Justicia coge prestado un asesor de Sanidad
Justicia coge prestado un asesor de Sanidad
VALÈNCIA. De todos es sabido en el Botànic que la Conselleria de Justicia es uno de los departamentos más exigentes y arriesgados para altos cargos, asesores y funcionarios. La responsable autonómica, Gabriela Bravo, lleva al frente de esta cartera desde 2015 y en muchas ocasiones ha demostrado que no le tiembla el pulso a la hora de acometer relevos en su área si no está conforme respecto a cómo se encara y resuelve el trabajo en la conselleria.
Un ejemplo más ocurrió este lunes, cuando desde el entorno de Bravo se comunicó a dos asesores -hay siete en total- de la conselleria , Alexandre Tomás y Luis Miguel Arroyo, que no continuarían en este departamento.
Lo llamativo de esta situación es que ambos trabajadores llevaban poco más de un mes destinados a este departamento. Así, tal y como publicó Valencia Plaza, el nombramiento de Tomás fue publicado en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) el pasado 3 de octubre, con una resolución fechada el 29 de septiembre.
Justicia coge prestado un asesor de Sanidad
En este caso, se daba la singular circunstancia de que la designación provenía de la Conselleria de Sanidad: es decir, el nombramiento partía de ese departamento pero el asesor cumplía sus funciones en Justicia, en una especie de préstamo destinado a reforzar el área de Bravo. Así que ahora tendrá que ser el titular de ese departamento, Miguel Mínguez, el que se encargue de firmar el cese salvo que quiera incorporarlo activamente a Sanidad.
El caso de Arroyo es más curioso si cabe, puesto que aunque la resolución de su nombramiento era del pasado 7 de octubre, su designación apareció publicada en el DOGV el pasado viernes. O lo que es lo mismo, Bravo ha estado a punto de cesarlo antes de que su incorporación se hiciera pública.
En cuanto a los motivos de estas variaciones, fuentes de la conselleria enmarcaron esta decisión dentro de la "normalidad" en el funcionamiento de la Administración, comparando esta circunstancia con el clásico "periodo de prueba" de las empresas. "Se exige una adaptación muy rápida, es cierto, pero es necesaria para que la gestión no se ralentice y sea lo más efectiva posible", comentaron las citadas fuentes.
Otros dirigentes consultados por este diario apuntaron a que la preparación de la comparecencia de la consellera el pasado viernes sobre presupuestos no resultó satisfactoria, lo que aumentó las dudas que ya venía gestando Bravo sobre estas incorporaciones. Tres días después, este lunes, se les notificaba a ambos que serían relevados de sus puestos.
De esta manera, el grupo de personal eventual de la Conselleria de Justicia se mantiene como uno de los más volátiles del Botànic. Sólo la jefa de Gabinete, Carolina Cañizares, aguanta desde la pasada legislatura (se incorporó a finales de 2016 como jefa de Prensa); mientras que la asesora Noemí Herrero es la siguiente más antigua habiendo entrado en septiembre de 2019. El resto de personal eventual ha fichado por esta cartera desde noviembre de 2021 en adelante.
Más allá de que resulta evidente la complejidad existente en ese departamento, los ceses exprés no son una cuestión exclusiva de la Conselleria de Justicia. Recientemente, se produjo la salida del jefe de Gabinete de Rebeca Torró, titular de Obras Públicas, tras haberse incorporado tres semanas antes. Otra prueba de las dificultades para adaptarse a la Administración, especialmente en la recta final de la legislatura y con las urnas a la vista.