Impulsado por Pablo Casado y Teo García Egea pero seguidor de las políticas de Isabel Díaz Ayuso, Mazón se verá abocado a complejos equilibrios
VALÈNCIA. Tras casi un día de silencio, de esquivar a los medios y de asistir en la distancia a la 'batalla campal' que protagonizaron este jueves la dirección nacional del PP y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; el líder de los populares valencianos, Carlos Mazón, tomó partido por Pablo Casado (y por su mano derecha Teo García Egea) con un tuit en el que alabó su "integridad". Tras él, salieron en cascada otros 'casadistas' de referencia incluida la 'número dos' del PPCV, María José Catalá, para mostrar su apoyo en la misma línea.
Más allá de que este posicionamiento surgiera de forma natural por convencimiento o 'animado' desde Génova, resulta incuestionable que Mazón y los suyos eligieron este jueves un bando de la trinchera, cruzando eso sí los dedos para que el futuro les dé la razón.
El cruento cruce de acusaciones en Madrid entre los dos bandos tuvo un final a la altura: un centenar de seguidores de Ayuso se manifestaron en Genova aclamándola como presidenta de España acompañados de mariachis y con una corona de flores con el lema 'Pablo Casado siempre te recordaremos'. Más allá del punto cómico, la escena no deja de recordar que incluso en un partido jerarquizado y vertical como el PP, las bases pueden desnivelar equilibrios.
De momento, la guerra abierta ya ha descolocado a Mazón y a los suyos. Fueron Casado y García Egea quienes elevaron al alicantino a la presidencia del PPCV y quienes validaron a la nueva dirección, pero los populares valencianos aspiran a recuperar la Generalitat y, a menudo, lo hacen siguiendo la estela de la lideresa madrileña, el mejor activo electoral del partido y de cuyas políticas el presidente de la Diputación y el grupo popular de Les Corts siempre han hecho bandera.
Mazón anuló este jueves po la tarde su presencia en un acto de la Diputación, pero sabe que más pronto que tarde tendrá que hablar ante los medios. De hecho, otros referentes del partido a nivel autonómico ya han tenido que posicionarse, aunque sea como Juanma Moreno. “No me interesa ningún ruido que haya, no me interesa nada ajeno a mi tierra”, apuntó el andaluz. “El que tenga pruebas que las saque”, pidió Jorge Azcón, líder en Aragón. Hace falta “una explicación precisa”, pidió el gallego Alberto Núñez Feijoo tras calificar de inaudita la situación. “Que se aclare cuanto antes”, pidió Alfonso Mañueco, que dijo que él ya tiene suficiente con tratar de formar gobierno en Castilla y León.
Se da por hecho que cuando hable, tal y como avanzó su mensaje en las redes sociales, reiterará su apoyo a Casado y de García Egea, tanto por dependencia orgánica como por la vinculación personal que existe entre ellos. De hecho, en su mensaje, Mazón ya hacía referencia a que conoce a Casado "personalmente". Esa conexión ha sido clave en el regreso del alicantino a la primera línea política que ha protagonizado en los últimos tres años.
La ex presidenta popular Isabel Bonig tuvo que dar un paso atrás antes del último congreso del PPCV cuando desde Genova se hizo saber su preferencia clara por el alicantino hace ahora poco más de un año. En 2019, tras casi diez años retirado de la primera línea, Casado y García Egea (con el que le unen varias personas de la vecina Murcia) le habían rescatado al poco de instalarse al mando de Génova.
De ahí, al puesto número 2 tras Luis Barcala en la candidatura de Alicante en las municipales; y después, a la presidencia de la Diputación; y más allá, a la presidencia de los populares valencianos y por tanto a la candidatura a la presidencia de la Generalitat. En ese viaje, las muestras de apoyo de ambos a Mazón han sido constantes, especialmente en la convención que le encumbró en octubre.
Tras sus decepcionantes resultados en Castilla y León y con la necesidad de definir de manera inmediata su relación con Vox, los populares han entrado en una combustión pública con este enfrentamiento. La 'excusa' es un contrato adjudicado a dedo por la Comunidad de Madrid a una empresa de un amigo de la presidenta y en el que al parecer el hermano de Ayuso se podría haber llevado una comisión (no necesariamente ilegal pero de ética cuestionada). El motivo es la lucha indisimulada por el liderazgo del partido, aunque desde Génova lo circunscriben a las diferencias sobre la fecha del congreso del PP madrileño. Las armas elegidas, casi todas, algo nunca visto hasta ahora dentro de un mismo partido a este nivel.
Ayuso habló de detectives para sacarle trapos sucios y de una campaña premeditada para destruirla de forma "injusta y cruel" con información que habría llegado de La Moncloa; García Egea calificó las "gravísimas” y de "casi delictivas" las acusaciones sobre Casado, anunció que se han puesto en manos de los servicios jurídicos y también la apertura de un expediente informativo para dilucidar la naturaleza de los cobros del hermano de la presidenta, una cuestión sobre la que según dijo llevan esperando explicaciones desde octubre.
La comparecencia en directo de Ayuso (sin preguntas) y la rueda de prensa de García Egea, no detuvo el 'show'. La oposición en la Asamblea de Madrid registró una petición de comisión de investigación y Ángel Carromero (próximo a Egea) dimitió como director general del Ayuntamiento de Madrid. Los focos le apuntaban a él como responsable de la patosa maniobra de contratar a los detectives para fiscalizar las cuentas del hermano de Ayuso con una empresa municipal como tapadera.
Es difícil intuir cómo puede acabar una batalla inédita en la política actual. Ni si quiera en la histórica defenestración de Pedro Sánchez se cruzaron las líneas rojas que se han cruzado ahora. Eso sí, el actual presidente del Gobierno dobló el pulso al aparato del PSOE que le derrocó como secretario general al hacerse con el apoyo de las bases. Un aviso a navegantes.
Lo que parece muy complicado es que pueda ser viable la convivencia entre los principales protagonistas a corto plazo. Algunos ven como solución la caída García Egea, el escudo de Casado, como muestra de buena voluntad del líder: sin embargo, la comparecencia de este jueves parece haber unido aún más el destino de ambos. Todo eso en un escenario en el que apenas queda un año y medio para las autonómicas y con la previsión actual de que el president Ximo Puig las junte con las locales así que las valencianas y las madrileñas irían juntas.
La ligazón de Mazón con Casado es evidente, pero si el primero alcanza la presidencia de la Generalitat ya tendría vuelo propio como barón popular. Eso sí, en el caso de que no lo consiga y también 'caiga' el presidente nacional, puede no tener la 'vida extra' que se suele conceder en estos casos para un siguiente intento.