Luis Bermejo y Malena Alterio.ALICANTE. La programación del Institut Valencià de Cultura en el Teatre Arniches entra en su recta final con una propuesta doble que, una vez más, tiene el objetivo de llegar a un público heterogéneo, que coincide en buscar una oferta de calidad. Dos propuestas para el fin de semana que ponen en valor la importancia de la palabra y la fuerza del gesto.
La delegada del IVC en Alicante, Alicia Garijo, celebra que los buenos datos de la pandemia en el territorio valenciano vayan permitiendo el aumento de la flexibilidad en las restricciones, lo que supone también que la ciudadanía tenga una mayor accesibilidad a la cultura: “Sabemos que hay personas que dejaron de asistir a las salas a causa de las limitaciones en la movilidad y los aforos, por lo que abrimos una nueva etapa más accesible e igual de segura que estos meses”.
Llega al Teatre Arniches la producción Los que hablan, de Teatro del Barrio. Un espectáculo escrito y dirigido por Pablo Rosal, que da como resultado un verdadero duelo dialéctico entre los dos personajes de esta historia a la que ponen rostro y voz Malena Alterio y Luis Bermejo. Una pieza que pretende reencontrar una época en la que la palabra, sencillamente, ha perdido su integridad y su acción. Observar con ternura todo lo que el ser humano ha añadido al alma, por interés del ego. Este es el sacrificio que propone esta obra.
Los que hablan presenta ante el espectador seres preculturales, siempre frágiles, en la cuerda floja, nunca acabados, antes de conseguir ser alguien. Es una producción de Teatro del Barrio que, desde su apertura en Madrid en 2013, se ha convertido en un referente nacional para el sector teatral. Un espacio que nació con una clara voluntad política y la necesidad de construir otra forma de convivir. Es un espacio de exhibición, de producción, una escuela, un punto de encuentro, de intercambio y de debate, pero ante todo, es una manera de entender la cultura que se nutre del movimiento ciudadano.
El domingo continúa la cita matinal del Teatre Arniches con los más pequeños dentro del ciclo Som Menuts. En este caso con una propuesta internacional que llega de la mano de la compañía belga Théâtre de la Guimbarde y su espectáculo de teatro gestual Cache Cache.
Una pieza deliciosamente cómica y tierna que explora las diferentes emociones alrededor del hecho de ir a dormir: los miedos, la sorpresa, la alegría de no querer acabar nunca el día. Théâtre de la Guimbarde plantea un juego escénico que une el mundo de los niños y el de los adultos. Una partida de escondite (cache-cache) en la que dos intérpretes (Pierre Viatour y Sara Olmo) nos invitan a encontrar la alegría de escondernos para descubrir mejor.
La compañía belga, creada en 1973, ofrece una visión crítica de la sociedad a través de una mirada matizada y basada en varios lenguajes escénicos. El espectáculo está dirigido a niñas y niños desde los dos años.
