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entrevista al economista y emprendedor 

Marc Vidal: "El gran desafío de las ciudades es transformar los datos en conocimiento" 

Marc Vidal
7/12/2022 - 

ALICANTE. Marc Vidal es analista económico y divulgador tecnológico, y está considerado como una de las figuras más influyentes en Economía Digital de España. Esa es su carta de presentación. Y con un amplio bagaje en conferencias, libros y programas de televisión y radio tuvo el honor la semana pasada de ofrecer la charla inaugural en el Alicante Tecnhology Forum, celebrado en el ADDA. Horas después, mantuvo una charla con Alicante Plaza, en las instalaciones del Museo del Agua de la ciudad, para abordar los retos de las smart cities, el cambio climático o la inteligencia artificial.

-¿Qué le ha traído por Alicante?

-He venido inaugurar el foro en Alicante Technology -que se celebró la semana pasada-, y vengo porque me dedico a eso, me dedico a transformar empresas, a reflexionar sobre el futuro tecnológico y cómo afecta la tecnología a la vida de las ciudades, a la vida de las personas y a las empresas. Y la verdad es que estoy impresionado. Es decir, yo voy a muchos eventos, pero normalmente cuando es la primera edición te encuentras que queda mucho por hacer, que hay ahí un recorrido previo que no se ha hecho, pero la sorpresa aquí ha sido ha sido grata, porque el programa estaba desarrollado de forma bastante universal, es decir, no es una cosa que sucede en un solo lugar de una manera muy concreta y sólo para gente tecnológica, sino que ya la primera impresión es muy interesante porque sucede en muchos lugares, sucede de muchas maneras y sobre todo sucede para muchas personas, con lo cual, sinceramente, creo que es la mejor manera de incorporar el mundo tecnológico a una ciudad.

-¿Cuáles son los principales retos que tiene una ciudad a nivel tecnológico en estos momentos, sobre todo después de la pandemia?

-Lo principal hoy en día para una ciudad es que pueda tarde o temprano considerarse inteligente. De hecho, el programa Smart City vinculado a Alicante tiene esa voluntad. Para que eso sea así, tiene que ser capaz de gestionar bien los datos, tiene que ser capaz de capturar datos en todos los procesos que se lleven a cabo en la propia ciudad y que esos datos no se queden solo en el formato de convertirse en información, que es lo más sencillo, lo más habitual y de lo que se habla. Tal vez la transformación digital. ¿Cómo convertir los datos en información y con ello tomar decisiones? Yo sinceramente creo que el gran desafío de las ciudades y eso se lo trasladaría al equipo municipal y al equipo que está en este momento desarrollando todos los programas de Ciudad Inteligente en Alicante, es que vayan un poco más allá y que conviertan esa información en algo que tenga que ver con el conocimiento, es decir, que le den un sentido a esa información. Si lo hacen así, si le dan sentido a la información que surge de esos datos, le darán conocimiento a toda la ciudad.

 Y ese es el gran desafío. Creo sinceramente que no solo capturando datos y transformarlos en información se logra, sino que hay que transformar esa información también en conocimiento. Y la segunda clave estaría más allá de de la propia tecnología. Es decir, eso se hace con tecnología. Eso se logra incorporando sensores, formulaciones inteligentes, inteligencia artificial, datos, todo eso. Pero hay una variable más que es la humana, y es cómo conseguimos que el ciudadano en el centro de las decisiones. Creo que a las personas hay que ponerlas en el centro. Y para que sea el centro necesita en gran medida también algo de formación, explicar para qué es esa tecnología y vincularlo muy bien todo. Y creo que ese es el gran desafío actualmente.

-Te voy a comentar unas ideas-base que están hoy en día muy ligadas a Smart City y si puedes dime soluciones que se están aplicando. Por ejemplo, ¿Cómo resolver el reto de la movilidad? ¿Cómo lo han hecho otras ciudades parecidas? 

-Desconozco el intríngulis y los detalles, pero te comento una experiencia básica. Yo he salido hoy de mi hotel, me he ido por lo que podríamos denominar el paseo que va en la zona que no está en obras. Vamos hacia el norte, interpreto desde el hotel que está en la Marina e identificas que hay como una barrera natural entre ese paseo y playa. Con los edificios hay una carretera, esas carreteras que tienen muchísimas ciudades y Alicante es una de ellas que se convierten en una barrera tremendamente difícil de superar y que no ayudan a convertir en una movilidad inteligente lo que sucede en esa ciudad. Entonces dices ¿cómo eso cuántas cosas habrá? ¿Cómo se está pensando en sortear esa situación? ¿Por qué pasa esa carretera por aquí? Pues no es tanto que pase esa carretera por ahí como el hecho de que se tenga que pensar de otro modo la ciudad. Y creo sinceramente que esos retos que tienen que ver con los desafíos de la Agenda 2030, que en gran medida la ciudad ha firmado, y que están ahí.

En algunos de esos desafíos de la Agenda 2030 están incorporados en el plan de de lo que se quiere hacer en Alicante en el futuro y creo que por todas todos los grupos políticos. Creo que esto es algo bastante unánime en este sentido y creo que tiene mucho que ver con cómo se piensan las ciudades desde el punto de vista de movilidad. Y la movilidad no es tanto cómo movemos los coches, sino como nos movemos sin coches, que tal vez es la oferta que  a muchas veces hay ciudades que les cuesta ofrecer. Es muy arriesgado porque tienes que cambiar tiempos, tienes que cambiar modalidades de vida, puedes generar nuevas tensiones habitacionales o puedes complicar otras. Al final siempre hay alguien que le va a parecer que está mal y otros que va a parecer que está muy bien. Pero creo sinceramente que el diálogo en estas cosas va muy bien. La tecnología permite visualizar cómo van a ser las zonas de futuro y que esa movilidad se haga con datos, pues al final también permite que queremos una oferta correcta.

"Y la movilidad no es tanto cómo movemos los coches, sino como nos movemos sin coche"

-Antes has hablado de formación a toda la gente y uno de los graves graves problemas es romper con la brecha digital. ¿Cómo llegamos a esa generación de gente o esos sectores de gente a los que hay que hacerles pedagogía de los cambios?

-Poniéndose en manos de profesionales. Cuando tengo un problema en la rodilla, vas al traumatólogo y te mira. ¿Tengo un problema de salud mental? Pues vas al psicólogo. Si hay  un problema de formación generalizada en la población mayoritariamente mayor, o una población desinteresada por la tecnología, que también hay en la gente joven, hay que ponerse en en manos de gente que sabe cómo llegar. Y hay múltiples fórmulas que se pueden llevar a cabo desde programas de formación estimulante. Es lo que se denomina la gamificación de la formación. Y para ello hay llegar a acuerdos con los centros educativos, se puede buscar cómo las asociaciones de la ciudad, asociacionismo que deben ser potentes. Si en Alicante hay espectáculos muy interesantes, interpreto que por pura lógica que debe haber una voluntad de asociación muy interesante, pues son las que a veces pueden aportar ese valor. La tecnología hoy en día no es complicada, es decir, la tecnología que hoy tenemos es esa que permite que una mujer con casi 80 años utiliza la tablet con una habilidad que me sorprende y lo ha hecho en tres años desde que le interesa una aplicación concreta en la que se pueden comprar y vender cosas de segunda mano. ¿Por qué? Porque ahí había algo que le interesaba y lo aprendió y no le ha sido un muro, sino ha sido una ventana. Los que nos dedicamos a la tecnología, sabemos y tenemos que trabajar todos los días en eso de lograr como cómo abrir esa ventana.

"El cambio climático es algo a luchar, pero desde el fundamentalismo no vamos a ningún sitio"

-¿Cómo debe ser la adaptación de las ciudades al cambio climático?

-A mí no me gusta culpabilizar constantemente a la gente del cambio climático. Creo que somos muy responsables de muchas cosas que están pasando, pero que todo el día te estén repitiendo que eres el culpable de todo es cansino y y entiendo que hay que concienciar y creo que además, desde el punto de vista educativo de la gente más joven, eso está calando en la gente que somos más mayores. Nos está costando más porque tenemos unas costumbres, una forma de vida en la que pensábamos que no había que cuidar tanto el medioambiente porque el medio ambiente se cuidaba solo, y eso sabemos ahora que no, pero también creo que el ámbito de la culpabilidad constante, el de que no dejes la televisión en stand by porque vas a cambiar el clima del mundo o vigila con las dos gotitas que caen de agua del grifo. Me lo he dejado. Todo eso hay que remediarlo. Entiendo que eso suma, pero creo que la culpabilización también al final, aparta a la gente de algunos mensajes y estar todo el día haciéndote sentir mal por cosas que tú irías modificando también a tu tiempo. Porque hay tiempo. En el ámbito doméstico hay tiempo. El problema está en las grandes industrias, el problema está en lo agrícola. Los problemas están en China,  y están en Estados Unidos. Y nosotros somos culpables en un margen muy pequeño, estar culpabilizando siempre a nosotros. Al final yo creo que incluso genera hasta una versión negacionista de la historia. Entonces vayamos con cuidado. Y creo que el cambio climático es algo a luchar, pero desde el fundamentalismo no vamos a ningún sitio.

-¿Deben las Smart City prepararse para esos fenómenos adversos que está ya?

Sí, yo también ahí. Evidentemente entiendo que está subiendo la temperatura media del planeta. Eso es evidente. Los inviernos ya no son los que eran, los veranos no son lo que eran y eso está acumulando. Tengo la sensación también que cuando tenemos un verano muy duro desde el punto de vista de calor o un invierno muy dramático desde el punto de vista de nieves y frío o inundaciones, nos acordamos más de esas cosas y eso tiene dientes de sierra. Sabemos que puede tener un verano terrible. El que viene es más fresco todavía tiene dientes de sierra, aunque la tendencia sea efectivamente a eso. ¿Cuándo va a suceder? Cuando vamos a tener una catástrofe desde el punto de vista de que nos van a subir 25 centímetros, el agua nos cubre, cubra la mitad de la ciudad. Yo no tengo ni idea porque no soy experto y escucho. Hace mucho tiempo que eso nos va a pasar y creo sinceramente que las ciudades al final tendrán que adaptarse porque ya no hay forma de revertir alguno de esos sucesos. Entonces tendremos que ir preparándonos. Dicen que algunos deltas van a quedar cubiertos en los próximos 30 o 40 años. Dicen que hay países como pueden ser Países Bajos, que ya están adaptando y subiendo los niveles de protección hacia el mar. Pues nosotros tendremos que hacer algo así, o nos vamos para atrás o adaptamos el medio en el que vivimos. Y creo sinceramente que la tecnología juega un papel relevante. Nos puede ayudar a prevenir, nos puede ayudar a solucionar y nos puede ayudar a entender que sería interesante hacerlo.

-Al principio de soluciones tecnológicas hemos hablado de las ciudades, pero son las mismas o parecidas o comunes para el sector privado o para la empresa y hay que adaptarse de igual manera.

Las medidas a tomar para el cambio climático lo son para todos los países y para todos. A ver, las empresas tienen una particularidad, y es que tiene que ser rentables; otro tipo de organizaciones o incluso de estructuras, como puede ser una ciudad, no tienen por qué ser rentables, tienen que ser rentables desde el punto de vista de ser amigables en lo ciudadano.

"SE LLAMARÁ SINGULARIDAD TECNOLÓGICA, ESE ES EL MOMENTO EXACTO EN EL QUE LA TECNOLOGÍA INTELIGENTE NO NOS NECESITARÁ A NOSOTROS PARA NADA"

-¿Qué las soluciones pueden aplicar?

-Son claras. Las soluciones pueden ser muy parecidas. De hecho, al final se estructuran en lo mismo. Por ejemplo, cuando hablamos de la economía, de economía y de la economía extendida que vincula la transformación digital a la revolución 4.0, todo eso que se junta en uno. Ya anticipo que el nombre que viene es Extended Economy, pues al final se basa siempre en cuatro cosas. Una de ellas se basa en la automatización de procesos de todos los elementos que participan en la identificación del usuario o cliente, pero también en el caso público, en la identificación del usuario, ciudadano o consumidor de servicios públicos; otra es cómo se generan en el ámbito privado modelos de negocio nuevos, pero en el ámbito público, cómo se convierten en servicios. Algunos de los productos que ofrecía, por ejemplo, la administración pública o licitación pública, por ejemplo, era dar servicios, que era entregar alguna cosa al público. Al ciudadano se le construye una cosa y la tienes, ese es el producto. Ahora, a lo mejor ya no se construye eso, sino que se le da un servicio que se puede consumir en otro lugar, en diferentes lugares. Y también la administración, las ciudades y las empresas tienen que formar a la gente en habilidades que habitualmente no consideramos fundamentales. Y es que cuando hablamos de tecnología parece que todo el mundo tuviera que saber de tecnología, todo el mundo tuviera que saber programar. ¿Es que el futuro es tecnológico, verdad? Ahora todo el mundo, la gente joven, habla medianamente inglés, entiende medianamente inglés, pero realmente ninguno ha estudiado inglés. En el futuro la gente irá sabiendo de tecnología, de cómo se interpreta un programa informático, aunque no sepan programar, pero estará ahí, será una commodity y a nosotros eso nos parece muy extraño, pero será muy normal. Como les parecía muy extraño a mis padres, que yo sepa inglés, pues esto es más o menos lo mismo.

- ¿Y hasta qué punto la inteligencia artificial puede cambiar nuestras vidas? 

Si la inteligencia artificial un tiene un punto de inflexión pendiente que eso sucederá a mediados de la década que viene, en 2034,35. Por ahí se calcula el año 30 o el 40, pero por ahí andará y se llamará Singularidad tecnológica, que ese es el momento exacto en el que la tecnología inteligente no nos necesitará a nosotros para nada. Se autoprogramará, será capaz de de arreglarse, será capaz de generar sistemas que puedan programarse y puedan arreglarse y puedan las dos cosas a la vez. Eso sucederá por ahí. Se llama singularidad tecnológica. Aparentemente da miedo porque es un sistema inteligente que será capaz de todo. Es decir, la máquina será más inteligente que nosotros y eso ya no nos parece tan bien. Bueno, nos adaptaremos, comprenderemos para qué es todo eso. Y al igual que los coches, serán autónomos, y nos parecerá bien. Habrá máquinas que serán autónomas, y también nos parecerá bien. La cuestión es cómo marcamos los niveles y límites éticos a todo eso. Es decir, hasta dónde una máquina, por no ser humana, no debe de hacer según qué. Eso es lo que quedará pendiente.

"Los robots nos sustituirán en muchas cosas y en todo aquello que sean mejores que nosotros"

-¿Llegará ese momento en que los robots sustituirán las personas?

-Nos sustituirán en muchas cosas y en todo aquello que sean mejores que nosotros, y de hecho van a ser mejores que nosotros en muchísimas cosas Ya lo son. Ahora mismo las tecnologías automatizadas robóticas nos sustituyen en las cosas de fuerza. En laas curvas de velocidad, las repetitivas, pronto nos sustituirán también en algunas de modo intelectual, incluso creativo. Nuestro papel es el que hay que redefinir. Nuestros ancestros no hacían lo que nosotros hacemos ahora. Nosotros no hacemos lo que ellos hacían. Ellos se dedicaban a coger una piedra e intentar que acabase siendo algo cortante. Y nosotros ahora tenemos bisturís que son capaces de salvar la vida de las personas. Ahora nos vamos adaptando y va a volver a pasar. Cada una de las cosas que vamos a tener que utilizar en el futuro serán para adaptarnos en base a la tecnología existente, para mejorar nuestra vida. Y lo haremos. Yo no tengo ninguna duda.

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