ALICANTE. Cuando la alicantina María Martínez acabó su formación en Arquitectura decidió que quería desarrollar su carrera de un modo que fuera más respetuoso con el medio ambiente y en el que se derrocharan menos materiales que los que veía en determinados círculos de diseño y arquitectura. Con esta idea en mente se presentó en 2016 al Erasmus for Young Entrepreneurs que lidera Fundeun y marchó a Róterdam (Holanda), donde descubrió la firma que la acogió durante cinco meses y que le abrió un mundo de posibilidades, donde combinar diseño con el reciclado de materiales desechados era posible, viable y rentable. A base de trabajo, motivación y maduración de ideas logró para su proyecto el apoyo de varias lanzaderas, un socio y más trabajadoras en su camino que le han llevado a que hoy, tan solo cuatro años después, su idea esté de vuelta en Alicante, en forma de startup que ya alza el vuelo sola y con clientes en todo el país. MatMap es un marketplace de compra y venta de materiales de construcción sobrantes, de ocasión, recuperados y ecológicos que promete.
Ahora, esta firma tiene su propia oficina donde realiza su labor en Alicante con un equipo de cuatro personas: María Martínez y Marc Alemany, socios de la firma, que cumplen, además los roles de gestión de ventas y eventos (Martínez) y de gestión y interna, facturación y Recursos Humanos (Alemany). Asimismo, Cristina Mira y Elena Gambín se encargan de las áreas de marketing y de atención al cliente. De momento, según Martínez "funciona muy bien el salto solos, estamos muy contentos", aunque tiene el propósito de "vender y crecer aún más". ¿Cómo es esta firma?
Matmap se dedica a la compraventa de materiales cerámicos de construcción. "Queremos que se tire lo menos posible, trabajamos en una línea de recuperación de materiales como los cerámicos, tejas antiguas, azulejos e hidráulicos y también movemos otra línea de material descatalogado. Pedimos stock o material que ya no tiene salida en fábricas o que están fuera de los canales de venta para darles otra oportunidad", afirma María Martínez.
Así, venden a profesionales del sector y también a particulares estos materiales para obras. "Aunque las estrategias comerciales están más dirigidas a profesionales, porque suelen repetir. Lo más difícil es ganar su confianza porque son profesionales tradicionales, cuesta captar esos clientes, pero una vez de acuerdo, se quedan con nosotros".
Así, en su trabajo están al día de la demanda que les llega, sobre todo, desde puntos como Madrid, Barcelona, Comunitat Valenciana, Murcia o Baleares. Según las necesidades, reequilibran oferta y demanda y se abastecen de las peticiones o de las tendencias. Por ejemplo, estuvieron presentes en la feria Cevisama 2020 para ver qué se va a llevar en el sector y, así abastecerse u ofrecer materiales que ya tienen en ese estilo. Los volúmenes de pedidos suelen ir entre 50 a 300 metros cuadrados. Aunque dependiendo de materiales y clientes, pueden darse pedidos más pequeños.
Antes de dar el salto en solitario el proyecto de MatMap pasó por varias aceleradoras. La primera de ellas, Lanzadera, de Juan Roig. "Entré en Fase 0 en 2017 y al poco conocí a mi socio. En enero de 2018 pasamos por Garaje (fase de incubación) e hicimos las primeras ventas en marzo de 2018". Después, con el aprendizaje de muchas más áreas y con un ambiente de compañerismo y equipo entre las diferentes startups de Lanzadera -además de un préstamo económico- en mayo de 2019 pasaron a la fase de aceleración, después de más de seis meses de buenas métricas y una curva de aceleración propicia. También pasaron por el programa de aceleración Órbita, de Castellón y por el Climate-KIC europeo, con un de sus sedes en València, que le podría abrir las puertas a otros puntos de Europa.
De 2018 a 2019 la firma triplicó su facturación y en 2020, desde MatMap se marcan como objetivo duplicar las cifras del año pasado. "Queremos seguir mejorando el sistema de ventas, tener más clientes, mejorar la web y fortalecer y afianzar mercados con menos ventas como en el norte del país".
El recorrido de la firma surgió en 2016 con la idea de María Martínez gestada a través del programa Erasmus for Young Entrepreneurs. Después, pdo desarrollar aún más su idea en la competición ICT Entrepreneurs en Chipre en 2017. Más tarde, se dio el paso por Lanzadera, Órbita y Clmate-KIC. Ahora está de vuelta en Alicante y rememora que el origen de su marcha al proyecto europeo en Holanda fue porque "no me gustaba el modo de trabajo en un estudio de arquitectura, porque se derrocha mucho".
La elección de Róterdam como base de su proyecto Erasmus fue porque "no me quise conformar, quería ir a una empresa que me aportara muchas cosas". La empresa donde estuvo cinco meses -en principio iban a ser tres, pero una llamada desde Fundeun asegurando que podría alargar la estancia durante dos meses más le vino como agua de mayo- era un ejemplo de recuperación de materiales. Trabajaban con residuos industriales y , además, daban ellos mismos uso a los materiales reciclados en sus diseños de arquitectura. "Me hubiese quedado más tiempo, pero volví aprendiendo mucho y con muy buena energía que me hacía pensar que todo era posible". Y es que, asegura Martínez "emprender parece muy duro pero siempre se encuentra un mano tendida", y así sigue siendo para ella y todo el equipo de MatMap.