SANTIAGO DE COMPOSTELA (EP).Más del 95% de los consumidores encuestados en España desea que haya distintivos en el frontal de los envases de los alimentos y bebidas que identifiquen el alto contenido en grasas, azúcares añadidos y sal.
Esta es una de las conclusiones del 'Informe sobre Etiquetado Frontal' elaborado por la Unión de Consumidores de Galicia (Ucgal) presentado la semana pasada en Santiago en el marco de las jornadas 'Los etiquetados frontales en los envases alimentarios: un avance para el consumidor', que fueron inauguradas por el vicepresidente segundo de la Xunta, Diego Calvo Pouso.
Este análisis desvela que el 82,68% de los consumidores conoce el riesgo que puede suponer para la salud un exceso de consumo de alimentos o bebidas que contengan alto contenido en estos nutrientes.
De igual modo, valoran en un alto porcentaje que los sistemas de etiquetado frontal de los envases o sellos (FOPL o 'Front Of Pack Labelling', por sus siglas en inglés) se establezcan por contenido de nutrientes problemáticos (40,97%) o que identifique qué composición y calidad tiene un alimento (40,76%).
En todo caso, los consumidores parecen no optar por que se destaque el valor positivo del alimento ni que se le indique si es una buena elección para él, de acuerdo con las conclusiones del informe de Ucgal.
A la pregunta de qué tipo de sello preferiría el consumidor, obtiene el mayor número de respuestas la información relativa a las advertencias sobre el contenido de determinados nutrientes. En cambio, existe un porcentaje inferior al 15% que desea que se incluyan rankings o clasificaciones con estos identificativos.
Además, los consumidores siempre o casi siempre leen los etiquetados, con un porcentaje muy elevado cercano al 90%, lo que indica --tal y como explica la organización-- que cada vez hay más concienciación sobre el contenido y parámetros que están incorporado en el propio envase.
El estudio, con una muestra de más de 500 entrevistas 'online', ha sido realizado bajo la dirección del secretario general de Ucgal, Miguel López Crespo, y ha contado con la colaboración de Gadisa y la participación científico-técnica del doctor en Ciencias Biológicas de la Universidad Complutense de Madrid, Rafael Urrialde de Andrés.