opinión

Más miedo a los bancos que a la Reserva Federal americana

El analista advierte que todavía hay que esperar un poco para poder afirmar con seguridad que ha pasado lo peor para el sector bancario

28/03/2023 - 

MADRID. En su reunión del pasado 22 de marzo, la Reserva Federal americana (FED) cumplió con las expectativas al decidir una subida de los tipos de referencia de 25 puntos básicos, que los sitúa en una horquilla del 4,75%-5%; pero al igual que ocurrió una semana atrás con el Banco Central Europeo (BCE), la FED envió un mensaje de prudencia respecto a lo que ocurriría en el futuro, y en lugar de volver a afirmar que "las subidas de tipos seguirán en marcha" incorporó el mensaje de "algún endurecimiento adicional" puede ser apropiado.

Jerome Powell, presidente de la institución estadounidense, dejó claras dos consecuencias de la reciente crisis bancaria: la primera es que se tenderá a endurecer las condiciones de financiación por parte de los bancos, y la segunda que no es posible aún saber hasta qué punto eso se produciría. Como también hizo el BCE, se remitió a los futuros datos económicos y financieros para seguir tomando decisiones. En el mercado -con cierta razón- decisión y discurso fueron recibidos en clave de pesimismo económico y las cotizaciones bancarias de nuevo volvieron a verse afectadas.

La semana pasada comentábamos que gracias a la rápida acción de las autoridades bancarias norteamericanas -y posteriormente a la acción del Banco Nacional de Suiza- el riesgo de contagio de la incipiente crisis bancaria parecía que lo podíamos dar por disipado. Pero no fue así, ya que han surgido nuevas dudas en el entorno bancario, que han generado de nuevo mucha volatilidad en las cotizaciones bursátiles de los integrantes del sector, a uno y a otro lado del Atlántico. Sin embargo, y a pesar de esa rapidez en actuar, también creemos que la actuación de los reguladores no ha sido suficiente para calmar del todo a los mercados.

Retirada de fondos

Es verdad que sin las acciones de los reguladores americanos el contagio podría haber sido más grave, pero 'a toro pasado' vemos que garantizar los depósitos de Silicon Valley Bank no detuvo la retirada de fondos de Signature; mientras que la garantía para los depositantes no asegurados en ambos bancos no logró evitar la crisis en First Republic, entidad que se sigue tambaleando. También es verdad que aunque el respaldo inicial del Banco Nacional de Suiza a Credit Suisse produjo un breve repunte en la cotización de las acciones, en última instancia solo le dio al banco suficiente tiempo para negociar una venta a UBS.

En los primeros momentos parecía que el riesgo sistémico podía estar pasando y que los inversores volvían a fijarse más en unos fundamentales del sector que son buenos... al menos en Europa con confortables niveles de liquidez y solvencia y sin aparentes problemas de calidad crediticia. También en un BCE enfatizando en su compromiso de facilitar liquidez ilimitada y ofrecer estabilidad al marco regulatorio del sistema.

En este sentido insistiendo en la prelación de los tenedores de CoCos AT1 sobre los accionistas en caso de intervención o liquidación de la entidad. Todo ello después de las dudas generadas tras la decisión del Banco Nacional de Suiza, amortizando a cero los 17.000 millones de dólares en CoCos emitidos por Credit Suisse y permitiendo a los accionistas de la entidad recuperar una parte de su inversión. Y, por supuesto, en la FED trabajando para aumentar las garantías para todos los depositantes.


Pese a todo ello un par de sesiones después vimos de nuevo un retroceso en las cotizaciones de los valores bancarios. Y es que los bancos requieren confianza de sus clientes y de sus contrapartes. Sin ella -como acaba de demostrarse- los bancos colapsan rápidamente. Y esa confianza todavía no está instalada completamente en el sistema.

Recientemente hemos visto como un grupo de bancos medianos estadounidenses solicitaba que la Federal Deposit Insurance Corporation extienda la cobertura del seguro a todos los depósitos por un período de dos años. También a la Secretaria del Tesoro norteamericano, Janet Yellen, pidiendo confianza a los estadounidenses en su sistema bancario, pero añadiendo que había que estar alerta y que es demasiado pronto para decidir sobre cambios normativos. 

'Comprar tiempo'

Esas esperas -en el mejor de los casos- podrían 'comprar tiempo' para realizar reformas estructurales, pero también generan dudas a los inversores y lamentablemente no vemos, sobre todo en EEUU, una solución rápida y definitiva para esta situación. Esto se refleja en las cotizaciones de los bancos.

La semana pasada concluíamos que "hoy por hoy la banca no es un peligro" y seguimos pensando que no lo es. Sin embargo, también creemos que hay que esperar un poco para poder afirmar con seguridad que ha pasado lo peor para el sector.

Antonio Castelo es analista de iBroker

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