tomando, el gráfico se concentra acusadamente hacia la consideración negativa de la gestión".
Sin embargo, la valoración más negativa de la gestión que los gobernantes están desplegando se combina con un mayor optimismo respecto a la situación económica, teniendo en cuenta que en marzo las expectativas se hundieron a los niveles más bajos. Así, la previsión de ingresos de las empresas para el próximo trimestre mejora ligeramente y las firmas que creen que se mantendrán iguala a las que piensan que se reducirán o que se reducirán mucho. También crece el número de empresarios que esperan facturar más, aunque son minoría.
Un 36,1% de los encuestados asegura que tiene previsto realizar inversiones a medio o largo plazo, un dato que mejora en diez puntos el último barómetro (25,9%), y un 14,3% afirma que quiere contratar más personal a corto plazo, frente al 4,6% de la anterior oleada. Donde se nota el cambio más significativo, con todo, es en el posicionamiento de las empresas respecto a la transformación digital: la inmensa mayoría de los encuestados indica que la pandemia ha acelerado su proceso de digitalización, y un 37% ha recurrido al teletrabajo. En este sentido, casi un 40% de las empresas alicantinas considera que esta fórmula puede ser rentable para su negocio, y un 37% avanza que la va a establecer como opción más allá de la pandemia.
"Las medidas de distanciamiento y el teletrabajo han supuesto un importante avance en el desarrollo de esta fórmula", indican los autores del estudio, por lo que "parece claro que el teletrabajo ha supuesto un impacto en la relación laboral, al menos en el sector servicios. De forma homogénea, alrededor del 30% considera que suma más que resta y que puede ser una opción que perdure y sea un hito importante en el futuro". Eso sí, en la pregunta abierta sobre la covid-19, "la mayor parte opina sobre la gestión de la crisis por parte del gobierno, que se valora muy negativamente. Se pinta un panorama muy negativo y solo algunos consideran esta situación como una oportunidad".
El vicepresidente de Uepal, César Quintanilla, señala respecto a los resultados de esta oleada del observatorio que "las empresas hemos ido por delante de la política; la percepción de la situación mejora ligeramente, pero no gracias al Gobierno". Quintanilla recuerda los continuos problemas burocráticos para percibir prestaciones o tramitar ERTE, y destaca que "al margen de la clase política, las quejas se dirigen también contra la administración técnica, que ha funcionado terriblemente mal". Precisamente, Uepal viene pidiendo que España utilice los fondos europeos para construir una Administración realmente digital, que permita mantener la actividad normal con las oficinas cerradas, como ha sucedido.