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Marta García Aller: "Las reglas del siglo XX ya no sirven para explicar el presente"

25/06/2024 - 

ALICANTE. Esta semana tenemos con nosotros en La Entrevista de Alicante Plaza a Marta García Aller, periodista de El Confidencial, colaboradora de Más de Uno, el programa de Carlos Alsina y autora de Años de Perro (Círculo de Tiza). 

¿No tienes la sensación de qué a los que escribimos columnas todas las semanas el tiempo se nos pasa más rápido?   

El tiempo pasa rápido hasta que te levantas un lunes a las cinco de la mañana, eso hace que el día se haga bastante eterno (risas). Es verdad que da la sensación que el tiempo va más rápido, y creo que no sólo nos pasa a los que analizamos la actualidad sino a todo el mundo. Estamos sometidos a muchos estímulos por las pantallas, y eso hace que los periodos se fragmente y duren menos. Miras Twitter, luego echas un ojo a Instagram y sin darte cuenta ya ha pasado un rato largo, creo que eso es una de las consecuencias de la revolución tecnológica. Una constante en Años de Perro es entender lo que ha ocurrido a lo largo de los años, reposar el tiempo y analizar de forma sosegada los acontecimientos, parar un poco esa velocidad con la que transcurre todo.   

¿El estar haciendo crónicas de lo que pasa es un elixir contra la memoria de pez de la sociedad? 

Efectivamente estamos necesitados de contexto, saturados y dependientes de las últimas horas. Cada vez hay más necesidad de análisis, debemos poner en perspectiva hasta qué punto vivimos en medio de una aceleración que no nos está dando tiempo a digerir. Lo que no estoy tan segura es si hemos perdido el umbral del asombro. Si que es verdad que como narro en el libro, han ocurrido cosas que antes no podíamos imaginar, pero sin embargo, mi sensación es que nos causa asombro echar la vista atrás. Lo que de verdad nos aterra es el presente.  

Muchas veces da la sensación de que no sabemos lo que leemos, que esa rapidez con la que fluye la realidad hace que no pongamos atención en lo que vemos, ¿crees que está relacionada la falta de comprensión lectora con la vorágine temporal actual?  

Esa fluidez con la que transcurre el tiempo no ayuda a la comprensión lectora. La polarización también ha hecho mella, una que busca un contenido que fragmente y que nos indigne. Cada día vemos más los procesos mentales nacidos de las trincheras, y eso provoca que en muchas ocasiones no se lea lo que te quita la razón. Creo que debería preocuparnos que leyéramos solo con lo que estemos de acuerdo. En Años de Perro, las constantes de la aceleración y la creciente polarización están muy presentes en el recorrido del libro.  

Leyendo textos con los que no estamos de acuerdo se abre la veda a que uno cambie de posturas sobre determinados temas, desgraciadamente por la actitud de determinados dirigentes, ¿se está demonizando la capacidad resiliente de cambiar de opinión?  

Decía Martin Baron, el ex director del Washington Post en Más de Uno con Carlos Alsina, que un buen periodista es aquel que está dispuesto a destruir sus propias opiniones con los hechos. Cambiar de opinión no es un problema siempre que se sea fiel con los lectores. Una de las impresiones que me llevo de la Feria del Libro de este año donde estuve firmando hace una semana, fue que algunos lectores y oyentes me dijeron que les hacía pensar por las mañanas.  En política, no es lo mismo cambiar de opinión que contradecirse. Contradecirse es decir una cosa y hacer la contraria, se puede cambiar de opinión si se le da a los votantes los motivos que han provocado ese cambio de criterio.  

¿Tenemos menos certezas como consecuencia de los cambios en tan poco tiempo?  

La sensación de incertidumbre que hay en el mundo es mayor que en momentos anteriores de la historia. Podemos discutir si ahora están pasando más cosas que antes en términos de guerra, hambrunas y crisis, la idea que hay hoy en día es la incertidumbre. Ahora no hay que mirar al futuro para sentir la aceleración, sólo hay que leer Años de Perro para darse cuenta de que ese vértigo se siente también al mirar hacia atrás. Vivimos en un tiempo en el cunde bastante el pesimismo, el imaginario de los futuros es incierto y también lo es el presente. Cada vez pasan más cosas imprevisibles, ya no hay certezas absolutas. En el libro, en esos siete años, se narran un montón de certezas que ninguna de ellas ha sucedido y todo cambió muy deprisa. La historia no es lineal porque está llena llena de sorpresas. Hemos tenido una serie de acontecimientos que han sembrado la incertidumbre, las certezas se han ido desmoronando. Las reglas del siglo XX ya no sirven para explicar el presente pero todavía no hemos encontrado las que aplicar en el mundo actual. Entre tantos días históricos necesitamos parar y reflexionar para analizar lo que ocurre.  

De los siete años que recopilas en el libro, ¿qué ha sido lo que más te ha sorprendido?   

Es muy difícil elegir, son tantas cosas las que han pasado que me cuesta elegir una sola, porque son todas juntas las que me provocan esa sensación de vértigo. Más que con un momento me quedaría con un personaje, creo que Pedro Sánchez es el protagonista más inesperado de todos. El libro empieza cuando es desahuciado del liderazgo del PSOE, y en estos años ha llegado a ganar elecciones generales. La crónica termina cuando el 29 de abril anuncia que se quedaba como presidente del gobierno tras las sospechas hacia su mujer. La figura de Pedro Sánchez resume muy bien estos tiempos en los que las sorpresas no dejan de amontonarse.