DOHA (EFE). Luis Enrique Martínez, seleccionador español, aseguró en la víspera del duelo ante Alemania de la segunda jornada de Qatar 2022 que "aunque parezca curioso", como entrenador se siente "mucho mejor gestionando problemas" que midiendo la alegría que provocó el mejor estreno mundialista con el 7-0 a Costa Rica.
"Aunque parezca curioso me encuentro mucho mejor gestionando problemas, soy así de gilipollas. Estoy más cómodo cuando hay que levantar la moral a un equipo, para buscar que saquen la raza, su esencia, me sale mi vena asturiana y gijonesa", aseguró en rueda de prensa, a preguntas de Efe.
"A lo largo de mi carrera como entrenador he tenido momentos duros que es cuando me sale mi nervio y mi esencia. Cuando soy yo de verdad es en las dificultades", añadió.
Pidió el seleccionador español máximo respeto para una Alemania que se juega su futuro en el Mundial tras caer en su estreno frente a Japón. "Jugamos ante una tetracampeona del mundo. Uno mira su camiseta y ve cuatro estrellas", recordó para dar valor al segundo rival de España en Doha.
"Como jugador me enfrenté a ellos en el Mundial del 94 y tenían un poderío físico bestial, una diferencia muy grande en aquella época. A nivel futbolístico, España está a la altura de cualquiera, de hecho estamos por delante en la clasificación FIFA, pero si alguien sabe competir y cambiar su dinámica es Alemania. Les tenemos mucho respeto, su historia está ahí, tiene jugadores top pero tenemos la convicción de que podemos ganarla", dijo.
SORPRENDIDO POR LA CONTUNDENCIA DEL DEBUT
No ocultó Luis Enrique su sorpresa por el 7-0 asestado a Costa Rica, selección que defendió tiene muchas más virtudes que las mostradas ante España. "Uno siempre espera lo mejor cuando va a debutar. La ilusión que siempre genera este tipo de partidos, pero quizás no esperaba una versión tan potente. Disfruté muchísimo".
"Debutar de manera tan contundente genera confianza, pero hemos hablado para no ir al exceso. Alemania reúne todos los requisitos para que no haya confianzas o te pasan por encima. Son jugadores muy inteligentes para saber que el rival requiere de todo nuestro esfuerzo y el reto es muy atractivo".
El asturiano duda sobre si es mejor enfrentarse a una Alemania herida, tras caer ante Japón, o haberse medido con las dos selecciones peleando por el liderato del grupo tras ganar sus partidos.
"Nunca sabes que es lo mejor. Antes de empezar el grupo, hablamos sobre el resultado del otro partido que nos interesaba y no sabíamos lo que era mejor. Mañana sabremos el resultado de Japón antes de jugar, pero lo importante es controlar lo que podemos e intentar el segundo partido que nos daría la clasificación. No se sabe si es mejor medirnos a una Alemania que hubiese ganado", reflexionó.
Para España, medir su nivel actual ante Alemania "es una gran prueba", reconoció Luis Enrique que no deja lugar a un cambio de estilo en su equipo. "En un evento tan importante, ante una selección favorita para ganar el Mundial en situación complicada, hay que demostrar que no vamos a especular ni a jugar diferente. Saldremos a dominar todo el partido y espero que nos dé para ganar".
Ahí radicará uno de los puntos claves del duelo, ya que Alemania es una selección también dominadora y España no entregará el balón. "Si convertimos el partido en una cosa loca va a ser bastante más difícil para nosotros. Cuando juegas ante una potencia como Alemania todo está en el aire, pero nuestro objetivo es rendir en las mejores condiciones en las que podemos mejorar al rival".