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LAS MUJERES OCUPAN UNO DE CADA TRES PUESTOS DE DIRECCIÓN en la comunitat valenciana

Más mujeres en sanidad y hombres en industria: la brecha de género persiste en el empleo valenciano

11/06/2023 - 

VALÈNCIA. El mercado laboral valenciano todavía refleja grandes diferencias entre hombres y mujeres no solo en cuanto a las condiciones del empleo y los salarios percibidos, sino también en lo que se refiere a las profesiones que se desempeñan. Así, en 2022 menos del 12% de los trabajadores del área de la construcción eran mujeres, que en cambio representan el 94% de la fuerza laboral en el empleo del hogar y más del 73% en el ámbito sanitario. Además, solo una de cada cuatro personas empleadas a tiempo parcial el pasado año era hombre, y tanto a nivel estatal como valenciano el sueldo bruto anual de las mujeres era inferior al de los varones en algo más de 5.000 euros de media.

Estas son solo algunas conclusiones que pueden extraerse del último proyecto publicado esta semana por el Instituto Valenciano de Estadística (IVE) titulado ‘Mujeres y Hombres en la Comunitat Valenciana’, la primera iniciativa en esta autonomía que aglutina todos los datos estadísticos disponibles por sexo para, según expone el propio organismo, describir con perspectiva de género la realidad de esta región y analizar “los avances en el tiempo a favor de la igualdad”. La iniciativa del IVE cuenta con hasta 163 indicadores sobre esta materia agrupados en 41 subtemas y nueve grandes áreas.

De este modo, y en relación al empleo, se ponen de manifiesto que, pese al paso de los años, las mujeres siguen siendo todavía mayoría en las profesiones vinculadas a la salud y los cuidados, mientras los hombres son muchos más en los sectores industriales. No es de extrañar, por tanto, que solo un 6% del empleo en los hogares y el 27% del relacionado con la sanidad lo realicen hombres, que además son únicamente uno de cada cuatro trabajadores en el ámbito educativo. Es pues en estas ramas donde se concentran las profesiones más feminizadas, aunque las mujeres superan asimismo a los hombres en hostelería (57,5%) y las actividades administrativas (57,4%).

Esta situación evidencia, como se exponía igualmente en el estudio ‘Género, Empleo, Trabajos y Salud en la Comunitat Valenciana’ publicado a finales de 2022 por las profesoras Elena Ronda (Universidad de Alicante), Erica Briones (Universitat de Lleida) y Ana M. García (Universitat de València), que las mujeres aún ocupan con frecuencia puestos en sectores “que reproducen el papel tradicional de responsable de mantenimiento de la familia y el hogar”. En el lado opuesto, y tras la construcción, tareas físicas como las relacionadas con el transporte y el almacenamiento son las más masculinizadas a nivel valenciano. Allí, ocho de cada diez trabajadores son hombres, unos porcentajes que se replican de forma muy similar en el sector primario y también en las comunicaciones, donde más allá de la información se contemplan la edición de programas informáticos o de videojuegos.

De la misma forma, se observan diferencias importantes en el sector secundario, ya que en las industrias extractivas las mujeres son tan solo un 27,6% del total y en las manufacturas los hombres representan a siete de cada diez empleados. Por su parte, el comercio, el arte o la Administración Pública son algunos de los ámbitos donde existe mayor igualdad en la distribución del trabajo. Este último es, de hecho, uno de los sectores que mejor refleja una reducción de la brecha de género: si bien en años anteriores más del 67% de las personas empleadas eran hombres, en 2022 ese porcentaje se situó ya en el 55%.

Este hecho podría explicarse en parte por la paulatina incorporación de las mujeres a los procesos de empleo público y la progresiva renovación del funcionariado, ya que en los cuerpos donde las edades medias de los trabajadores son más altas, como en la Administración General del Estado, los hombres son mayoría. Mientras, en el sector público autonómico y local crece significativamente el porcentaje de mujeres.

También en términos generales de empleo se observa cómo la proporción de mujeres y hombres tiende a igualarse con el paso del tiempo. En el año 2008, el 58% de la fuerza laboral valenciana eran varones, un porcentaje que ha caído en cuatro puntos desde entonces. Lo mismo sucede, aunque a menor escala, con las industrias extractivas. Las mujeres siguen siendo minoría, pero hace más de una década solo representaban a uno de cada diez trabajadores y hoy son ya casi el 30%. En las manufacturas, por su lado, el peso laboral de las mujeres ha crecido en casi seis puntos desde hace quince años. En cambio, en los ámbitos más feminizados y masculinizados del territorio valenciano la distribución por sexos apenas ha variado en las últimas décadas.

Menos mujeres en los puestos directivos 

Más allá de la disposición laboral por ramas de actividad, las distinciones por sexos se observan también en el tipo de cargo a desempeñar. Así, y mientras que en las ocupaciones elementales, que por lo general requieren de menor cualificación, son más las mujeres, en los puestos de dirección de la Comunitat Valenciana los hombres aún representaban en 2022 el 67% del total. Esta estadística coincide con las conclusiones del informe ‘Diagnóstico de la situación de las mujeres en la propiedad y el gobierno corporativo de las empresas’ que presentó el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) el pasado marzo, y en el que se señalaba que, a nivel nacional, la presencia femenina en consejos de administración se reducía incluso al 17%.

Dicho estudio afirmaba además que la participación femenina en el capital de las empresas era “decreciente” conforme aumentaba el tamaño de las mismas, porque mientras que en las pymes las mujeres accionistas rondaban el 21%, en las grandes se reducía al 18,9%. Además, el Ivie concluía que la brecha de género en la empresa era “de mayor dimensión en sectores con más intensidad tecnológica o de conocimiento” aunque reconocía, no obstante, que en las grandes entidades se comenzaban a notar “los efectos de las normativas y la presión social”. 

A su vez, es en los puestos técnicos donde según los datos del Instituto Valenciano de Estadística se alcanza un mayor grado de igualdad, mientras que en los llamados trabajadores cualificados hay más hombres (63,9%) y en los cargos militares persisten las mayores diferencias: el 87,7% de los trabajadores son varones por el 12,3% de mujeres. Entre el personal de oficina, en cambio, son muchas más las mujeres, un 67,7% por el 32,3% de los hombres.

Tres de cada cuatro empleados con contrato parcial son mujeres

Por otro lado, también existen diferencias notables en función del tipo de jornada, ya que en la Comunitat Valenciana tres de cada cuatro personas que tienen un contrato a tiempo parcial son mujeres, una distribución que no obstante era más desigual hace casi veinte años, cuando solo un 22% de los trabajadores con este tipo de contrato eran hombres. Así pues, y como afirmó en febrero el conseller de Economía Sostenible, Rafa Climent, durante los actos con motivo del Día de la Igualdad Salarial, la orientación tradicional de la mujer “hacia los cuidados del hogar” podría implicar “una mayor presencia femenina en la jornada a tiempo parcial” e impedir a veces “su ascenso a puestos de trabajo superiores”.

Del mismo modo, en uno de los últimos análisis sobre la situación de la mujer en el mercado de trabajo del sindicato CCOO se hacía referencia a que estas altas tasas de parcialidad femeninas son “mayoritariamente involuntarias” y podrían esconder “una realidad injusta” detrás “del mito de que la jornada a tiempo parcial favorece la conciliación de la vida familiar y laboral”. Además, la predominancia este tipo de contrato, como reconocía el propio conseller Climent, es uno de los motivos que producen “menores retribuciones” en las mujeres, entre los que también podrían encontrarse la mayor presencia de hombres en puestos de alta dirección.

De hecho, y como se refleja en los datos del IVE, el salario bruto anual medio percibido por los hombres en 2022 fue de 25.239 euros en 2020 por los 20.165 de las mujeres, lo que arroja una diferencia de más de 5.000 euros. Esta es una desigualdad que se replica casi con exactitud en el conjunto del país, ya que mientras que las mujeres ganan 22.467 euros al año de media, los hombres obtienen 27.642 euros. Además, y pese al paso del tiempo, la diferencia salarial siempre se ha situado desde 2008, en términos generales, entre los 5.000 y los 6.000 euros brutos anuales.

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