Mazón y sus consellers en el Palau. Foto: EP/Rober SolsonaVALÈNCIA. El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, se enfrenta este jueves a una sesión parlamentaria en Les Corts que definirá en buena medida cuáles son sus argumentos para seguir al frente del Consell tras las consecuencias de la catastrófica Dana que ha asolado la provincia de Valencia con 215 víctimas mortales contabilizadas hasta el momento.
Una de las ideas fuerza de su discurso se dirigirá a la reforma del actual Gobierno valenciano con el objetivo de concentran los esfuerzos en las tareas de reconstrucción. Más allá de las razones de gestión que el presidente esgrima en la trona, resulta indudable que el reto de este golpe de timón se dirige a tratar de liderar el relato de la recuperación. La única vía que Mazón tiene ahora para detener -o al menos amortiguar- el vertiginoso descenso de su crédito político desde el estallido de la crisis el pasado 29 de octubre.
Es por ello que el presidente de la Generalitat no puede limitarse a un cese aislado. La sensación que tiene que ofrecer con estos cambios es la de una transformación estructural y transversal destinada a resurgir tras el golpe sufrido, con nuevos planes de gestión y nuevos perfiles que le permitan situarse al mando del plan de reconstrucción. En definitiva, liderar la salida de la crisis.
En este sentido, en el PP todos dan por hecho, como ya informó este diario, que dos de las sacrificadas principales serán la consellera de Justicia e Interior y responsable de Emergencias, Salomé Pradas; y la consellera de Industria, Innovación, Comercio y Turismo, Nuria Montes, que ha sufrido varios traspiés mediáticos a lo largo de esta crisis. Además, también se espera que la vicepresidenta, Susana Camarero, releve a Ruth Merino como portavoz del Ejecutivo, si bien hay quien considera que se mantendrá como consellera de Hacienda.
Pero la remodalción no será sólo un mero cambio de cromos. Fuentes populares apuntan a cambios competenciales e incluso creación de nuevas carteras. Todo apunta a que el objetivo del presidente es generar y visibilizar algún tipo de herramienta de coordinación para gestionar la reconstrucción tras la Dana. Algunas fuentes apuntan a descargar a Camarero de sus competencias en Bienestar Social para que ejerza de portavoz y de vicepresidenta con la misión de situarse al frente de esta misión. Otros apuntan a la creación de una especie de macroconselleria dirigida, precisamente, a gestionar y centralizar todo lo relacionado con las ayudas de la Dana, así como para canalizar las tareas de reconstrucción.
Esto ha provocado que en las últimas horas hayan sonado distintos nombres para incorporarse al Consell, incluso algunos llegados desde Madrid. Uno de los que se ha menciado es el del exconseller y senador Gerardo Camps, si bien fuentes próximas a Mazón lo descartan. Otros mencionan a la parlamentaria Laura Chuliá o a la alcaldesa de Xirivella, Paqui Bartual, ambas cercanas al presidente, como posibles incorporaciones al Ejecutivo valenciano, dado que todo apunta a que las sustitutas de Pradas y Montes serán también mujeres. Otras fuentes insisten en que las nuevas incorporaciones tendrán un carácter eminentemente técnico y no político, por lo que los fichajes se encontrarían fuera del radar del partido.
En cualquier caso, el hermetismo en el núcleo duro de Mazón respecto a estas posibilidades era férreo. De hecho, todavía se desconoce cuándo el presidente desvelará los cambios: se da por seguro que en la comparecencia en Les Corts esbozará al menos la estructura, si bien las incorporaciones se conocerán posteriormente, ya sea el viernes o incluso el sábado.
