ALICANTE. Esta semana tenemos en 'La Entrevista de Alicante Plaza' a Manuel Atienza, catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de Alicante (UA). Abordamos de manera distendida la situación del Derecho y la justicia en España, de la Universidad en general y de la aplicación de la amnistía y de los cambios legales aplicados en los últimos años.
-¿Cuál cree que es la situación del Derecho y de la justicia a día de hoy en nuestro país?
-La situación de la justicia es preocupante, como hemos visto en la demora de la renovación del Consejo General del Poder Judicial. En cuanto a nivel normativo la ley de amnistía es un claro ejemplo del tipo de reglas que nunca se deben de aprobar. A nivel general en este campo estamos en una crisis generalizada que hace que el derecho tampoco pase por su mejor momento, las facultades de este conocimiento tampoco.
-¿Por qué cree que las facultades no pasan por un buen momento?
-La universidad española está en una fase degenerativa. Si pensamos en los planes de estudio vigentes, se hicieron de una manera lamentable. Los destinatarios de esa organización son los estudiantes, y se debería haber pensado si de verdad formaban a las futuras generaciones. Todo ha caído como consecuencia de determinados intereses mezquinos y se olvidó el interés general. El individualismo desaforado que vemos en otros campos como la economía ha penetrado en la universidad.
-A veces olvidamos que las leyes las hacemos nosotros, que los legisladores no vienen de Marte.
-Las leyes hoy en día se hacen a golpe de populismo buscando despertar sentimientos, y eso hace que la factura técnica de las normas sea desoladora. Hoy en día uno lee artículos del Código Penal que generan incredulidad, prerrogativas que no deberían estar en un código normativo, como por ejemplo el delito de odio.
"La ley de amnistía es un claro ejemplo del tipo de reglas que nunca se deben de aprobar"
-¿Por qué no debería de existir el delito de odio?
-En España tenemos la costumbre de ampliar el radio de acción de las normas, de agravar las penas. El reproche de muchos comportamientos no debería traducirse en un castigo penal, como por ejemplo, el beso de Rubiales a Jenni Hermoso.
-A veces existe la sensación de que se imponen penas más elevadas a delitos más leves que a los graves.
-Eso es absolutamente falso, en España hay penas más grandes que en el resto de países que su entorno. Por ejemplo, en el caso de la manada, se les impusieron una pena equivalente a la de asesinato más que a la del delito de violación.
-Hace unos años usted me hizo pensar al hablar sobre la circunstancia de que quizá las prisiones deberían estar pensadas para delitos realmente graves como el asesinato, la violación… ¿Debieron ir a la cárcel los secesionistas como Junqueras?
-El delito que ellos cometieron es muy grave, yo creo que sí que tendrían que haber ido a la cárcel, otra cosa hubiese sido que se hubiesen arrepentido o pedido perdón, pero ni mucho menos. De ahí que me parezca flagrante la amnistía.
-¿Qué ocurre para que no se tomen medidas desde países europeos para detener a Puigdemont con la euroorden en la mano?
-La constitución alemana establece que no cabe un referéndum como el que se celebró en Cataluña, otros países europeos también establecen las prohibiciones o los límites legales en nuestro país. Es más, se comentaba que la vida en prisión de los secesionistas hubiese sido mucho más dura que en las cárceles españolas.
"El reproche de muchos comportamientos no debería traducirse en un castigo penal, como por ejemplo, el beso de Rubiales a Jenni Hermoso"
-¿Qué delitos le vienen a la cabeza que no deberían ser castigados con la cárcel?
-El tema de las drogas, los delitos vinculados a ella, la penalización de las sustancias es un error. Hace poco leía que la pedofilia era algo hereditario vinculado con la genética y que no se podía evitar en muchos casos. Mucha gente con delitos sexuales que el remedio en lugar de la cárcel quizá habría que buscarlo en otro tipo de medidas. Como lo del famoso beso de Rubiales, por muy grave que sea no se debe ir a prisión por ello.
-¿Cómo se imagina España dentro de cinco años teniendo en cuenta los recortes penales?
-España es uno de los países del mundo más seguros, y tenemos la gran suerte de ser de la Unión Europea. Si Europa va bien, España irá bien también. Hay un problema de crisis en todo el mundo, de falta de perspectivas sobre todo para la gente joven, no son capaces de establecer proyectos de manera existencial.
-Hablaba de la falta de esperanza, de perspectiva de los jóvenes, estamos viendo como la falta de seguridad, de tranquilidad, está haciendo que en algunos países como El Salvador se priorice la seguridad por encima de la democracia, me estoy acordando del debate de teoría del derecho entre seguridad y libertad.
-La democracia está en riesgo, efectivamente. Es un proceso y por lo tanto es necesario tenerlo en cuenta. Al mismo tiempo los defensores del régimen liberal deberían recordar a Hobbes y El Leviatán, que habla de la necesidad de no dejar la seguridad en un segundo plano. Si eso sucede podemos ver imágenes como la de El Salvador, que ve prisiones como una especie de factoría de carne humana. Hay una gran amenaza, que es el cambio climático y la carrera armamentística. Ese fue el motivo por el que la transición fue un éxito, la necesidad de evitar una nueva guerra civil.
-¿No cree que se cae en la incoherencia cuando se habla de que se atenta contra los derechos humanos de los presos cuando en realidad a un presidiario se le ha privado en su origen del derecho de la libertad?
-A veces se confunden o se distorsionan los derechos humanos. Un preso ve coartada su libertad únicamente de forma limitada, pero sin embargo, los derechos humanos y la dignidad siguen latentes. Los derechos nunca son absolutos, tienen límites.
"España es uno de los países del mundo más seguros, y tenemos la gran suerte de ser de la Unión Europea. Si Europa va bien, España irá bien también"
-¿Cree que se quieren vender que son absolutos?
-Es todo mera palabrería con ninguna precisión, España es uno de los países donde más se respetan los derechos humanos, no quiere decir que se cumplan todos, pero contamos de buena salud. El más necesario que no se está aplicando es el de la renta básica, que la ciudadanía tenga una determinada cantidad de dinero, ese es el derecho por el que se debería velar.
-Se habla precisamente de la necesidad de instaurar una renta básica ante la obsolescencia de muchas profesiones como consecuencia de la Inteligencia Artificial, ¿cree que la IA pondrá en peligro el Estado de Derecho?
-Creo que habrá cambios muy profundos, ayudará a mejorar ciertas cosas pero habrá que poner límites. Es una gran amenaza, pero también se abren grandes oportunidades.