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de la vía pa' arriba / OPINIÓN

Luces y sombras 

17/12/2020 - 

Hay que ver de lo que son capaces unas luces y un espacio diáfano para pasear. Al no poder realizar las actividades propias de la Navidad en Elche, y después de un año oscuro, la concejalía de fiestas del ayuntamiento de Elche, (ya lo anunciaron hace meses), ha decidido al menos, que se note que es Navidad en el alumbrado. Ha sido un éxito. He de reconocer que no ha sido solo cuestión de dinero sino también de buen gusto. ¡Que se lo pregunten si no al alcalde de Vigo!

Entre una iluminación navideña realmente preciosa y una Plaza de Baix y una Corredora diáfana y sin coches, se nos ha quedado un centro divino para pasear y hacernos fotos, que es, desgraciadamente, de lo poco que se puede hacer este año. No tendremos ni el Belén más grande, (guiño, guiño), ni las luces más caras, pero el objetivo de mantener el espíritu navideño en Elche se ha conseguido. Tanto que no hay nadie que critique este año la iluminación especial y se han tenido que tragar incluso algún que otro sapo aquellos que se manifestaban y cortaban la calle antes del inicio de las obras de Alfonso XII que fue como comenzó todo.

Falta la guinda y sería que no se incrementaran los contagios y se activaran, por contra, las compras en el comercio local y lográramos acabar de esta forma medio bien, el año más difícil seguramente en décadas.

Un acierto de la decoración navideña ha sido también descentralizar esas luces y dar relevancia a plazas y calles de otros barrios y pedanías que se están convirtiendo en polos de atracción, como la Plaza de Castilla, en Altabix, la del Primero de Mayo en Carrús, la dels Algeps o la Plaza Torre del Gall en la Hoya. Las luces se irán y quizá volvamos a la oscuridad que nos puede traer la tercera ola del Covid_19, pero al menos se ha demostrado que algunos pequeños detalles importan y realmente hacen de las ciudades espacios para las personas.

Se ha abierto ahora un debate sobre si se debe controlar el tipo de establecimiento que se instala en las nuevas calles y plazas para que no ocurra como en otras ciudades y las terrazas de la hostelería acaben proliferando en la vía pública y robando de nuevo el espacio peatonal. Es el momento de pensarlo y organizarlo, sobre todo teniendo en cuenta la delicada situación económica del sector comercio y hostelería. Si se va a regular que se sepa ya a lo que hay que atenerse.

Conozco un pequeño municipio de nuestro entorno donde los habitantes hacen vida dentro de sus casas, las tienen muy bien arregladas y están a gusto, y cuando salen, se van a otros lugares, a la costa, capitales o al extranjero. Salen muy poco por el pueblo y eso es sobre todo, porque apenas hay nada que hacer. Es un riesgo que están corriendo los centros históricos de muchas ciudades que se han quedado atrás en la modernización de espacios. Abandono y deterioro van de la mano.

La pandemia nos dejará, al menos en Elche, un centro peatonal, no estoy segura de que en otras circunstancias se hubieran atrevido nuestros queridos y poco arriesgados gobernantes a hacerlo.

Aprovechemos también para reflexionar sobre cómo debe avanzar ahora el proyecto, si se lleva a otros barrios, si se regula la apertura de locales, organicemos los usos de patines, bicis y otros medios de transporte que sí pueden circular por estas zonas. Queda mucho por hacer. También en cuanto a protección de edificios y fachadas singulares o históricas. Hay trabajo por delante pero propongo que pensemos por qué algo tan sencillo como una decoración bien elegida ha conseguido reconciliar posturas que siempre han estado de espaldas y han hecho salir a la gente a la calle y sentirse orgullosa de su ciudad.


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