Corren malos tiempos para las Obras Públicas, más de la tercera parte de los contratos de obra adjudicados presentan problemas en su inicio, debido a los retrasos, paralizaciones, modificaciones y correcciones del proyecto, demoras en la ejecución, llegando incluso en algunos casos a su rescisión y una nueva licitación.
Que tire la primera piedra la Administración que no tenga algunos de estos problemas en los contratos de obra adjudicados. La pregunta es: ¿Por qué se genera esta situación con tanta frecuencia? Porque “Adjudicaciones a ofertas con bajas elevadas + Proyectos de perfil bajo = Problemas futuros en la Ejecución“.
Desde FOPA venimos advirtiendo durante los últimos años de la necesidad de limitar de forma mas restrictiva el criterio para determinar la temeridad de las ofertas, y de la conveniencia de utilizar fórmulas de puntuación que NO incentiven las bajas elevadas. Pero lamentablemente, para algunas Administraciones seguimos predicando en el desierto .
Las empresas nos sentimos muy incómodas cuando se producen estas situaciones de difícil solución; nuestro interés estriba en conseguir la adjudicación de un contrato para ejecutarlo con normalidad y con un mínimo de rentabilidad o con rentabilidad “cero“, pero nunca con pérdidas. Resulta imposible mantener las plantillas de nuestras empresas ejecutando obras que arrojen pérdidas .
¿Qué se puede hacer desde las Administraciones? Adecuar los pliegos de licitación disminuyendo la ponderación de la parte económica de las ofertas y seleccionando como adjudicataria la oferta con mejor relación Calidad/Precio, que es lo que contempla la vigente Ley de Contratos del Sector Público, valorando aspectos medioambientales, de calidad o de tipo social, entre otros, además de incorporar medidas para reducir los límites de temeridad y no incentivar las bajas elevadas .
El Plan Edificant para construcción de colegios en la Comunidad Valenciana, cuyos Proyectos y Licitación van a ser gestionados por los Ayuntamientos, está en su fase inicial, y podría derivar en un Plan que acumule demoras en su desarrollo si no se adoptan por parte de las Administraciones medidas como las que estoy proponiendo en este escrito, y/o en los Proyectos no se contemple la realidad de los precios actuales de mano de obra y materiales. Muy importante resaltar la enorme carencia de mano de obra cualificada en nuestro Sector, tanto a nivel nacional como autonómico, circunstancia que puede dificultar aún más la ejecución del Plan Edificant. Por ello, urge tomar decisiones para impulsar una formación acelerada para los distintos oficios de construcción cuya ocupación estaría más que garantizada.
Y ya concluyendo, debemos entre todos, Administraciones y Empresas, hacer lo posible para dignificar el sector de la Construcción que tanta ocupación laboral genera, para que esa mano de obra sea de calidad y duradera. Es imprescindible aumentar la inversión en infraestructuras y obras públicas, y que esa inversión sea sostenida en el tiempo, ahora más que nunca, cuando la edificación de viviendas parece estancada.
*Javier Verdú es presidente de FOPA, Federación de Obras Públicas de Alicante