CASTELLÓ. Marie Claire da una nueva vuelta de tuerca a la refundación que atraviesa desde que el grupo A2D Business Retail se hiciera con ella hace ahora prácticamente un año. El nuevo paso lo da con la reestructuración de su organización interna. En este sentido, el presidente de la firma, el valenciano Álvaro Bordils, adopta a partir de este momento "un rol más institucional y comercial" y el día a día de la centenaria textil castellonense lo gestionará su nuevo director general.
El elegido para el cargo es Vicente Ibarra. Desde el pasado mes de julio, este ingeniero industrial por la Universitat Politècnica de València se encargaba de las labores de planificación y logística en la compañía y ahora da un salto para asumir la gerencia. Experiencia en el sector de la moda no le falta: durante siete años y medio desempeñó varios cargos en firmas del grupo Inditex, entre ellas Tempe, la filial del calzado que el gigante del retail tiene en Elche; así como en las marcas Pull&Bear y Uterqüe.
Junto a Ibarra llega también un nuevo director comercial a Marie Claire. Se trata de Vicente Asensi, que hasta ahora se desarrollaba como director de ventas de Adolfo Domínguez y previamente lo había hecho, para Europa, con Carolina Herrera y Purificación García. Su experiencia internacional debe ayudar a dar el salto en el extranjero a la firma castellonense, una aspiración que persigue con el fin de alcanzar la ansiada viabilidad.
A ello también ayudará la nueva directora de marca, marketing y comunicación, Elena Ravello, que ya venía trabajando en la firma desde la llegada de los nuevos propietarios. Entre todos tratarán de dar también el impulso necesario a Marie Claire para relanzar su canal on line, otra de las aspiraciones de los actuales gerentes de la compañía nacida en Vilafranca.
Para ello cuentan con la garantía de calidad de una marca que cuenta entre sus principales activos con el expertise de su equipo productivo. Así, las direcciones de fábrica y de producto seguirán recayendo en Emilio Giner y José Antonio Pérez, destacan desde la textil castellonense.
Esta reorganización directiva supone de esta manera un paso más en la reconversión que la firma vive en el último año. Entre las consecuencias más visibles está el cierre reciente de su centro logístico y productivo de Borriol, una necesidad con la que ahorrarse un alquiler oneroso y que ha motivado que toda la actividad de la firma se instale en Vilafranca. Esto ha conllevado que Marie Claire aligere ligeramente su masa salarial, ya que alrededor de 60 de los 150 empleados que trabajaban en la Plana no han querido trasladarse a Els Ports.
En todo caso, desde la firma trasladan que esto no supone un problema en su búsqueda de "fortalecer" su "posición de liderazgo en el mercado español y alcanzar la misma en el internacional y el mundo on line". Con ello ha de arrancar, por fin, "la senda del crecimiento" para Marie Claire.